Capitulo 47

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Mis manos estaban entrelazadas mientas las dejaba caer sobre mi regazo. Estaba confundida y bastante nerviosa, ¿Esto era cierto?.

—Tu padre te a estado ocultando un secreto, uno que podría llegar a ponerte en gravé peligro tal como lo hizó con el.

—¡Esto es una broma Jace!.¡Dime por favor que es una broma!.

—No es una broma _______, entiendelo.—Tomó mis manos.—Tu padre o por lo menos el hombre que tu creías que era tu padre es uno de los narcotraficantes más buscados en el país. Te robo cuando tu eras una niña.

Mis manos estaban temblando, Daevid Wood no era mi papá, incluso todas las noches que pasé llorando por la muerte de mi mamá había sido por una mujer que no era nada mio. Lloraba por la muerte de la esposa de el hombre que me había arrancado una vida al lado de las personas que en verdad me esperaban con ansias.

—¿Como es que se que es cierto lo que me estas diciendo?.—Un par de lagrimas se encontraban corriendo por mis mejillas.

—Escucha, tengo las pruebas. Los papeles estan justo debajo de ese cajón. Cuando quieras solo tomalos y lee.

Se levantó del asiento.

—¿A donde vas?.—Pregunté.

—Necesito pensar ________.—Salió de la casa sin decir nada más y dejandome con la incertidumbre.

J.A.C.E

Encedí el cigarro que se encontraba entre mis dedos. Deje que el humo entrara por mis pulmones y lo exalé.

Necesitaba valor para contarle todo esto. No podía seguir con estos secretos que tanto guardaba desde que la conocí.

Pero, ¿Como se suponia que tomaría el valor necesario si ella estaba tan mal?.

Una última calada y estaría de vuelta con ella. Debía afrontar las consecuencias de mis actos.

________ Wood.

Las pruebas eran ciertas. Miles de recortes de périodicos viejos sobre una familia buscandome. Pruebás sobre el trabajo en el que Daevid Wood trabajaba, en efecto era un narcotraficante muy buscado en todos los Estados Unidos.

—¿Ahora me crees?.—Giré mi cabeza para encontrarme con el rostro de Jace.

—Te creo.—Las lágrimas escurrian por mi cara.—¿Por que estas tan nervioso?.—Pregunté.

Un par de minutos me miró sin decir nada.

—No es todo, _________.—Suspiró nervioso.—Aun hay mil secretos más que debes saber. Y lo mejor será que los sepas ahora.

Cerré los ojos un momento.—Dime, Jace, dime que es lo que tanto miedo tienes por decirme.

En el fondo no quería saber la verdad, pero aunque doliera sabia que era mejor estar enterada.

—Escucha.—Rascó su cabeza nervioso. Limpié mis lagrimas sin despegar la mirada de el.—Lo nuestro solo fue parte de una apuesta. Yo no te amo __________, si hizé toda esta basura fue por dinero y nada más que por eso.

¿Qué?.

No sabía si mi corazón resistiria más todo esto. Esto es una broma. No puede ser verdad que esto este pasando.

—¡Dime que es una broma Jace!¡Dimelo porfavor!.—Sentí mis ojos arder y las lagrimas resbalar neuvamente por mis mejillas.

—¡¿Quieres que te vuelva a mentir?!.¡¿Quieres vivir engañada más tiempo del que lo haz hecho?!.—Gritó.

Mi cabeza dolio fuertemente, esto era demasiado. ¿Que había pasado con el chico que había conocido? ¿Todo era una farsa?.

—Eres una basura, Norman.—La furía hablaba por mi.

—¿Quieres saber más para que termines de odiarme?.—Cruzó sus brazos y se recargo sobre la pared.—La vez que Bella tu amiguita la rubia y yo hablabamos el último día de clases del año pasado fue porque estaba saliendo con ella y contigo a la vez. Por eso fue que nos descubriste hablando eso vez frente a su casillero.

—¡Basta!.—Súpliqué.

—¿Ahora entiendes por que era el odio que me tenian tus amigos cuando nos conocimos?. —Quería que se callara no soportaba más esto.—Nunca te debiste enamorar de un tipo como yo __________. Ese fue tu error. Un error que pagaste muy caro. Un error que no te sirvió de nada porque en fin de cuentas yo nunca me enamore de ti.

—¡Cierra la boca!.—Me hacerque a el. Estampé mis brazos en su cuerpo. El no parecía jacer un intento por separarme. Golpé fuertemente su pecho llorando.—¡Te odio como no tienes idea!.

Abrí la puerta de la casa y salí. No soportaría un minuto más a su lado y rodeada de tantas mentiras.

La lluvía caía sobre mi cuerpo que solo se encontraba cubierto con una sudadera delagada.

Caminé sin rumbo. No tenía a donde ir, toda la vida que conocia estaba llena de mentiras, las personas en las que más confie me mintieron, mis amigos lo hicieron. Incluso la persona que creí que era mi padre durante todos estos años lo había hecho.

La tormenta estaba precente pero no podia hacer nada. No quería ir a ningun lugar.

¿Que pasará conmigo ahora que se la verdad?








Secrets J.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora