Final parte uno.

1.3K 98 36
                                        

—Deben estar en esa puerta, en la llamada telefonica se escuchaba como si fuera una especie de metal en donde tenían al rubio.

—Jace.—Corregí.

—Pero no nos podemos arriesgar a entrar por el.—Eitan parecia estar mirando con atención cada acción de los hombres frente a nosotros.—Nos mataran. Y sin contar que protegeran a su padre y a su amiga al ver que son nuestro objetivo.

—¡Maldición!.

—Escuchen.—Los miré.—No se si esta sea una buena idea pero lo mejor será que nos separemos.

—¿Estas loca?.—Los grandes ojos de Grayson se abrieron como platos.—Eitan tu amiga esta completamente loca.—Rascó su cabeza.

—Callaté y dejala hablar.—Agradeci mentalmente porque lo hiciera.

—No lo vamos a lograr si todos vamos juntos, será más facíl si cada uno va por alguien. Ellos deben tenerlos en habitaciónes separadas.

—Tal vez no estes tan safada y tengas razón.

—Gracias Grayson.—Sostuve nuevamente mi gorro sobre mi cabeza y me moví a el otro arbusto.

—Escucha.—Me paré y miré a Eitan.—Tu padre debe estar custodiado demasiado. Grayson ira por el.

—Bien.

—¿Quien ira por Dania?.—Pregunté.

—Se que entre chicas es más facíl que las atrapen. Así que es mejor que yo vaya por ella. Y tu iras por Jace.

—¿Como sabre exactamente donde esta Jace?.

—Esos tipos siempre dejan pistas, ahí dentro lo notaremos.—Asentí a las palabras de Grayson y me giré nuevamente para ir a el otro arbusto.

—Gracias por todo esto chicos.—Sonreí.

—Te debiamos una.—Habló Eitan y se separo para ir del otro lado.

[...]

Cada movimiento estaba siendo observado por mi. Mi mirada no se enfocaba en otra cosa más. Un par de truenos se escucharon en el cielo y miré como los hombres que cuidaban una de las puertas miraba arriba.

—¿Estaremos fuera aunque llueva?.

—Sabes las instrucciones que tenemos.

—Necesito que vengas apara acá, al parecer tenemos intrusos tratando de entrar... No suelten sus armas.

Miré como se miraron ambos hombres despues de escuchar la voz de la otra persona tras el radio. Mi estomago estaba hecho un nudo, no entendia realmente que era lo que iba a hacer pero estaba dispuesta a ir por las personas que amaba.

Una vez que el hombre de uno ochenta salio y detras suyo el hombre un poco de mediana estatura. Salí del arbusto, rápidamente corrí a la entrada, la puerta de metal se encontraba entre abierta. Eitan y Grayson habían desarecido, sabia que estaba sola en esto.

Mis nervios estaban a flor de piel una vez que puse un pie dentro de el gran lugar. Un asqueroso olor a moo inundo mis fosas nasales, el lugar estaba obscuro de no ser por un par de focos que se encontraban en el techo a cada costado, me escondí tras un pequeño mueble de madera que tenía un viejo televisor arriba.

—¡Me sorprende tanto que aun no lo hayas mandado matar, Dominique!.—Cubrí mi boca tratando de evitar hacer alguna especie de ruido. ¿Dominique?¿Quien demonios era Dominique?.

—Ese tipo no vale nada, sabes que es lo que me interesa realmente.—Su voz me sonaba tan familiar. Estaba segura que era el hombre que había respondido al telefono de Daevid.

Secrets J.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora