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Capítulo 4

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:.Capítulo 4

Resaca. Sí, la maldita resaca.

Joseph se veía bien gracias a los oscuros lentes que tenía puestos. Aún así era obvio que bebió hasta perder la conciencia. Al final Thomas tuvo que ir por él, arrastrándolo hasta el hotel y dándole mucha agua y café para que se recompusiera medianamente para poder tomar el avión.

John al menos pudo dormir un poco. Aún así Clara fue la encargada de echarlo abajo, obligándolo a tomar una ducha fría para que lograra despertar del todo. Luego le dio unas cuantas mentitas y café al igual que a su hermano para que lograra tener al menos tres de los cinco sentidos.

-¿Cuántos dedos ves?-Le preguntó la rubia al cantante.

-¿Siete? No, espera. Creo... ¿esos son tres?-Suspiró, llevándose las manos a la cabeza-Apaguen el sol-Pidió.

-Llevas lentes-Le recordó Thomas con diversión, pero al parecer estos ni siquiera amortiguaban la luminosidad del día.

-Bueno, es una dolorosa manera para que entiendas que no debes beber a menos que al día siguientes puedas dormir hasta tarde-Lo regañó Clara al momento que se levantaba para ir por más jugo.

-Me quiero hacer bolita y dormir-Habló John, acurrucándose en la silla. La chica suspiró, posando sus ojos en Joseph quien supuso se burlaría de su hermano, pero este ya se había abrazado a Morfeo.

-Thomas, hazme el favor-Pidió, mirando la hora en su celular.

-¡Como diga su capitana!-Exclamó el baterista, yendo al refrigerador por hielo.

Cuando regresó, se acercó al cantante para poder colar entre sus ropas un par de cubos de agua congeladas los que hicieron despertar abruptamente al moreno quien que gritó, quitándose el frío hielo para después mirar con ira al castaño que huyo antes de ser atacado por el otro.

-Niños...-Murmuró en un bostezo el guitarrista justo cuando llegó Andrés.

El manager tenía un periódico en sus manos. Parecía serio, y John temió que Amelia hubiese escrito algo. Pero Andrés no dijo nada, sólo se limitó a alzar su mirada para posarla en el par que corría de un lado a otro haciendo un escándalo. Suspiró, se masajeó la sien y habló.

-¡Thomas, Joseph! ¡Deténganse!-Ordenó y los dos se detuvieron, aunque pronto Jo huyó al baño. Mucho movimiento le revolvió el estómago.

-Al menos eso servirá para que no vomite en el avión-Comentó Clara.

-¿Tienen todo listo?-Preguntó el mayor, prosiguiendo.

Todos los presentes asintieron, menos John quien se encontraba perdido en sus pensamientos, específicamente en el recuerdo fugaz del beso que le dio Andrés, algo que ni el exceso de alcohol lo hizo olvidar.

-Bien, apresuren a Joseph. El taxi estará pronto aquí-Informó, marchándose. El guitarrista suspiró largamente.

-"Ni siquiera me miró"-Pensó con tristeza al momento que notaba el periódico sobre la mesa, olvidado de seguro por Andrés.

Lo tomó y leyó, notando que lo único que hablaban de él era sobre el concierto que dieron. Eran críticas favorables, incluso un par de comentarios de los fans eran positivos. Al parecer fue otra excelente presentación donde dejaron todo su talento y pasión. Siempre era así. Ellos amaban lo que hacían, desde que empezaron a tocar. Aún recordaba cuando se conocieron, aquel día lluvioso de hace siete años.

Estornudó y se abrazó a sí mismo. Tenía hambre, demasiada o eso era hasta que su hermano le tendió su trozo de pan. Él negó, ya que podía resistir con tal de que Joseph, quien trabajaba de los dos, estuviese mejor anímicamente, pero su gemelo insistió tanto que terminó accediendo, comiendo agradecido del gesto del otro.