Capítulo 1

220 10 0
                                    

No he podido pegar un ojo en toda la noche, desde que llegué a La Madriguera, ahora supongo que deben ser aproximadamente las seis de la mañana, pues el sol ya iluminaba la habitación de Ginny. El señor Weasley se había ido a trabajar y me dejó allí, diciéndome que podía bajar en cuanto estuviera lista, que no era necesario que viera al resto de la familia de inmediato. Recuerdo haberle dicho que sí y luego quedarme sentada en la cama, mirando a absolutamente nada. Ahora estoy casi igual, a diferencia de que tengo en mis manos aquella carta con la cual me debatí tanto si leería o no. 

Rasgué el sobre, saqué el papel y lo leí en silencio:

Querida Charlotte:

Tanto tu abuelo como yo sabemos que debes tener muchas dudas que no te hemos podido contestar en persona. También sabemos que una carta no es el medio por donde quieres enterarte, pero no nos queda otra opción, pues ambos suponemos que para el momento en que leas esto, ninguno estará contigo.

Por dónde comenzar a explicar todo es la parte complicada, pues son bastantes las cosas que debes saber. Primero, quiero disculparme, por parte de ambos, el no haber podido estar más presentes en tus años de Hogwarts, siendo que estos van a ser, de seguro, los más importantes en tu vida. Queremos que sepas que estuvimos al tanto de todo lo que has hecho junto a tus amigos, por parte del profesor Dumbledore, y estamos muy orgullosos de ti. Has sido extremadamente valiente y de buen corazón, y no has dejado que el miedo tome control sobre tus decisiones. 

Pero no estás a salvo. Lamentablemente la protección que nosotros te dábamos no era la suficiente, aún cuando hicimos todo lo posible por que lo fuera. Hay gente que te está buscando, algunos buscan reclutarte para hacer cosas horribles, mientras que otros quieren solamente quitarte del camino. El profesor Dumbledore nos dijo que probablemente fueran parte de los seguidores del Innombrable, aquellos que aún siguen libres y que buscan formas de que su Señor vuelva al poder, sin ningún obstáculo. Por eso, tienes que tener mucho cuidado, protégete incluso mientras proteges a tus amigos también. 

En cuanto a  las visitas a San Mungo, sospecho que dudabas que en verdad fuéramos allí, y es verdad que no siempre fuimos ahí, a excepción de las veces en que por accidente tomábamos alguna de tus cosas. El resto de las ocasiones nos reuníamos con el profesor Dumbledore a discutir sobre tu seguridad, y sobre con quién podrías quedarte si nosotros ya no estamos, labor que la familia Weasley aceptó gustosamente. Se nota que te tienen bastante cariño, y sabemos que te cuidarán bien y te darán un techo durante el tiempo que no pases en Hogwarts.

Nos gustaría no tener que hacer de esta carta una despedida, pero no te preocupes por nosotros, estaremos en paz sabiendo que estarás en un lugar seguro. También estuvimos buscando algo de información sobre tu pasado, pero lamento decir que no encontramos nada.

Bueno, creo que esas son todas las cosas que nos quedaban por decirte. ¡Oh, cierto! También estamos muy orgullosos de tu desempeño en quidditch. Nos comentó el profesor Dumbledore que eras una cazadora maravillosa (también nos explicó las reglas del juego y en que consistía más a fondo). Ojalá poder haberte visto jugar.

En fin, no olvides que te amamos, Charlotte, desde el primer momento en que te adoptamos te ganaste un lugar en nuestros corazones que nunca nadie te podría haber quitado. Siempre serás nuestro tesoro más preciado, nuestra querida y floreciente lirium. Te quieren mucho,

Tus abuelos

Mientras leía la carta no pude evitar derramar más lágrimas, que me apresuré a secar de mis mejillas, pues no quería estropear su última carta. Además, no es como si quisiera pasar todo el tiempo llorando, no quiero preocupar a nadie más de lo que debería.

Charlotte y el Cáliz de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora