Los siguientes días pasaron sin incidentes mayores, a excepción de que los gemelos volvieron a hablarme como de costumbre luego de que les prometiera que este año haríamos sí o sí aquella broma en deuda y que Neville derritió su sexto caldero en clase de Pociones. Snape lo obligó a quedarse después de clase por ello, y el pobre de Neville tenía un colapso nervioso cuando salió, pues Snape lo hizo destripar un barril de sapos cornudos.
Hermione y yo lo ayudamos a quitarse la grasa de las manos. Ella insistía en enseñarle a Neville a hacer el encantamiento para que lo hiciera él solo, pero en cuanto se dio vuelta, le limpié yo las manos, para que se relajara un rato. Tuve que soportar una reprimenda de parte de Hermione, pero no me importó.
Al parecer todos los Gryffindor de nuestro año estaban emocionados por la primera clase de Moody, siendo yo, creo que la única excepción, pero aún así, seguí a Harry y a Ron, que se apresuraron a hacer cola en frente de la puerta del aula. La única que faltaba era Hermione, que llegó puntual.
-Vengo de la...
-...biblioteca -adivinó Ron-. Date prisa, o nos quedaremos con los peores asientos.
Así que los tres se apresuraron a sentarse frente al escritorio de Moody. Yo me senté junto a Neville. No me preocupé en sacar mis libros, y solo me recosté en la silla, esperando al profesor. No tardamos en oír los retumbantes pasos de Moody acercarse al aula.
-Pueden guardar los libros -gruñó, caminando ruidosamente hasta la mesa-. No los necesitarán para nada.
Así que los que habían sacado sus libros, los guardaron de inmediato. Moody sacó la lista y empezó a pronunciar los nombres en orden. Se detuvo un segundo en mi nombre, y me miró por unos segundos. Evité su mirada y me concentré en una mancha que había en la mesa.
-Bien -dijo cuando el último alumno contestó a la lista-. Recibí carta del profesor Lupin a próposito de esta clase. Parece que ya son lo bastante diestros en enfrentamientos con criaturas tenebrosas. Han estudiado los boggarts, los Gorros Rojos, los Hinkypunks, los Grindylows, los Kappas y los hombres lobo, ¿no es cierto?
La clase hizo un murmullo de asentimiento.
-Pero están atrasados. Muy atrasados en lo que se refiere a maleficios -prosiguió Moody-. Así que estoy aquí para prepararlos contra lo que unos magos pueden hacerle a otros. Dispongo de un año para enseñarles a enfrentar los mal...
-¿Acaso no se va a quedar más? -dejó escapar Ron.
El ojo mágico de Moody se posó sobre el pelirrojo, y dentro de un rato, sonrió. Gesto el cual no combinaba bien con su cara llena de cicatrices, y llegaba incluso a dar algo de miedo.
-Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley, ¿no? -le dijo Moody a Ron-. Hace unos días tu padre me sacó de un gran aprieto... Sí, solo me quedaré un año. Es un favor que le hago Dumbledore: un año y reanudo mi vida de jubilado.
Soltó una estridente risa que me dio escalofríos, y luego dio una palmada.
-Así que... concentrémonos en los maleficios. Estos varían mucho en forma y gravedad. Según el Ministerio de la Magia, yo debería enseñarles los contramaleficios y nada más. No deberían aprender como son los maleficios prohibidos hasta que estén en sexto. Se supone que hasta entonces no serán lo bastante mayores para tratar el tema. Pero el profesor Dumbledore tiene una mejor opinión de ustedes y piensa que podrán resistirlo, y yo personalmente creo que mientras antes sepan a lo que se enfrentan, mejor. ¿Cómo pueden defenderse de lo que no han visto nunca?
Acepto que tiene un punto.
-Un mago que esté a punto de echarles un maleficio no les va a avisar, no se va a comportar de forma caballerosa. Tienen que estar preparados. Tienen que estar alerta y vigilantes. Y tú, señorita Brown, tienes que guardar eso cuando yo estoy hablando.
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Charlotte y el Cáliz de Fuego
FanficCon una tristeza profunda en el corazón, Charlotte empezará su cuarto año en Hogwarts, aunque no tendra mucho tiempo de entristecerse, con lo que vendrá con el tiempo. Además de tener que cambiar de apellido por los peligros que corre, pero ¿será lo...