—Está bien, supongo que no tengo escapatoria... Te lo contaré, Jordan.
Jordan lo miró sorprendido. Luego se frotó los ojos con las mangas, parecía un niño pequeño intentando parecer mayor, intentando parecer fuerte. La actitud del peliverde le causó una ternura irresistible al pelirrojo.
—La verdad es que no sabría por dónde empezar —miró hacía el techo intentando ordenar sus ideas para que Jordan lo entendiese todo a la perfección.
—¿Por qué no empiezas... Por lo que pasó el verano que te fuiste a Estados Unidos? No había forma de contactarte, era como si la tierra te hubiese tragado.
—Bien. La verdad es que sin ese estúpido viaje nada hubiese ocurrido, me arrepiento de haber cogido ese crucero —el interés se reflejó en los ojos de Jordan, manifestándose con un brillo.
»El crucero partía muy temprano, pararía en diversas ciudades de Asia y Europa. La última parada antes de ir hacia Estados Unidos eran las Islas Británicas. Tenía planeado llegar a Los Ángeles y pasar allí un par de días y, tras mi estancia en esa ciudad, tenía la intención de tomar un avión hasta Nueva York. Pasaría allí un par de semanas y luego volvería a Inazuma... Pero eso nunca ocurrió...
»El día que me despedí de Europa el cielo poseía un intenso color azul, no hacía demasiado viento, el mar estaba en calma... Pero todo cambió. El que tenía planeado ser el último día de viaje en el crucero, puesto que ya nos aproximábamos a las costas norteamericanas, mientras el enorme barco navegaba por las aguas del Atlántico, el cielo se llenó de nubes grises que parecían amenazar a las personas que disfrutábamos de nuestra estancia en el crucero. Cayeron unas cuantas gotas, nada importante, sin embargo pronto empezó a soplar fuertemente el viento. La lluvia empezó a caer con más fuerza, parecía que quería romper el barco al estrellarse contra él; el viento se intensificó todavía más y las olas pretendían engullir el barco por completo.
Jordan analizaba la expresión de Xavier. Mirada perdida, totalmente ausente. Pareciera que todo su ser estaba inmerso en sus recuerdos, en los terribles acontecimientos que le sucedieron aquel nefasto día. Si indagabas un poco en esas orbes verdes, incluso podrías apreciar que poseían una pizca de miedo, de angustia.
»Las personas gritaban con desesperación, los niños lloraban, la tripulación intentaba que los pasajeros ocupasen las balsas salvavidas... Todo era un caos, Jordan, parecía el mismísimo infierno. Yo... Tenía miedo, tenía muchísimo miedo. No era capaz de ver nada, tenía frío por culpa de mis ropas mojadas y mezcladas con el congelado viento. El barco se zarandeaba más y más, en cualquier momento volcaría y sería engullido por el mar.
»Una ola más grande y con más fuerza que las demás impactó contra uno de los lados del barco. Lo sacudió con tal fuerza que perdí el equilibrio y retrocedí unos pasos hasta que di con la barandilla... En ese momento caí al océano.
»Todo estaba tan oscuro... No podía oír nada, no podía ver nada. El oleaje tiraba de mí a su antojo, parecía como si fuese un muñeco y dos niñas tirasen de mí por ambos extremos. Si antes tenía frío, esta vez creí que mis huesos se habían convertido en el mismísimo hielo. Por mucho que intentaba permanecer en la superficie, solo era capaz de respirar escasos segundos, el mar volvía a tirarme hacia abajo. Llegué a un punto en el que ya no podía más, me quedé sin energías para seguir luchando. El oxígeno comenzó a faltarme, la angustia y el terror a recorrerme de arriba a abajo... Pensaba que iba a morir y que luego me convertiría en alimento para tiburones. Mientras me adentraba más y más en el océano, mientras cada vez la oscuridad se volvía más intensa... Solo podía pensar en algunos vosotros... En los amigos que había echo en mi juventud, en las risas y lágrimas que compartimos, en el orfanato "Don Sol"... Pero sobre todo pensé en ti. Quería sentir tu calidez una vez más, ver tu sonrisa y escuchar tu dulce voz... No quería perderte, Jordan. No quería morir sin haber pasado más tiempo contigo.
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Nostalgia {HiroMido}.
Fanfic"Estás a mi lado, te veo todos los días, pero te siento tan lejos. ¿Qué pasó con todos los años de amistad? ¿Qué pasó con todas las risas? ¿Acaso ahora soy solo tu secretario? ¿Solo somos jefe y subordinado? Echo de menos el pasado. Nuestro pasado...