Capítulo 13

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Jordan despertó y abrió un poco los ojos, como si fuesen rendijas. La luz aún le molestaba y no era capaz de abrirlos del todo, menos si era de golpe. Cuando se acostumbró a la luz, de estar tumbado pasó a sentarse... Mala idea. Un intenso dolor en sus caderas casi le hizo gritar, por lo que volvió a tumbarse.

"¿Qué narices...? ¿Por qué me duele tanto? ¿Qué ha pasado?".

Jordan no parecía recordar nada de lo que había sucedido por la noche, hasta que se le encendió la bombilla. Sus ojos se abrieron como platos y tragó saliva. De reojo, pudo ver unas prendas verdes tiradas en el suelo, de forma que una estaba encima de la otra y además estaban arrugadas. Las prendas eran el pijama que Xavier le quiso prestar... Con temor, cogió la fina sábana que le cubría a la levantó... ¡Estaba desnudo! De inmediato el color rojo de hizo presente en sus mejillas.

—Mmm... —escuchó Jordan a su lado y giró la cabeza para comprobar si de verdad era quien creía.

Efectivamente, Xavier dormía plácidamente a su lado, con medio torso destapado y desnudo, algunos cabellos cayendo sobre su rostro, un brazo sobre la almohada y otro bajo él. Estaba girado hacia el lado derecho, donde se encontraba Jordan.

"Mierda, ¿en serio terminé así con Xavier?".

Jordan se golpeó la frente, castigándose mentalmente por haberlo hecho, aunque en el fondo... No se arrepentía.

Unos brazos lo rodearon y cuando se dio cuanta, Xavier y él estaban piel contra piel.

—¿Qué tanto te martilizas, Jordan? ¿Me vas a decir ahora que no querías hacerlo? —la voz calmada y suave del pelirrojo le transmitía tranquilidad al menor, dejándose abrazar y volviendo a cerrar los ojos, al igual que Xavier, ya que después de ver el gesto de Jordan los volvió a cerrar.

—No es eso, Xavier. No me arrepiento de nada, pero... No sé, quizás nos apresuramos.

—Vamos Jordan, nos conocemos desde hace demasiado tiempo —abrió lentamente sus ojos esmeralda, y Jordan creyó ver toda la belleza concentrada en tan solo dos orbes—. No creo que haya sido apresurado —deshizo el abrazo y se separó un poco solo para poder tranquilizar a Jordan acariciándole la mejilla, como la noche pasada—. Todo está bien, ¿sí?

Jordan se quedó ensimismado observando a Xavier, admirando sus finos labios que adquirieron la forma de una sonrisa, la mirada tranquilizadora y llena de cariño que le brindaba, el cosquilleo que sentía con su roce... Simplemente se podría quedar toda la vida en esa posición. Xavier depositó un suave beso en los labios de Jordan.

—Ahora, será mejor que nos levantemos, ya es tarde... Menos mal que hoy no tenemos que ir a trabajar, benditos sean los festivos.

Xavier agarró la manta dispuesto a doblarla hacia un lado y levantarse, pero Jordan se lo impidió.

—O-Oye, espera... —empezó a balbucear como le ocurrió ayer en el coche, intentando articular las palabras sin éxito.

Xavier lo miró perplejo, parpadeando un par de veces, pero después creyó entender por qué había reaccionado así.

—No me digas que tienes vergüenza ahora... —Jordan no respondió, siguió agarrando la sábana. Xavier se echó a reír y Jordan le lanzó la almohada—. Por la noche no tenía vergüenza, señorito —dijo acercándose a él con una sonrisa y mirada lasciva.

—¡C-Cállate! —para ocultar su sonrojo, subió la sábana hasta taparse por completo.

—Vale, vale... Quédate así hasta que me vista y ya no tienes nada de lo que avergonzarte. Después me iré yo de la habitación para que tú puedas escoger lo que quieras de mi armario. Llevaré el traje que usaste ayer a la tintorería con el mío después, ¿te parece bien así? —Jordan sacó una mano de debajo de la sábana y alzó el pulgar, dando su aprobación. Xavier río levemente y se dispuso a vestirse.

Nostalgia {HiroMido}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora