50. El esta aqui.

277 20 8
                                    

Muchísimas gracias por leer, no se te olvide votar, te lo agradezco mucho. 🌟🌟🌟


Capítulo cincuenta.





Narra Elena

La doctora me mira sonriente, yo le devuelvo una sonrisa tan falsa como puedo.

-Hola Elena, soy Maya Hudson. Maya, me puedes llamar así.-le quedo mirando, sus facciones son tan frágiles que parece una muñeca de porcelana...Tal vez lo sea, su cabello rubio como los rayos del sol, sus ojos azules tan claros como el mar, sus mejillas sonrosadas...está más viva que yo.

-Un gusto.-digo mientras miro mi reloj. Diez y un cuarto. Comencemos.

-¿Cuántos años tienes? -dice y toma su pequeño cuadernillo para anotar todas las pendejadas que diré en las próximas sesiones.

-Dieciocho. -digo agachando la mirada, mis manos sudan y mis pies no dejan de temblar, cumplí dieciocho hace unos días...y no fue exactamente un recuerdo feliz.

-¿Algo te molesta? ¿Quiere contarme sobre ello?-dice interesada al leer mi aspecto físico.

-¿De qué me servirá contarle? Digo, no es como que vaya a traerlo de vuelta. - ella me mira impaciente, sabe que me refiero a un persona, lo que ella no sabe, es que no es una persona común y corriente como ella y yo.

-podría colaborarte con ello, a sobrevivir con la perdida y cada día poder sanar tus heridas. Para eso estoy yo Elena. Quiero comprenderte, poder llegar a ser tu amiga y ayudarte.

-no quiero más amigas, gracias. -digo educadamente mientras meto un mechón de mi pelo detrás de la oreja. Tal vez considere  cortarlo.

-Tienes un lindo cabello.-dice ella al ver que me he quedado distraída tocándolo.-sabes, se algo de belleza...podríamos, bueno si tú quieres...

-déjalo. No quiero.-respondo cortante. Esto me está matando y apenas vamos diez minutos.

-mira, si no colaboras en esto, no llegaremos a ningún lado, no podré decirles a tus familiares que estas bien y podremos dejar de vernos. Y por lo que veo es que no quieres estar aquí, así que vamos a hacer esto y luego cada quién por su lado, a mí me pagan y a ti te sano. Todo el mundo contento.-dice ella mientras se levanta de la silla, camina por todo el cuarto y se para al lado del gran ventanal que deja ver la ciudad, muy bella. Ella tiene razón, ninguna de las dos estamos concorde con esto, pero toca hacer algo.

-Me enamore en el verano, tuvimos buenos días, otros no tan buenos...-siento como mi estómago hace vueltas. Me revuelve todo lo que tengo adentro, comenzare a llorar otra vez si sigo hablando de él. - el amor no era aceptado entre mi familia, el confesó que salíamos y me comento que todo lo nuestro fue...una farsa.- listo ya, ahora sí, lloro descontroladamente, las lágrimas pesan, mi dolor pesa. Quiero salir, correr y ocultarme lo más lejos posible de aquí. No puedo con esto, no puedo. Maya se da cuenta de mi estado de shock, para ella será normal que vengan varias adolescentes a resumirles sus amores jóvenes, y que muy pronto llegara alguien más para hacernos feliz, pero este no es mi caso, jamás lo será.

-¿Quieres contarme su nombre?-pregunta mientras se acerca, quizás a darme consuelo, pero me alejo rápidamente haciéndole entender que la quiero lejos de mí.

-No.-digo algo más calmada, su cercanía me ha vuelto a recomponer.

-Tu madre me ha contado de tus pesadillas... ¿quieres hablar de eso?

Wildest Dreams [Delena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora