Wildest Dreams [Delena]

49. -Pesadillas.

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Capítulo cuarenta y nueve.

Narra Elena.

Una semana. Una maldita semana ha pasado desde todo este embrollo.
Eh pensando bastante en todos los pros y contras. En lo bueno y en lo malo. En lo aburrida que era mi vida antes de conocerlo. En lo emocionante que fue tenerlo a mi lado. Y en lo doloroso que fue terminar trágicamente como una película de romance. Donde se conocen, se enamoran y luego uno de los dos muere. Ya siemple y así de sencillo.

-¿Elena? -mi abuela llamo desde el otro lado de la puerta.

-¿Hum?-desde que vinimos estoy decepcionada, mi abuela más que nadie sabía como era vivir en Nueva Orleans con mi madre y cuando creo que podría salir de eso vuelve y me trae con ella. No es que odie a mi madre, pero siendo sincera necesitaba un cambio... Oh bueno, lo necesito.

-¿Como te encuentras?-dijo abriendo la puerta y entrando despacio. Ultimamente he tenido pesadillas. Me levanto a media noche llorando, gritando... y otras me dicen que he sido sonambula. Que de milagro no he rodado por las escaleras. Sueño con que Salvatore vuelve a mi lado, me dice cuanto me ama y que me sacara de aquí, luego aparece todo negro y me muestra una serie de episodios donde lo veo asesinando por placer... mutilando y bebiendo sangre... viendolo como un verdadero demonio. Lo que es él.

-En lo que cabe de bien. -digo mientras termino de doblar mi ropa y la guardo. -¿Que necesitas? -soy rapida y ella lo nota. Quiero mi soledad. En verdad la quiero.

-Te vengo a avisar sobre lo que hablamos con tu madre... mañana la cita esta a las diez de la mañana. Te espero puntual te acompañare pues ella no puede pedir mas permisos.

Por cierto, mi madre no quiere verme "loca" hablando sola. Mis pesadillas empeoran cada día y rápido "sonambulismo" no le ha caido bien. Quiere llevarme a un psicólogo para que me ayude a pasar esta etapa. Para desaparecer mis pesadillas... para que pueda estar mejor, para que lo olvide.

-Estupendo. -digo sarcástica. -Tu ya has de saber como es ir a contarle a un desconocido que vi a un demonio.

Ella me mira con tristeza y no dice nada más. Sale de mi cuarto y me deja otra vez sola en mis pensamientos.

Miro mi reloj en la mesa de noche. Marcan las siete y un cuarto. Afuera de mi ventana se ve como llueve con furia. La noche me entiende. Ella llora conmigo...Tomo a Max y lo subo a mi cama. Cambió mi ropa y me arreglo para poder dormir. No he comido bien en esta semana... aveces paso el desayuno o la cena. Y el almuerzo es más una ensalada o una fruta. Nada más. Siento que he bajado de peso, pero que mas da... hasta regordeta ya estaba. Mi cabello ha crecido un poco, lo quisiera cortar pero aún no estoy segura... cambiar mi aspecto es cambiar el como era antes. Y yo no quiero eso.

Me acuesto y miro a la ventana, Max ya se durmió y aveces tiembla, hace frío... le tapo con la frazada y el se la quita. Sonrió, el mejora mi ánimo. 

Mi madre llega a las once pasadas... supongo mi abuela la esperará. Porque yo no.

Mañana me espera un largo día. Y lo único que quiero es poder hablar con alguien como Steffan, Bonnie o Caroline... las extraño. Y mas a él, a quién engaño.

***

Observo como se acerca Damon y me mira con sus bellos ojos azules. Me tiene en sus brazos y me abraza muy fuerte.

-Para. Para.-digo riendome. -me asfixias.

-No te quiero soltar nunca. -dice el sonriendome.

-Pues no lo hagas. -le guiño el ojo y el me lleva hasta la cama, me arrecuesta y me besa apasionadamente. Deborando mis labios. Jugando con sus manos en mi abdomen y nuestras risas aparecen rápidamente.

-¡Damon! ¡Damon no! -digo separandolo y riéndome más fuerte.

-Me encanta que te rias. Así  tranquila, Me gusta. -dice y me sonrojó totalmente. Oh  Jesucristo.

-Gracias. -es lo único que sale.

El se aleja rápido de mi y levanta la mano despidiendose.

-¿Te vas? -susurró. El asiente sin decir palabra. -¡No te vayas! -jadeo. -¡no! ¡no! ¡no! No me dejes. -algo se rompe en mi y no hay palabras para dejarlo ir. No quiero.

-Es por tu bien...-susurra. "Es por tu bien" ¡esa palabra me tiene harta!

-¡Joder, no te vayas!- pero ya es tarde.

Me levanto acalorada. El sol pinta de maravilla cayendo en mi cuarto, Max esta alarmado al verme así y lo entiendo. He pasado por esto toda la jodida semana. Le acarició el ocico y el se relaja más. Me levanto y me organizo. El agua me cae fascinante y me despierta. Me coloco ropa comoda y salgo de mi escondite para ir por algo de comer... como los anteriores  días.

-Buenos días. -saluda mi abuela.

-buenos días. -digo seca y voy al refigerador. Saco una botella de agua a gas  y me voy rápido de ahí.  No quiero estar más tiempo al lado de alguien que me lo recuerda todos los jodidos días.

Subo y miro mi reloj. Las nueve y treinta. Falta treinta minutos más para irme. 

Reviso mi celular... hace días que ni lo miraba.

Tengo veinte mensajes en Whatsapp.

Bonnie: ¿donde diablos estas Elena?

Bonnie: ¿acaso lees mis mensajes?

Bonnie: Enzo no me ha querido contar nada sobre he ti. No le he hablado.

Bonnie: Si tan solo me dices que estas bien dejo de molestarte.

Car: ¿Elena donde mierdas estas?

Car: te he llamado más de cincuenta veces al jodido celular y no contestas.

Car: en el instituto nos dijieron que ya no ibas a seguir mas ahí ...¿porqué?

Car: ¿donde están tu abuela y tú?

Car: si no me dices mandare a Katherin.

Oh no. Katherin no.

Bonnie: Matt solo pregunta por ti. Y Car. Y jeremy. Y tyler. Y Klaus ¡y medio mundo.!

Pero ninguno que me llame la atención... decidí contestar para que dejen de preocuparse ya.

Bonnie: tuve un problema. Me regresé  a Nueva Orleans a resolverlo y necesitaba a mi abuela y madre conmigo. Luego te contare detalladamente. No te procupes, te quiero.

Car: Joder Caroline. Eres peor que mi madre cuando tenía dieciséis. Estoy bien gracias por preocuparte y no, no mandes a tu ángel. Muy pronto nos veremos y les contare todo. Por ahora no puedo, te quiero.

Apago el celular y bajo las escaleras. Hora de enfrentar mis miedos.

Editado/ Marzo 22/ 2018