56. Charla con Eva.

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Damon hablo con la única persona de su confianza para comentarle la loca idea que de su cabeza había desprendido, nervioso o ansioso, decía cada palabra con mucha rapidez.

-Damon cálmate.-sugirió Stefan.-todo saldrá bien.

-Sabes que puede no ser así, Stefan Lucifer la detesta con su vida, y no quiero que le suceda algo.

-me alegro de que por fin estés tomando esto en serio. Ella es una buena chica que sufre y está relativamente muy enamorada de ti. Debes hacer lo posible para que olvide esta mala pasada que le toco y pueda ser feliz.

-Eso es lo que quiero intentar.-dijo con sorna.-será feliz a mi lado.

-Que el Dios lo quiera así.-sonrió Stefan.-te apoyare en todo lo que necesites, no dudes.

-lo sé, gracias. -se dieron un breve abrazo de "hermanos" y antes de que Damon desapareciera de allí por tanto sentimiento que casi no estaba acostumbrado a sentir, dijo algo más.-cuéntale a la rubia y la morena lo que pienso hacer, entre más apoyo, mejor.-Stefan asintió y el salió de sople a Nueva Orleans.

El sol lograba un aura hermosa, los pájaros cantaban al compás del viento, la señora Gilbert se encontraba trabajando, dejando así la casa sola para Eva. Quien limpiaba de un lado al otro, intentando llenar el vacío que sentía en su corazón, pero de igual forma, se empeñaría en tener todo lo más hermoso y meticulosamente cuadriculado para que nada faltara de su lugar, hasta botaba cosas de las señoras pensando en que no servían, lo cual enojaba a Rose pero por ser su madre no le decía de a mucho, saliendo con "-lo comprare más pronto, mamá".

La señora Eva, se encontraba limpiando el cuarto de la joven Elena, la cual al recordar su nombre, pensaba en lo triste que debería estar y lo más que la pasa allá. Como ella alguna vez lo paso.

-Así es, la pasa muy mal.-dijo Damon sacándola de sus pensamientos haciendo que pegara un brinco y botara el trapo con el cual limpiaba el polvo. Esta, se quedó mirándolo con cara de pocos amigos, ¿Qué hacía el de nuevo en sus vidas? ¿Es que no se cansaba de molestarlas? ¿Habían hecho algo malo para que esté no se separara de Gilbert? -Ya deja de pensar tantas bobadas y más bien siéntate que vamos a hablar.

-¿y porque he de sentarme contigo, Damon?-dijo ella seca, recogiendo lo que había botado y saliendo del cuarto de la pequeña con Damon detrás de ella.

-¿tienes bourbon? -dijo mientras bajaban las escaleras, Eva solo conto hasta diez para no sacarlo a patadas de su casa.

-No, aquí no bebemos.-dijo Eva sonriendo maliciosamente.

-Qué mala mentirosa eres, ¡si Rose es lo que más toma aquí! Deberías colocarle más cuidado a tus hijas...-saco la botella de un gabinete de la sala de estar y sirvió en una copa su éxtasis.

-Bien, ¿Qué quieres?-dijo Eva entendiendo que él no se iría hasta poder hablar lo que fuera que quisiera con ella.

-Vengo a decirte que voy a sacar a tu linda hija de ese manicomio en el cual la has metido y también te quiero decir que no metas tus narices, queremos ser felices y por cosas del destino ustedes no nos quieren ver así...-trago un sorbo de ese espectacular líquido que carcomía su garganta.-y también vengo a avisarte que no importa lo que hagas, haré lo que este en mis manos para sacarla entonces...

-¿Qué ganas diciéndome eso? ¿Para qué cuentas tu plan, no sería mejor en secreto?-dijo con fastidio, pues ya no podía creer hasta donde llegaba la manía de ese hombre. Y de allá, nadie sacaba a Elena.

-te equivocas, yo la sacare de ahí. Y te digo de una buena vez, si decides interrumpir con la salida de la niña, bueno, me veré obligado a hacer cosas que en parte no me disgustaría volverlas a ser...si sabes a que me refiero.-guiño el ojo con picardía mientras la cara de Eva se sobresaltaba.-tengo poderes sobrenaturales, Lucifer esta de mi lado, así que, por tu bien y el de las personas que tienes cerca, déjanos en paz.-tal vez había mentido, pero necesitaba hacer lo posible porque ella entendieran que no debían meter la cucharada en esto.

--¿y cómo porque debería acceder? Elena será más feliz si logra curarse de ti y olvidar todo lo que paso.

-te equivocas y lo sabes. Elena será más feliz conmigo de lo que sería una vida sin mí. Y si no me dejan compartir esta vida con ella, tendrá que ser en la otra.-dijo con maldad y sorna.

-¿a qué te refieres?-dijo con miedo.- ¡No matarás a mi niña!

-Tú ya la mataste desde que la metiste de nuevo a Nueva Orleans, yo solo quiero que reviva otra vez.

Eva, muy a su pesar, sabía que algo de lo que decía era cierto, pero se negaba rotundamente en creerlo, pues ella lo había vivido y aunque Rose tuvo la fortuna de ser una chica normal, a Elena no le había salido igual el plan.

-Bueno, eso era todo. Dile a Rose que compre más botellas de estas.-le guiño el ojo y acomodo la botella donde estaba. Dejo la copa en el fregadero y se acercó a Eva.-suerte.-murmuro y desapareció dejándola con rabia y dolor.

-No podrás, así tenga que aumentar el tratamiento de mi niña, ¡pero no dejare que te la lleves!

-*-

-Elena.-el guardia de seguridad le había tomado cierto cariño a la pobre. -ya es hora de tus medicamentos.

-no quiero Will, eso me hace querer vomitar.-cerro los ojos con las manos pasibles, no haría nada de lo que después se arrepentiría.

-Tienes que hacerlo, además sabes que yo soy mejor dando el medicamento que ellos.-señalo al enfermero que venía con ganas de exprimirle las pastas en los ojos a la pobre morena, ella, con miedo de una se levantó y miro a Will.-mejor.

El enfermero le dio el medicamento, y como cada día, ella se lo tomaba, las tres píldoras en sus respectivos horarios.

-Saben inundo, ¿podrías traerme agua? -pregunto algo achantada y sin energía.

-No sé si pueda Elena, sabes lo difícil que es aquí complacer a una y ver como los demás sufren.

-Déjame ir al baño entonces, tomaré agua de la llave.

-Está bien.-Elena sonrió y se fue al baño. Will la esperaba escoltado detrás de la puerta, Elena botó las píldoras en el inodoro y bajo la cisterna, tomo agua pues de verdad tenía sed y quería quitar el sabor agrio de estas mismas y salió con una sonrisa.

-Gracias. -pronunció dulcemente y se dirigió a su recamara, para poder dormir ya.

-Que descanses Elena.-dijo él y cerró la puerta dejándola bajo llave.

-Espero poder hacerlo.-dijo ella con un brillo en los ojos.

Editado abril 18.

Wildest Dreams [Delena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora