tienes que hacer algo intrépido, algo emocionante, que te parece si ¿te metes entre los humanos?- la propuesta me dejo en shock, como seria capaz de meterme entre los humanos si era un ángel.
- pero allí son un ángel, no me puedo meter entre los humanos – dije con cierta razón.
- _______ no todo lo que vez es lo que hay- de nuevo esa frase volvía al tema, la eh venido escuchando muchísimo
-eso que tiene que ver- le pregunte crédula, ella me contesto.
-hay ángeles entre los humanos afalatea está de acuerdo, porque así interactúan con sus humanos mas cercanamente- dijo allí ahí comencé a tomar la propuesta mas seriamente ¿seria bueno estar en el mundo de los humanos con Harry? Verlo todos los días tocarlo, no se me confundía la idea.
-confusión, adrenalina, emoción, motivación… vaya hasta que presentas emociones _______ se siente bien eh?- me dijo allí mientras se deleitaba de mis emociones casi podía sentir como las saboreaba.
-la verdad es que si, es excitante la propuesta- dije pensativa
-lose, piénsalo si te decides te veo en la dimensión acuosa mañana a la misma hora, bueno ahora tengo que irme, tengo trabajo, adiós _______, un gusto conocerte, sentir tus emociones y charlar un rato contigo- decía allí mientras se levantaba en paso firme.
-muchas gracias allí lo pensare, adiós- dije yo con una sonrisa.
-adiós- dijo mientras saltaba del techo desapareciendo en una estrella fugaz.
Volví a voltear a ver a Harry que estaba completamente dormido, sonreí para mis adentros- en poco tiempo me conocerás- baje las escaleras hasta que mis pies tocaron el suelo había sido una larga noche, estaba exhausta, camine hasta llegar al café rojo, donde vendían un delicioso chocolate caliente servido en tazas verdes que parecían platos, entre y salude al cajero, Robert, el era un amable ángel viejo con unos 3 mil años de edad, me senté en la misma mesa de siempre, la de la esquina, al lado de la ventana que tenia la chimenea en frente, me senté en el sofá color hueso y aspire el delicioso aroma del café, Robert llego con una cálida sonrisa dejándome el chocolate sobre la mesa.
-mmmmm… muchas gracias Robert- le dije viéndolo con una gran sonrisa, el me la devolvió con cariño
-puedo sentarme pequeña _______- me dijo con ternura
-por supuesto, con confianza- le dije
El se sentó lentamente, a la vista humana era una anciano de 75-78 años, en el mundo divino, era lo mismo.
-pequeña _______ ¿Cómo has estado?- me pregunto con calidez en su voz
-pues hoy me encontré con una afloreta, me dijo que sentía que yo estoy muy vacía- le dije a Robert, le tenia mucha confianza, era dulce y estos 10 años de conocerlo me la había pasado contándole mi vida humana, algunas cosas de Harry etc.
- oh querida tu sabes que las afloretas son muy impulsivas y dicen lo primero que piensan pero… - dejo la frase en el aire, suspendida, sin explicación.
-¿pero…?- le pregunte incitándolo a continuar.
-bueno ya llegaste a la edad, en donde todo se vuelve rutina querida, tu vida necesita ¡emoción!- me reí ante su comentario, su tono había sido muy divertido para un anciano.
.bueno la verdad es que ella me propuso a ir al mundo humano e interactuar con ellos, dice que habría mas aventura, pero no se no estoy convencida- dije bebiendo un sorbo de mi chocolate
-veras pequeña tu eres un ángel la aventura es necesaria, vivirás eternamente y es una oportunidad que no hay que desperdiciar-
-si pero ¿meterme entre los humanos como una intrusa? –
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Cuando un Ángel llora (Zayn, Harry y _____)
FanfictionEl otro mundo siempre ha sido algo que el humano promedio siempre ha querido descubrir. Los humanos siempre han estado sometidos en una religión la cual siempre les ha hablado de la existencia de dos entidades: una buena y una mala. Y siempre han es...