Capítulo 25

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Narra Hermione

Eran las ocho de la mañana del uno de enero, Caelus, al igual que Andy y Beth, estaba durmiendo todavía, por lo que silenciosamente fuí a mi habitación para escribir una carta a _____. Necesitaba decirle todo lo que había ocurrido cuanto antes. Era mi culpa haber desvelado su mayor secreto, y era mi culpa el que todo ahora fuese más complicado de lo que debería.

Después de media hora, había terminado de escribir una carta que medianamente había quedado a mi gusto, sólo me quedaba enviarla. Si usaba la lechuza de Caelus probablemente él tarde o temprano lo sabía, por lo que mi mejor opción era  hechizarla para enviarla por correo corriente a la casa que hacía de puerta con el mundo Muggle. Con suerte algún elfo la recogería y se la entregaría.

Despu's de encontrar los sellos pertinentes y pegarlos en el dorso de la carta, la hechicé para que se enviase sola al buzón de correos, ya que si lo hacía por mí misma Caelus lo descubriría.

Una vez segura de que todo estaba correctamente, me dirigí de nuevo a la habitación de Caelus, donde este se veía plácidamente durmiendo.

Con cuidado para no despertarle entré en el baño y llené la bañera ya que no tenía más sueño y necesitaba relajarme.

Cuando comprobé que la bañera ya se había llenado de espuma y agua a la temperatura que quería, me desvestí y me metí dentro.

Una vez tumbada en la bañera pude notar como mis músculos se relajaban y mi mente se quedaba en blanco.

La tranquilidad reinabba en la casa, y ni un alma  podía oírse desde el baño.

No sé cuánto tiempo estuve en ese estado de tranquilidad, pero cuando comencé a notar que el agua estaba enfriándose, me levanté y vacié la bañera para aclarar mi cuerpo y salir de la bañera.

Sin prisa enrollé una toalla a mi cuerpo para después secar con otra un poco mi pelo mojado y salir de la habitación para comprobar si Caelus estaba despierto.

Claramente seguía dormido, pero no por mucho tiempo, ya que un grito hizo que ambos nos alarmásemos y nos mirásemos con una sonrisa.

Con prisa nos dirigimos hasta la habitación de donde había provenido el grito, para al abrir la puerta encontrarnos a un Andy en boxers sentado en la cama sujetándose su estómago y a una Beth cubierta por al sábana de la cama de pie al lado de la cama.

-¿Qué es lo que ha pasado?-Preguntó Caelus con falsa sorpresa.

-¿Qué hace este pervertido en mi cama?-Preguntó ella enfadada.

-¿De qué hablas? Eres tú la que se encuentra en mi cama.-Dijo algo más recuperado del probable golpe que Beth le había propinado.

-Explicaos.-Dijo Caelus intentando no reírse.

-Esta mañana, cuando me he despertado he visto que el degenerado de tu amigo me estaba abrazando mientras que ambos estábamos en ropa interior. ¡Sólo dios sabe lo que ha podido hacer!-Exclamó alterada Beth.

-¿Yo? Perdona, ¡Yo estaba durmiendo tranquilamente cuando sin ningún motivo me has golpeado!-Dijo Andy claramente enfadado mientras buscaba algo.-¿Donde cojones está mi varita?

Intentando aguantar de buena forma la risa, Caelus convocó dos varitas, las cuales se depositaron en su mano izquierda. Con tranquilidad, lanzó una a cada uno para después cruzarse de brazos.

-Ahora que estáis armados...¿Vais a mataros o me permitiréis explicar lo que pasó ayer?-Preguntó Caelus fingiendo estar enfadado.

Con rapidez ambos usaron sus varitas para vestirse con rapidez y asentir a sus palabras.

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora