Capítulo 54

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Todos los alumnos se encontraban tal y como los habíamos dejado cuando nos habíamos marchado para luchar contra Severus.

En ese momento, sabiendo que mi plan era conocido por el resto de profesores, me encaminé hasta las afueras de la escuela para reforzar en algunas zonas la barrera. No podía permitir que cayese.

Justo cuando terminé, me encontraba al lado del lago negro. Este reflejaba la noche en sus aguas mientras que los inferi parecían encontrarse a la espera de que la barrera cayese. Voldemort estaba aquí, y tenía que hacer algo para proteger no sólo a los alumnos, si no también a todas las criaturas. Necesitaba que al menos tuviesen conocimiento de que la guerra pronto se desataría en los terrenos del colegio, y de querer huir y protegerse, podrían hacerlo en el bosque que rodeaba mi mansión. No sabía cómo haría para llevarlos a todos, pero no podía permitir que fuesen dañados en una guerra que ni siquiera era relacionada con ellos.

Después de suspirar suavemente, conjuré un patronus que traspasó la barrera para entrar en el bosque prohibido. 

No había pasado demasiado tiempo, pero cada segundo que pasaba a la espera de que mi patronus volviese con la respuesta me estaba asfixiando. Justo cuando estaba a punto de repetir mi acción dudosa de que sólo un patronus hubiese sido suficiente, el guepardo volvió con rapidez hasta mi lado, negando y diciendo con la voz del centauro Bane que se quedarían a luchar. Hogwarts también era su hogar y lo protegerían.

Con un suspiro de preocupación, ya que sabía que a causa de esto tendríamos más probabilidades de ganar pero también de ver morir a criaturas mágicas que se habían visto arrastrados a esta situación, me marché de vuelta hasta el gran comedor. 

Justo cuando estaba a punto de atravesar la puerta, una gran presión se instauró en mi cabeza, mostrándome que querían usar legeremancia en mí. Con tranquilidad, cerré completamente mi mente, cosa inútil ya que cuando entré en la sala, a través de mi legeremancia, comencé a escuchar el mensaje que resonaba en sus cabezas.

-Sé que os estáis preparando para luchar.-Hubo gritos entre los estudiantes; algunos de ellos se agarraron a otros, mirando alrededor aterrados en búsqueda de la fuente del sonido.-Vuestros esfuerzos son inútiles. No podéis luchar contra mí. No quiero mataros. Tengo un gran respeto por los profesores de Hogwarts. No quiero derramar sangre mágica.

Ahora hubo silencio en el Comedor, el tipo de silencio que presionaba contra los tímpanos, que parecía demasiado enorme para ser contenido por las paredes. Gracias al estado de bloqueo y silencio en el que todos se encontraban, pude apreciar que la orden ya había llegado al castillo, haciendo que mi preocupación disminuyese.

-Entregadme a Harry Potter, y no se os hará daño. Entregadme a Harry Potter y dejaré la escuela intacta. Entregadme a Harry Potter y seréis recompensados. Tenéis hasta medianoche.-Dijo la voz de Voldemort.

El silencio se los tragó de nuevo. Cada cabeza se giró, cada ojo de la habitación pareció posarse en Harry. Entonces una figura se salió de la perfecta formación de Slytherin, y reconocí a Pansy Parkinson cuando levantó su brazo tembloroso y gritó:

-¡Pero está allí! Potter está allí. ¡Que alguien lo coja!

Antes de que nadie pudiera hablar, hubo un movimiento generalizado. Los Gryffindors que se encontraban a los lados de Harry se habían levantado y se enfrentaban a los Slytherins. Entonces los Hufflepuffs se movieron con rapidez junto a los Gryffindor, y casi al mismo tiempo los Ravenclaws imitaron el movimiento, todos protegiendo a Harry, todos mirando a Pansy mientras que extraían sus varitas y la apuntaban.

-Gracias, señorita Parkinson . Abandonará el comedor la primera con el señor Filch. El resto de su Casa puede seguirla.—Dijo la Profesora McGonagall con voz cortante.

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora