Capítulo 44

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Con rapidez, entré en la casa de Caelus para con un par de hechizos recoger mi equipaje y el de Sirius. Si tenía que esconder al hijo del señor tenebroso y poseía todas las facilidades para ocultarlo, ¿Por qué no aprovecharlo para estar también con Sirius?

Estaba encogiendo mi equipaje cuando Caelus apareció por la puerta de la habitación de Sirius, lugar donde actualmente me encontraba.

-¿A dónde vais?-Preguntó con el ceño fruncido.

-El que no debe ser nombrado me obliga a ir a Hogwarts a cuidar el hijo que ha tenido con Bellatrix, y aprovechando que nadie puede verle o saber de su existencia he decidido llevarme también a Sirius.

-¿Estás loca? ¿Y si visita a su hijo?-Preguntó furioso.

-No lo hará. Ese bebé sólo recibirá su atención cuando tenga al menos cinco años, que es la edad a partir de la cual puede introducir su podrida alma en su cuerpo para así sobrevivir eternamente.

-Primero Hermione se marcha con Weasley y Harry, y ahora tú vuelves a Hogwarts con Sirius a sabiendas de que es muy peligroso.-Me reclamo furioso.

-Caelus, te quiero, pero no puedo hacer otra cosa. No espero que lo entiendas ni que lo aceptes, sé que es pedirte demasiado, pero no existe otra solución.-Dije seria.

-Haz lo que te dé la gana, pero pero recuerda que cuando necesites ayuda no acudiré en tu auxilio.-Respondió enfadado saliendo de la habitación.

Suspiré pesadamente a causa de las palabras de Caelus. Esperaba que su reacción fuese así, ya que siempre poseyó el carácter explosivo de los Black, y la situación no había sido en lo absoluto favorable. En su lugar, yo hubiese reaccionado igual, conocía a mi mellizo, además, estaba segura de que si en este mismo instante solicitase su ayuda por estar en peligro, a pesar de sus palabras, lo haría.

Con tranquilidad, entré en mi maleta y descendí por las escaleras para encontrarme con Haftid.

-_____, ¿Qué hace su bebé aquí?-Preguntó extrañado al verme con Sirius en los brazos.

-Tengo que esconderle, y el mejor lugar es la enfermería que guardo aquí.-Respondí mientras caminaba a esta y entraba por la puerta.

-¿Quiere que me quede aquí vigilando mientras usted está ocupada?-Preguntó entrando en la enfermería detrás mía.

-Sí. No quiero que le pase nada.- Respondí mientras hacía que apareciese una cuna en la cual le coloqué.

Después de que Haftid se enrollase a su alrededor para protegerle, me  marché y cerré mi maleta para después invocar varios patronus para notificar a la orden sobre mi decisión de volver a Hogwarts como profesora de Runas. Estaba segura de que a ellos tampoco les gustaría mi decisión, pero seguramente terminarían aceptándolo ya que podría proteger a sus hijos desde dentro, siendo el apoyo de Minerva.

Después de ver volver a todos los patronus que había enviado, me aparecí en la plaza de Hogsmeade, lugar donde ya me estaba esperando Filch en un carro para llevarme al castillo.

Nada más verme, me sonrió con su podrida dentadura para observar mi maleta.

-Buenos días señorita Black, ¿Me permite su equipaje?-Preguntó claramente interesado mientras hacía un ademán para tomar mi maleta.

-Ni se le ocurra poner sus sucias manos en mi equipaje.-Respondí sin el mínimo atisbo de cortesía.

-Lo lamento, pero el nuevo director me pidió revisar el equipaje de todo profesor que constase en el profesorado el curso anterior.-Respondió ligeramente intimidado por mi actitud.

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora