Capítulo 56

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Con rapidez, me aparecí en la casa e los gritos para después transformarme en guepardo y correr por el laberinto hasta llegar al sauce boxeador, donde con rapidez golpeé el nudo y corrí hacia el castillo, pero antes de siquiera salir del alcance del sauce boxeador, escuché los pensamientos de Harry.

En silencio, y sin que se dese cuenta gracias a mi hechizo desilusionador, me aseguré que no había nadie a los alrededores para acercarme lo suficiente.

-Harry.-Susurré esperando a que respondiese.

-¿_____?-Preguntó claramente confundido.

-Sí, no me digas que vas a encontrarte con Voldemort.-Respondí claramente contrariada.

-No intentes detenerme. Sé que conoces las razones por las que lo hago, y además, por mi culpa has perdido al padre de tus hijos.-Dijo completamente neutro.

-Hasta donde yo sé, fue culpa de Nagini, tú en ningún momento fuistes el causante de su muerte.-Respondí con tranquilidad caminando a su lado mientras observaba cómo se quitaba la capa de invisibilidad y la guardaba.

-Veo que no te sorprende el que sepa toda la verdad.-Mencionó Harry mientras sacaba de su bolsillo la snitch dorada.

-Antes de ver el cuerpo de Severus, pude ver que poseías un frasco con recuerdos. No se necesita ser muy inteligente para atar cabos.-Respondí con tranquilidad.

Por mucho que me doliese, no podía decirle a Harry que Severus seguía vivo, o en un descuido, Voldemort podría intentar entrar en su mente y saberlo. No podía arriesgarme.

-Es gracioso, Dumbledore me dejó esta Snitch, pero todavía no sé cómo abrirla. Hermione me dijo que estas tenían memoria táctil, pero cuando todavía no ha sucedido nada.-Meditó Harry claramente contrariado.

-¿De qué partido fue?-Pregunté intentando ayudarle.

En ese momento, una sonrisa se apoderó del rostro de Harry. Claramente estaba evocando en su mente un recuerdo que le hacía sentirse feliz.

-Esta es la Snitch de mi primer partido.

-¿Cómo fue?-Pregunté queriendo que ese recuerdo no se escapase de su mente para que al menos, antes de morir recordase sus buenos momentos.

-Es verdad. Tú no estuvistes en el partido... Bueno, la verdad es que fue bastante extraño. Dudo que en otro partido de Quidditch se lanzase un confundus, el buscador perdiese el control de su escoba, y terminase por atragantarse con la snitch.-Respondió para después abrir sus ojos de par en par.

Con rapidez y sin decir nada, Harry posó la Snitch en sus labios para después ver cómo se abría delante de nuestros ojos. En ese momento, Harry cerró los ojos y giró la piedra en su mano tres veces. Supe lo que había sucedido porque oyó suaves movimientos a su alrededor, que sugerían la presencia de frágiles cuerpos pisando el terreno arenoso, lleno de ramas, que marcaba el borde exterior del bosque.

No eran ni fantasmas ni cuerpos vivientes. A lo que más se parecían era al Riddle que había escapado del diario hacía ya tanto tiempo, y había sido una memoria casi sólida. Con menos sustancia que cuerpos vivientes, pero mucho más que simples fantasmas. Estos se acercaron a Harry con la misma cariñosa sonrisa. James era exactamente de la misma estatura que Harry. Llevaba la  ropa que solía usar cuando lo conocí, con el pelo despeinado y revuelto, y las gafas un poco ladeadas, como las del señor Weasley.

Sirius parecía alto y guapo, y muchísimo más joven de lo que había aparentado en sus últimos días. Caminaba a zancadas con estilo, las manos en los bolsillos y una amplia sonrisa en su cara.

Lupin también tenía un aspecto más joven y mucho menos desgastado, su pelo estaba más espeso y oscuro. Parecía feliz de haber regresado a ese lugar tan familiar, escenario de tantos vagabundeos adolescentes.

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora