Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)

Capítulo 50

Actualmente me encontraba en la biblioteca de Hogwarts, más concretamente en el ala prohibida. ¿La razón? Necesitaba saber dónde se encontraba la capa de invisibilidad original.

Por lo que había logrado descubrir después de muchas investigaciones es que la piedra estaba en paradero desconocido, y la capa sin identificar su poseedor ya que existían más de una. 

Por otra parte, acudí lo más rápido que pude a la tumba de Dumbledore para tomar la varita de sauco, pero cuando llegué ya era demasiado tarde. Voldemort había profanado la tumba y la había robado. Tenía que esperar al final de la guerra para poder tomarla.

Sobre la capa, lo único que pude deducir era que esta debía haber sido pasada de generación en generación por familiares, ya que a diferencia de las demás está con el tiempo no perdía su poder. Había muchas probabilidades de que fuese la que se encontraba en posesión de Harry, No podía obviar las demás posibilidades, no cuando la seguridad de mis hijos y el mundo mágico estaba en juego.

Estaba a punto de dejar la búsqueda cuando entre los libros relacionados con las capas de invisibilidad encontré una donde aparecía que un tal August Potter había tenido en su posesión una capa de invisibilidad heredada de su padre, un destacado pocionista. Haciendo memoria, recordé que la capa de Harry había sido heredada por su padre, y que para realizar el mapa del merodeador también habría tenido que ser usada, por lo que ya superaba el periodo de utilidad de una capa de invisibilidad común, y si esta hubiese sido hechizada con un potente conjuro desilusionador, su efecto debería haber desaparecido con la muerte de quien lo había realizado.

Indudablemente la capa estaba en posesión e Harry, hecho que me resultaba tranquilizador al saber que podría encontrarla con facilidad. El único problema era que al ser una reliquia familiar, probablemente sería difícil hacer que se desprendiese de ella , sobre todo teniendo en cuenta que era lo único que tenía de su padre.

Con un suspiro caminé hasta salir de la biblioteca para dirigirme hacia el comedor. Sabía donde se encontraban dos de las tres reliquias, y todavía me faltaba encontrar la última, que seguramente se encontraba en manos de Harry, ya que Albus se encargó de que fuese el señor de la muerte para asegurarse de su supervivencia después de que el horrocrux que se encontraba en su interior se destruyese.

Estaba a punto de llegar al gran comedor cuando de repente ví a Kraesiva delante de mí. Recordando que se la había dejad a Hermione para poder contactar con ella, con rapidez me agaché para dejar que se enredase en mi brazo.

-¿Qué ha sucedido?-Pregunté seria mientras caminaba de vuelta hacia mi habitación.

-La muchacha con la que me dejastes me ha pedido que te diga que necesitan tu ayuda para irrumpir en el banco de Gringotts. Por sus palabras, necesitan un cabello de Bellatrix Lestrange y que dentro de dos días acudas al refugio.-Respondió con tranquilidad.

-No será necesario que le envíes mi respuesta, iré hoy mismo.-Le respondí mientras hacía que se escondiese en uno de los pliegos de mi túnica para después caminar con prisa hasta mi habitación, lugar en el cual dejé a Kraesiva para vestirme.

El conjunto que elegí era elegante, formal y recatado, como debía ser para que mi plan saliese a la perfección.