Capítulo 38

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En silencio, Hagrid y yo nos dirigimos hasta la entrada de la madriguera para llamar a la puerta.

Todo exteriormente parecía estar igual que siempre, pero incluso desde fuera podíamos notar cómo el ambiente era tan denso que ni si quiera una simple luciérnaga se atrevía a aparecer por muestro campo de visión. Era como si el sonido hubiese sido olvidado, como en las películas de Blanco y negro donde estabas seguro de que existía un sinfín de ruidos pero no se captaban a causa de que la cinta no podía hacerlo.

Rápidamente varias voces se escucharon y la puerta principal se abrió para dejarme ver a mi hermano. Claramente el efecto de la poción multijugos se había pasado como en el resto de toso nosotros, encontrándonos cómicamente vestidos igual a Harry, como si todos hubiésemos decidido disfrazrnos de él.

Por su parte, Celus estaba mirándonos atentamente a mi y a Hagrid, seguramente reconociendo nuestras auras en pos de asegurarse de nuestra identidad, para en pocos segundos dejarnos pasar.

-No hay problema, son ellos.-Dijo haciéndose a un lado y guiándonos hasta la sala de estar sin dejar desaparecer esa expresión de preocupación que poseía en su rostro.

-¿Quienes faltan por llegar?-Pregunté ligeramente preocupada.

-Sólo Ojoloco y Mundungus-Respondió guiándonos a la sala de estar.

Interiormente no pude evitar preocuparme. Mundungus no era de confianza, por ello Ojoloco decidió ir con él.

-¡Menos mal, _____ podrá hacer algo!-Escuché decir a Molly.

Con prisa e imaginando lo peor, corrí hasta el sofá donde todos se encontraban rodeando a George.

-¿Qué ha sucedido?-Pregunté alarmada.

-Estaba volando con su escoba cuando al esquivar una imperdonable Ruy alcanzado por una maldición. Hay que ser idiota.-Dijo entre risas débiles.

-Bien, necesito que os aparteis. Estas heridas están malditas y estoy segura de que será un trabajo complejo acuarelas. No puedo hacerlo con tantos al rededor.

Mis palabras hicieron que todos comenzarán a marcharse aunque en sus rostros mostraban cierta resistencia a hacerlo.

Sin decir nada más comencé a usar cancelaciones de hechizos para comenzar a anular la maldición.

Conocía el conjuro, era un sectumsempra, y estaba segura de que intencionadamente había esquivando gran parte del hechizo.

Mentalmente me recordé el decirle a Severus que su ataque se había quedado sólo en la pérdida de una oreja, aunque seguramente no le agradaría saber que había dañado a alguien.

-¿Sobreviviré?-Preguntó George ligeramente serio, algo poco común en él.

-¿A caso lo dudas? Tendré que hacer un gran trabajo de reconstrucción, pero sólo te quedará una cicatriz cerca de la oreja.-Respondí con tranquilidad.

-Muchas gracias. Estoy seguro de que cualquiera otro se habría limitado a decir que me quedaría igual que ese pintor muggle.-Dijo entre risas.

-Nunca hubiese creído que conocieses a Van Gogh.-Exclamé con una sonrisa.

-Bueno, escuchar de vez en cuando a Hermione es lo que tiene.

Sin decir nada más atraje una de mis pociones para estimular el crecimiento celular y se la tendí.

-Tendrás que beberla, y te aviso, no está buena.

George tomó el baso, y  lo levantó ligeramente hacia mí  para después llevárselo a los labios y comenzar a beberlo. 

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora