SEGUNDA TEMPORADA DE VOLVER A AMAR. SI NO HAS LEIDO LA PRIMERA PARTE TE ACONSEJO LEERLA.
_____ Black Se encuentra en una situación catastrófica. Gran parte de las personas a las que ama han muerto y se culpa por no haber podido evitarlo.
¿Será capaz...
Con prisa me levanté para comenzar a vestirme. Hace dos minutos, me encontraba dándole el biberón a Sirius cuando de repente el patronus de Narcissa irrumpió en la habitación diciéndome que Bellatrix había capturado a Hermione, a Ron y posiblemente a Harry.
Tenía que acudir para ayudarles a escapar de cualquier forma o terminarían en el mejor de los casos muertos.
Con rapidez terminé de colocarme mi ropa para mirarme al espejo. No podía parecer alterada o Bellatrix y Lucius sospecharían.
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Una vez segura de que todo estaba correcto, entré con prisa al salón para llamar a Toby.
-Cuida de los pequeños, y si alguien desconocido entre déjaselo a Haftid.-Dije con rapidez para entrar a la chimenea.
-Señora, ¿No piensa dejar un mensaje por si el señor viene?-Preguntó dudoso.
-Ve a las cocinas y dile a Dobby que acuda a la residencia Malfoy. Si necesito contactar con Severus él te avisará.
Toby no dudó y obedeció mis órdenes al instante, ya que desapareció con un plof de mi vista. Más tranquila, tomé los polvos flú y me transporté hasta la chimenea de la mansión Malfoy.
Allí se encontraba Narcissa completamente alterada mientras los gritos de una mujer resonaban por la mansión.
-No he podido avisar antes, está torturando a la chica.-Dijo mirando hacia los lados.
-Tranquila, yo me ocuparé.-Respondí con tranquilidad nada más ver a Dobby a espaldas de Narcissa durante unos segundos antes de volverse invisible.
Sin esperar más, me adentré en la mente de Dobby para decirle que se dirigiese a las mazmorras a sacar a Ron y Harry mientras que yo intentaría salvar a Hermione de seguir siendo torturada.
Con tranquilidad, entré en la habitación donde pude ver cómo Bellatrix tenía a Hermione en el suelo gritando de dolor mientras sostenía un cuchillo. Sin dudarlo, hice aparecer una capucha y mi máscara de mortifaga para que Bellatrix no supiese que Hermione conocía mi identidad.
-¿Puedo participar?-Pregunté con una sonrisa mientras me acercaba.
Bellatrix, al verme, secó el sudor de su frente para sonreír de forma macabra.
-Que bien verte Lyrio, estaba apunto de dejarle un regalito en su brazo, pero a tí se te dá mejor. Necesito que hagas que hable.-Respondió felíz.
Sin dudarlo dos veces me acerqué para entrar en su mente lo suficiente como para que escuchase mis pensamientos.
-Hermione, soy _____, Cuando te avise grita.-Dije en su mente para escuchar cómo aceptaba.
Sin dudarlo me acerqué y tomé el cuchillo de las manos de Bellatrix para sin que se diese cuenta, crear una ilusión deformable con la cual fingiría cortarle cuando en realidad no sentía ni sufría ningún daño.
