Capítulo 27

3.3K 266 38
                                    

Me desperté cansada y con pocas ganas de levantarme. Cada vez estaba más cansada físicamente y a pesar de que la barriga no me molestaba tanto por no ser demasiado grande todavía, hace ya varios días que mis rutinas me resultaban imposibles de realizar debido a las acrobacias, y me estaba limitando a caminar por el bosque y el Castillo.

Por otra parte, McGonagall sería hoy informada de mi embarazo y de la decisión de que fuese la madrina de nuestro hijo, aunque creería que Severus no estaba informado para así evitar que desconfiase de mí después de la muerte de Albus.

Con cuidado tomé el paquete que tenía preparado. No en balde, hoy también era el cumpleaños de Severus, y tenía un regalo par él. No quería repetir mi pifia de hace años ahora que nos teníamos que ver mucho menos.

Con tranquilidad me levanté de la cama y me dirigí a mi armario para tomar un conjunto cómodo.

Después de asegurarme de que mi conjunto estaba correctamente confinado y que el gorro blanco no desentonar con mi pelo, me preparé para ir a la lecucería Ya que no me gustaba tenerla en las mazmorras a pesar de estar permitido.

Salí por donde siempre se situaba la entrada de mi habitación, ya que deseaba pasear un poco.

A esta hora había muy pocos alumnos despiertos rondando el Castillo, ya que todavía faltaba una hora para el desayuno, así que me pasaré con tranquilidad saludando a algún que otro alumno.

Estaba subiendo por las escaleras del tercer piso cuando me encontré con Hermione.

Al verme se sorprendió bastante, por lo que la miré fijamente.

- _____, ¿Cómo es que estás por aquí a estas horas? -Preguntó extrañada mirando mi conjunto.

-La verdad es que tengo que enviar una carta a través de mi lechuza...¿Tiene algo raro mi ropa?-Pregunté al ver que no apartaba su mirada de mi conjunto.

-No se... Parece ropa tuya, pero tiene algo extraño.-Respondió meditando su respuesta.-He terminado el informe de error sobre la luparia.

Al escuchar su última frase la miré extrañada.

-Esa tarea ya te la mandé y corregí hace dos años.-Dije mirándola sin entender del todo sus palabras.

-Lo sé, sólo necesitaba asegurarme de que eras tú de verdad.-Respondió más tranquila.

-¿Y ahora me puedes decir qué es lo que me ves tan raro?-Pregunté enfadada.

-Es sólo que nunca usas zapatos planos a no ser que sea estrictamente necesario, y no sueles usar gorros, y menos del color de tu cabello.

Al oír sus palabras me dijo cuenta de que tenía razón. Yo nunca hubiese llevado unas zapatillas a no ser que tuviese que salir al bosque a dar clases, cosa improbable porque runas antiguas se imparte en un aula.

-Digamos que hoy no es mi mejor día...-Respondí haciendo desaparecer el gorro.

-Lo entiendo. No pareces haber descansado mucho, y hoy es el cumpleaños del profesor Snape.

Al escuchar sus palabras la miré extrañada.

-¿Cómo lo sabes?

-Bueno, he de admitir que cuando en primero teníamos sospechas de que el profesor Snape quería robar la piedra filosofal para el que no debe ser nombrado, averigüé algunos datos sobre él.-Respondió avergonzada.

-¿Y qué encontraste?-Pregunté interesada.

-No mucho. Supe su fecha de nacimiento, que fue parte de Slytherin y que se graduó con altas notas en todas las materias. Del resto no pude encontrar nada.

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora