Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)

Epílogo

Ya habían pasado quince años desde la guerra. Tantas cosas se perdieron esos días. Familiares y amigos por igual dieron su vida sólo para detener a un único hombre, que guiado por el odio e ideales dañinos, hizo todo lo que estuvo en su mano para poder tener todo el poder.

¿Cómo la codicia humana pudo dañar tanto y convencerse a tantos para luchar a su lado? ¿Cómo ideales antiguos basados en el odio pudieron prevalecer tanto tiempo?

Muchos se hacen las mismas preguntas lamentándose de lo que hicieron, y otros simplemente se justifican usando como excusa la crueldad de la guerra. Extrañamente yo nunca fui como ninguno de ellos. Mi único arrepentimiento es el de no haber podido salvar a varios seres queridos a los que siempre añoraré. Se que hice cosas horribles y sé que no me puedo escudarse en que fue por culpa de la guerra, pero no me arrepiento de nada. Si no fuese como soy ahora nunca hubiese conocido a la única persona a la que amo y podré amar de verdad. Mi único amor, es padre de mis hijos y mi esposo: Severus Snape.

-¿Ya as terminado con ese diario?-Preguntó un Severus claramente molesto.

-Llevo lista más de media hora, ¿Ocurre algo?-Contesté extrañada por su actitud.

-Delphini está encerrada en su habitación y no quiere salir. Según Miluk es algo sobre el vestido.-Respondió suspirando.

-Era de esperarse.-Dije poniéndome de pie para guardar el diario en el cajón de la mesita.

-Todavía no entiendo esa manía de escribir diarios.-Comentó Severus mientras se ajustaba el nudo de su corbata.

-Me gusta recordar las cosas importantes tal y como pasaron, y eso solo se logra a través de diarios. Pienso guardarlos todos en un lugar específico bajo un hechizo que solo yo conozca para en mis siguientes vidas leerlos.-Respondí con tranquilidad para besar su mejilla. 

Eres demasiado meticulosa... ¿No crees que es mejor reencarnar como las veces anteriores?-Preguntó ligeramente preocupado.

Con media sonrisa, me situé delante de él para ajustar bien el nudo de su corbata.

-Así evitaré el final del mundo... Además, sabré identificarte y en siguientes vidas podrémos estar juntos desde el principio.-Respondí con simpleza.

-Pero yo no te recordaré, puede que te haga daño sin saberlo, y eso no podría perdonármelo.-Respondió serio.

-Bueno, siempre puedes pedirle a Seth que te permita conservar tus recuerdos. Así simplemente nos encontraríamos y seguiríamos juntos.-Dije con una amplia sonrisa.

-¿Crees que aceptará tan fácilmente?-Preguntó escéptico.

-Él no es como Selene. Estoy segura de que no te odia, nunca le has hecho directamente nada. Y en lo relativo a "mi primera madre" ambos sabemos que decidió cortar hace siglos el contacto con nosotros.-Respondí simple.

-Todavía no puedo comprender cómo ella no quiere tener contacto con vosotras. Parece algo más propio del dios de la muerte que de la diosa de todas las criaturas mágicas.-Dijo Severus meditabundo.

-Las apariencias siempre engañan. Ella siempre estuvo muy ocupada, y el único motivo por el que nos trajo al mundo fue para proteger la naturaleza y sus criaturas. A pesar de haber nacido del amor, ella nunca nos vió como otra cosa que otra de sus criaturas. Sin embargo, Seth, que es el dios de la muerte, cuando nos tuvo quiso actuar como padre ya que sabía que de él era prácticamente imposible que naciese vida, una que no tenía porqué extinguirse. Por ello, él si se preocupa y desea que formemos parte de su familia.

  -¿Cómo lo sabes?-Preguntó Severus sorprendido.

-Hace varios días pareció en uno de mis sueños para decirmelo, devolviéndome parte de mis recuerdos de cuando nací por primera vez.-Respondí tranquilamente.