Capítulo 22

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Narra hermione

Me desperté con ganas de darme la vuelta y seguir durmiendo, pero no lo logré a pesar de la oscuridad que reinaba en la habitación. Con pereza traté de estirarme en la cama para levantarme, pero un agarre en mi cintura me lo impedía. Con cuidado me giré para ver cómo Caelus dormía profundamente. Sin poderlo evitar sonreí, ya que a pesar de llevar todas las vacaciones de navidad aquí, todavía no me había acostumbrado a despertar junto a él. 

Con cuidado acaricié su rostro para despertarle, cosa que funcionó a pesar de parecer muy cansado.

  -Buenos días.-Dijo con voz ronca mientras acariciaba mi cabello con una sonrisa.  

-¿Qué hora es?-Pregunté con una sonrisa por sus caricias

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-¿Qué hora es?-Pregunté con una sonrisa por sus caricias.

Todas las mañanas siempre hacía lo mismo, cada vez que lo despertaba me sonreía de una forma que hacía que toda mi piel se erizase y una sonrisa tonta se formase en mis labios.

-Son las... once de la mañana.-Respondió para después dejar un casto beso en mis labios.

-¿Tan tarde?-Pregunté confusa.

-Sí, últimamente estamos trasnochando demasiado, aunque no me quejo.-Respondió con una sonrisa pícara.

Sin poder evitarlo fruncí el ceño a causa de sus palabras, pero sin poder evitarlo me reí.

-Eres un sátiro.-Le recriminé mientras me levantaba.

-Todavía no te he oído quejarte.-Respondió riéndose mientras colocaba sus manos debajo de su cabeza para observar cómo me encaminaba hacia el baño.

-Voy a ducharme, y recuerda que tenemos que comprar todo para la cena.-Dije tomando del armario unos pantalones vaqueros azules y un jersey de color rosa palo.

-Si quieres te acompaño.-Respondió Caelus sentándose en la cama.

-¿A comprar?-Pregunté intentando no reírme ya que para ir al pueblo necesitaba que me llevase.

-Y a la ducha.-Respondió alzando una se sus cejas con una expresión divertida.

-Mejor ve preparando el desayuno y mira qué podemos comer al medio día.-Respondí cerrando la puerta del baño.

Sin esperar más me desvestí y me introduje en el plato ducha mientras observaba la bañera. La mampara del baño era totalmente transparente y la bañera se encontraba aislada en uno de los lados del baño. Al otro lado lo que se encontraba era un lavabo doble, indicando que era posiblemente la habitación principal, aunque sin haber visto por completo toda la casa no estaba segura.

Cuando terminé de ducharme me vestí y sequé mi cabello para comprobar que mi reflejo en el espejo era medianamente decente. Sorprendida, vi que mi cabello se encontraba colocado correctamente, por lo que con un hechizo terminé de arreglarlo para salir del baño.

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora