Capítulo 55

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No corrí durante demasiado tiempo, ya que justo cuando estaba a punto de girar la esquina, escuché un fuerte estruendo cerca del sitio desde donde me había despedido de los chicos.

Dudaba si debía ir o no, ¿Y si alguno había resultado herido? Pero ¿Y si por el contrario todos estaban bien y por no ir al lado contrario alguien moría? Tomase la decisión que tomase, siempre había un alto umbral de probabilidades de error, pero tampoco me podía quedar de brazos cruzados.

Corrí lo más rápido que pude hasta llegar al lugar donde se encontraban Harry y los demás. La escena que me encontré fue catastrófica, podía ver claramente tres cabelleras pelirrojas, una castaña y otra azabache rodeando un cuerpo inerte. Claramente uno de los nuestros había caído, y no parecía haber ninguna esperanza. No obstante, corrí con todas mis fuerzas para llegar justo al lado de ellos.

Los weasley junto a Hermione y Harry se encontraban sollozando mientras observaban el cuerpo de posiblemente, la primera víctima de la guerra.

Percy Weasley nunca fue el miembro que más aprecié de la familia pelirroja, pero era un mago brillante y una buena persona. Como todos, se había equivocado en más de una ocasión, pero eso no eliminaba el hecho de que su muerte me hiciese odiar a todos los mortífagos aún más, si es que podía ser así.

-¿No puedes hacer nada?-Preguntó Fred llorando a Hermione.

-Nadie puede hacer nada, lo lamento.-Respondí yo a pesar de que sabía que mi respuesta sólo generalizaría el dolor que todos estaban sintiendo.

-No es justo, hace un segundo acababa de hacer su primera broma... ¡Incluso se había disculpado por haberse comportado como un idiota!-Exclamó George completamente afectado.

-De verdad que siento no poder hacer nada, pero su alma, hace ya tiempo que se ha despegado de su cuerpo. Si simplemente no me hubiese marchado con tanta prisa.-Dije reprochándome a mí misma esta situación.

-No es tu culpa, nadie podría haberlo predicho.-Respondió Ron completamente afectado mientras cerraba los ojos de su hermano.

-Si os sirve de consuelo, no sufrió.-Me limité a decir mientras me ponía de pie para caminar hacia la entrada del castillo. 

Bajé corriendo el siguiente tramo de escaleras y me encontré en un corredor lleno de duelistas. Los retratos a ambos lados de los luchadores estaban abarrotados de figuras gritando consejos y dando ánimos, mientras los mortifagos, tanto encapuchados como no, se batían a duelo con estudiantes y profesores. 

Dean Thomas estaba cara a cara con Dolohov, Parvati Patil con Travers. Pensé en atacarlos, pero teniendo en cuenta cómo estaban sucediéndose las maldiciones y los hechizos, había una fuerte probabilidad de herir a uno de mi propio bando. 

Mientras aguardaba preparada esperando la oportunidad de actuar, ví a Peeves que pasaba zumbando sobre ellos, dejando caer tubérculos Snargaluff pods encima de los mortifagos, cuyas cabezas fueron repentinamente engullidas por los serpenteantes tubérculos verdes que parecían gusanos gordos. Un puñado de estos tubérculos había caído sobre la Capa de invisibilidad de Harry, ya que podía observar cómo la criatura se movía intentando encontrar una víctima. 

-¡Allí hay alguien invisible!-Gritó un mortifago encapuchado, señalando el lugar donde probablemente se encontraba el trío.

Dean aprovechó al máximo la momentánea distracción del mortifago, dejándolo fuera de combate con un hechizo Aturdidor; Dolohov intentó desquitarse y, Parvati le disparó una Maldición de Cuerpo Atado.

COn prisa, aproveché la situación para usar la maldición asesina y terminar con la vida de esa despreciable criatura, también llamado Dolohov.

Travers, al ver a su compañero muerto, se abalanzó con furia hasta Parvati, creyendo que había sido cosa de ella, pero en ese momento, las acromántulas irrumpieron en la sala.

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora