Conflicto de los reinos

Capítulo nueve.

   Reinado de Meiru, año 1429. Una familia ha estado ocultando a su pequeña hija de cinco años desde que nació. Querían dejar de hacerlo, pero por la apariencia de la niña se les hacía algo difícil. Todas las personas de Meiru tenían el cabello negro, pero esta pequeña nació con una gran diferencia, su pelo era totalmente blanco.

Fue una sola semana en la cual dejaron que las personas, tanto adultos como niños conocieran a la pequeña chica albina, pero el trato hacia ella fue muy malo, los niños la discriminaban y se alejaban de ella por su cabello, sin mencionar que los adultos hablaban de ella como una futura bruja que arrasaría el país.

Los padres no pudieron con esta situación, y eso que solo fue una semana, por lo que el día de su cumpleaños, caminaron por el bosque. A lo lejos había una cabaña junto a una gran iglesia.

—Hey Amelia, ¿estás segura de esto?, es nuestra hija, no podemos, me opongo a hacer esto.

—Querido, la trataran pésimo, además trae vergüenza a nuestra familia, ella, ella, hmm, tiene el pelo blanco, nadie en todo el reinado que conozcamos lo tiene así.

— ¿Eso qué?, por eso vas a dejarla sola aquí, ¿para que muera?

—No morirá, alguien cuidará de ella, te lo aseguro.

—¿Quién será ese alguien?, no veo casas desde hace horas.

—Esa es la idea, para que no vuelva, y no resalte como bruja o fenómeno en Meiru, y seguro habrán unas monjas por aquí cerca que se harán cargo de ella..

— ¿Esa es tu decisión?

— ¿Tienes algo en contra?

—Sí, estoy en contra de dejarla aquí para morir.

—Pues entonces quédate con ella.

Pasaron unos minutos y la mujer salió de la cabañita, velozmente se dirigió a Meiru .

Una hora más tarde un trío de monjas pasaba por el sendero fuera de la cabaña. Escucharon el llanto de un bebé, y al lado el cuerpo muerto de un hombre, había sido apuñalado justo en el corazón. Las monjas limpiaron dentro, sacaron el cuerpo y lo enterraron a fueras de la cabaña, encima pusieron una cruz con ramas de un árbol que había a su lado. Terminado el funeral improvisado para el hombre, se llevaron a la niña a la iglesia que estaba cerca.