Llegó Erick por el jardín trasero del castillo y se dirigió a una choza, allí encontró a Damm con una gran fogata.
—Deberías dejar de hacer piromanía bruja.
—Estúpido, se llama piromancia.
— ¿Qué diferencia hay?
— Una se hace por gusto y la otra es para poder ver el futuro.
En ese momento entraba la princesa.—Mi am... digo, su majestad que le trae por aquí.
—Quisiera ver qué nos depara el futuro queridísima Damm, oh, y buenos días hermano.
— ¿Cómo que hermano?— gritó exaltado el sirviente.
—Ya lo sé, no hay para que ocultarlo.
—¿Tú se lo dijiste Damm?
—Si, lo hice, no hay nada de malo en revelar lo ocurrido.
—Además era obvio, somos iguales , mira sácate ese moño.
La reina extendió sus brazos y desató el cabello de Erick, que era más largo que el cabello de Rissellote.—Wow, es mucho más largo que el mío.
— A todo esto, aquí está lo que ordenó, tenemos muchas frutas.
—Muy bien, puedes retirarte, me quedaré con Damm un rato más.
—Solo debo decir que tenga cuidado con los hombres, majestad.
— Hablando de hombres, hermana, vendrá aquí el principe Federick para hacer unos tratados de paz y comercio, lo más probable.
—¡No puede ser!, Alista todo para una fiesta, y tu Damm, me quedaré contigo a solas, necesito que me ayudes.
A Damm se le iluminaron los ojos y empezó a babear un poco, mientras tanto el sirviente salía de la habitación.
Llegó la noche, estaba todo preparado para la fiesta, sirvientes, mucha comida, y música realmente agradable.
El rey de la isla venía en sus carruajes y notó los preparativos.
—Vaya, que calurosa bienvenida, hay muchas personas allí dentro, deben ser de su reinado, vamos chicos, entremos.
Fueron hasta la puerta y allí les recibió Erick, les hizo pasar y guardó sus pertenencias. Eran las nueve p.m cuando llegaron, se establecieron y acomodaron, hablaban con los habitantes, comían, disfrutaban de la buena música. Dieron las doce y era el momento del baile, la reina se había arreglado muy bien para llamar la atención del rey que había llegado. Comenzó una nueva ronda de música para el baile, Damm intentó sacar a la pista a Risellote, pero Erick la detuvo de la mano y bailó con la hechicera.
Risellote terminó bailando con Federick tal y como ella lo había planeado desde un principio. Pasaron varias canciones y momentos inolvidables en sus bailes, eran casi las dos de la mañana y la princesa le habló.— Hey, ¿A qué se supone que venías?
—Quiero la paz entre nuestros reinos, y además que nuestras carrozas y barcos de comercio puedan circular por estos territorios y los míos y quería saber si tú...
— Estoy de acuerdo con ello.
La reina se paró en medio y habló ante todos gritando para que se le escuchara.—De hoy en adelante nuestro reino tiene un tratado de paz y comercio con el reino de Isúh, gracias por su atención, ¡que siga está fiesta!— volvió y se tomó de las manos con Federick.
Bailaron un poco más e inclusive bebieron algo de vino, fue casi a las cuatro de la mañana en donde la princesa miró fijamente al Federick y le dijo.
— Cásate conmigo.
—No puedo princesa, lo siento.
— ¿Por qué no puedes?
— Ya estoy comprometido.
— ¿Con quién?
—La gobernante del reino vecino, su nombre es Franchesca.
— Pero, puedes tener dos esposas.
— No es así, ¿qué clase de hombre crees que soy?
—Yo, no lo sé, pero te am...
—Suficiente, no quiero oír más, me siento indignado con lo que dijiste, no soy un cualquiera, ya está hecho el tratado, terminando esta fiesta me iré junto a mis hombres. Y así fue, dieron las seis de la mañana, la fiesta terminó y el rey se retiró hacia su isla.
—Erick, prepara las tropas atacaremos al reino vecino y tú tendrás la tarea más difícil.
— ¿Estás segura que el ataque es la mejor opción?
— No me cuestiones, solo obedece y mata a la reina.
—¿Qué?, pero eso, no podría.
—¿No podrías?, Recuerda quién te sacó de la miseria hermanito, aún sin saber que lo eras.
—Tiens razón, siempre te lo agradeceré, pero quedé algo impactado con la petición.
—Ahora retiraté Erick.
Hubo un silencio en la sala.—Conocí a la reina cuando fuí al mercado por frutas, ella y yo tenemos...
—No me interesa, solo haz lo que te pido y punto, si la conoces es más fácil que la encuentres.
—Está bien Risellote.
Erick se marchó con una lágrima cayendo de su mejilla.
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Conflicto de los reinos
Fiction HistoriqueEl pequeño Timmy está en casa acompañado de sus padres y abuelos, como buen pasatiempo le comienzan a leer una antigua historia en la cual ocurren diferentes sucesos que imposibilitan la armonía de tres reinos. El problema mayor que enfrentan los re...