Capítulo veintitrés.

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Erick había salido del hostal en el cual pasó la noche, era muy barato, por lo que le quedaba mucho dinero para comprar aún más frutas exóticas del reino para satisfacer a Rissellote. Siendo las nueve de la mañana fue a darse un paseo por el mercado en e cual había estado ayer. Este mercadito estaba en los límites de la ciudad y estando allí empezó a ver los frutos de mejor calidad.
Mientras compraba unas guayabas una pareja pasó a su lado, sonreían, y se miraban fijamente. La chica desvío un poco la mirada para poder ver al sirviente, le sonrió y siguió el camino.
Erick quedó anonadado con aquella situación, además, aquella chica era realmente hermosa, ¿quién sería aquella muchacha?, le dejó sonrojado un buen momento.
Pasaron unas dos horas y el sirviente estaba viendo unas botas nuevas para comprarse cuando una ráfaga de viento azotó el lugar. Por frente de él vió un lujoso sombrero que era llevado por el viento, lo agarró, cuando miró a su derecha logró ver a la misma muchacha de antes que se tropezaba con él y ambos cayeron al suelo.

-¡Mi sombrero!- exclamó feliz ella.

-Tome señorita, debe tener más cuidado con sus pertenencias.

-Gracias, no me esperaba aquella ráfaga, ¿eres de por aquí?

-¿Por qué hace esa pregunta señorita?

-No te he visto antes por estos lugares.

-Entonces déjeme presentarme, mi nombre es Erick y vengo del reino de Ebius.

-Mucho gusto Erick, soy la nueva reina de este lugar, mi nombre es Franchesca y me gustaría conocer a todos por aquí, una buena gobernadora debería conocer a los habitantes de su nación.

Se agacharon ambos y levantaron la fruta que había caído al piso, y se miraron a los ojos.

-Su majestad, usted es muy hermosa, pero la ví caminando de la mano con un hombre, por lo que supongo que está usted comprometida.

-Exactamente, nos casaremos cuando el regrese de su reino, ahora está ajustando algunas cosas.

-¿Cuándo partirá?

-Saldrá de aquí pasado mañana, por la mañana.

-Iré a dar aviso, seguramente haremos una fiesta para darle la bienvenida.

-¿Te vas?

-Cuanto antes, pero, oh diablos, una vez un querido anciano me dijo, "no mueras quedándote con las ganas", y, entonces, aish, solo escucha con atención, eres hermosa, me has cautivado con tu cabello, rostro y sonrisa, me gustas, estoy seguro de eso.

La princesa Franchesca lo besó.

-Mira chico, eres hermoso de igual forma, pareces muy bondadoso, espero volver a verte más seguido, ¿qué te parece mantener algo en secreto?

-¿Está segura de esto?

-Segurísima.

-Pues será un secreto, la llevó a un callejón donde no hubiera nadie y se besaron muy apasionadamente, terminado el beso, el sirviente retornó en carroza a su reino, sin antes despedirse de Draco.

Conflicto de los reinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora