Risellote y Damm espiaban por una pequeña abertura de la puerta del sirviente. Este estaba tirado sobre la cama sollozando, sosteniendo en sus manos un dibujo que la Franchesca le había dado, era el dibujo del retrato de ella. En el mesón habían muchos papeles en blanco y otros escritos esparcidos por todo el piso. La pluma estaba empapada en tinta negra. Seguía sollozando, pareciera que nunca iba a acabar, con la boina tapaba su cabeza y sus brazos cruzados la cara.
-No sabía que el escribía- comentó la reina.
-Lo hace todo el tiempo, es su pasatiempo favorito, claro después cuidarla- agregó la hechicera.
-Demonios, nunca lo noté, a pesar de ser mi hermano, mira como está, es por la petición que le hice, si tan solo hubiera...
Damm puso su dedo en la boca de la princesa.
-No te culpes por todo, además, ya está hecho, no hay nada que se pueda hacer ahora.
Ambas retrocedieron, Erick se estaba levantando de la cama así que ellas se ocultaron.
-¿Dónde crees que irá?- preguntó Rissellote.
-Lo más probable que a la cocina, hace un buen rato que no come, ¿cree que deberíamos pasar?
-Quiero saber qué es lo que escribe, me intriga.
Las dos chicas entraron al mismo tiempo, la habitación del chico era simple, una cama, un escritorio, un mueble con muchos libros y una ventana que daba al jardín. Rissellote se dirigió al escritorio y sacó los papeles que tenían algo escrito y los empezó a leer. Solo eran frases, todas escritas con letra manuscrita y cursiva. El primer papel que tomo la reina decía: "Perdóname", siguió pasando y se encontró con uno más grande: "Después de la decepción, con el chico que bailó, fue mi hermanita quién llena de rencor, a su fiel ejército ordenó Quiero destrozado el pueblo verde para hoy, y quién la peor parte tocó fui yo"
Volvió hacia atrás los papeles, y vió uno que decía: "Cuando fui de viaje al otro país, un linda chica, capturó mi atención, no pensé que de su voz y amable forma de actuar, me terminaría de locamente enamorar".
La princesa dió vuelta la página y leyó: "Pero tus deseos me diste al ordenar, a esa niña no querías verla jamás, yo lo cumpliré y así tú podrás descansar, espero pronto ya dejar de llorar".
-Por Dios, ¿qué hice?- dijo para sí Rissellote.
Pasaron unos segundos de silencio hasta que Damm lo rompió.
-Querida reina, creo que esto podría interesarle.
Rissellote volteó y Damm tenía un libro de cuero en la mano, no había nada en la portada, ni un dibujo o letras. La hechicera abrió en la primera hoja y leyó en voz alta.
-Aquí, en este libro dejaré toda mi vida escrita, como aprendí a escribir puedo, recordando mi pasado, dejarlo escrito, además también encontré información sobre mis padres los reyes, y lo que ocurrió con ellos, está casi al final, por favor, si no llego a terminar este libro y alguien lo encuentra, trate de terminarlo con información y hechos verídicos sobre mi muerte.
-Wow, esto es oro puro -la princesa lo tomo y se lo guardó.
-Reina, deberíamos salir, hay un problemita.
-¿Erick se acerca?
-No es eso, mire por la ventana.
Un conglomerado de gente enojada estaba en los portones del castillo. Habían matado a los guardias que allí cuidaban e intentaban entrar. Una chica de pelo rojo y armadura del mismo color estaba subiendo al techo lideraba a los aldeanos enfurecidos. Más atrás un pequeño ejército del rey Federick le venía a brindar ayudar. Pasado unos minutos echaron abajo el portón.
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Conflicto de los reinos
Ficción históricaEl pequeño Timmy está en casa acompañado de sus padres y abuelos, como buen pasatiempo le comienzan a leer una antigua historia en la cual ocurren diferentes sucesos que imposibilitan la armonía de tres reinos. El problema mayor que enfrentan los re...