Estaba despertando, abría los ojos lentamente, notaba que estaba recostada en una muy suave cama de sábanas blancas, estaba dentro de una cabañita de madera, muy rústica, miró a sus alrededores pero al parecer no había nadie. No quiso gritar. Tenía toda su ropa puesta a excepción de sus zapatos. Al salir de la cama y tocar con sus pies el piso, hizo que dos tablones de madera rechinaran fuertemente. Una cabeza apareció por la puerta que llevaba a una habitación adyacente.
-Vaya, ya has despertado, ¿Cómo estás?
-Bien, y, ¿qué ocurrió?
- No lo sé, estaba en el gran árbol sagrado, y de la nada, pum, caíste inconsciente en las cercanías, tal vez Dios escuchó mis suplicas y me trajo una amiga.
-Recuerdo que tropecé con una piedra y...
-Yo te traje aquí para que nada malo te ocurriera.
-Oye.
-Dime, espera, antes de, ¿cómo te llamas?
-Mi nombre es Franchesca, y ¿el tuyo?
- Hmmm, es Adelaine.
- ¿Por qué titubeaste al responder?
-Es porque no sé mi verdadero nombre, para ser sincera, yo no tenía nombre, vivo cerca de las monjas, y ellas me cuidaron cuando pequeña, dijeron que me encontraron sola aquí, llorando, me habían abandonado, no sé porqué.
-Vaya, eso es muy triste, lo lamento, tienes todo muy ordenado y limpio aquí dentro.
-Sí, aprendí todo de las señoras de la iglesia que está por aquí cerca, sé cocinar, y hacer tareas del hogar muy bien.
-A todo esto, Adelaine, ¿por qué tu pelo es así?
- ¿Cómo así?, ¿a qué te refieres?
-Su color, es raro, es blanco.
- ¿Es extraño?, vaya, solo he tenido contacto con esas ancianas y nunca hicieron un comentario sobre mi pelo, aunque mis cejas y pestañas también son así, supongo que la gente le da más énfasis al cabello ya que es más abundante que las otras dos.
- Pero, nunca antes había visto un cabello de ese color, y lo encuentro totalmente hermoso.
-Gracias por el cumplido, dime, ¿qué harás ahora que despertaste?
-Supongo que irme de aquí, venía por agua, y mi familia debe estar preocupada, ¿Cuánto ha pasado?
- Mira, deben estar buscándote, ha pasado un día completo desde que te tengo aquí.
Franchesca dio un salto y se apresuró para irse.
-¡Espera!, antes que te vayas, ¿te gustaría comer algo junto a mí?, hace tiempo que no como con alguien aquí, desde que aprendí a hacer las cosas del hogar, las monjas me vienen a visitar de vez en cuando, me siento muy sola, será solo un momento, por favor.
-Está bien, pero luego de esto...
-Sí, ya lo sé, te irás de aquí.
-No pongas ese rostro tan triste Adelaine, no me iré sola, te irás conmigo hasta la casa y te presentaré a la familia, puedes unirte a ella si quieres.
-¿¡En verdad!?
-Ps, obvio si los niños no mienten.
-Tú ya no eres una niña.
- Upsi
Ambas rieron. Conversaron por un buen rato mientras comían, y cuando terminaron de hacerlo, Franchesca se llevó de la mano a Adelaine y se fueron con el agua.
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Conflicto de los reinos
Historical FictionEl pequeño Timmy está en casa acompañado de sus padres y abuelos, como buen pasatiempo le comienzan a leer una antigua historia en la cual ocurren diferentes sucesos que imposibilitan la armonía de tres reinos. El problema mayor que enfrentan los re...