Parte 1:

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El momento más bochornoso de mi vida.

-Sí tienes que darle esa nota, entonces tienes que dársela- la instaba Gaby, su mejor y única amiga a quien conocía desde que estudiaban la primaria.

Isabella jugaba con la nota color amarillo y que su amiga había doblado en forma de grulla.
-No lo sé. Y, ¿si la rechaza?
-Parece una persona educada, así que no creo que haga eso.

Isabella llevaba mucho tiempo espiando a Taehyung pero nunca podía encontrarlo solo, siempre estaba acompañado por su grupo de amigos o por Park Jimin quien no lo dejaba ni a sol ni a sombra. Una vez intento esperarlo a la salida de los sanitarios pero fue imposible, cuando estaba por acercarse apareció Jimin, ahora, estaba allí esperando al cambio de maestros para que él saliera de su aula y darle la nota.
Había muchas chicas en el pasillo, tanto para ver a Taehyung como para ver a Park Jimin, por que habría que reconocerlo, todos los amigos de Taehyung eran guapos, demasiado guapos, pero a Isabella solo le gustaba Taehyung. Una vez al dar la vuelta en una esquina se estrello contra él, ella acababa de matricularse en esa facultad y no encontraba su salón de clases, en ese momento miraba distraída el croquis de la universidad mientras caminaba. Todos los documentos que llevaba en las manos cayeron al suelo, se agacho de inmediato a recoger sus cosas disculpándose por ser tan distraída y torpe, ni siquiera había reparado en él hasta que lo vio agacharse a su lado y le ayudo a recoger sus papeles.
-Lo siento yo también iba distraído- le dijo mientras sonreía con los labios apretados y le entregaba una papeleta con sus datos y su fotografía, él miro el documento y después se lo entregó.
-Gracias- murmuro esa vez pero se había quedado perdida en sus fríos ojos y en la línea de sus cejas.
Park Jimin llegó en ese momento y tomándolo por el codo lo ayudo a levantarse y Tae hizo lo mismo con ella, sus dedos sobre su codo la hicieron temblar.
-Debes tener cuidado pequeña- dijo por último y se fue apurado por Jimin.
Desde entonces siempre hacia lo posible por estar donde él estaba.

-¡Vamos, anda allí viene¡- exclamó Gaby sacándola de un empeñon de sus pensamientos y estrellándola contra Taehyung quien cayo al piso llevándosela encima sujetándola por los hombros.

¡Santo Dios! -se dijo, su rostro estaba a unos milímetros del rostro de Taehyung, si se movía un poco sus labios se tocarían.
Las risas estallaron a su alrededor y los colores le llegaron al rostro.

-¿Que esperas para quitarte de encima? ¿Que te bese?- le dijo casi rozando sus labios.
-Lo-lo siento- respondió Isabella levantándose de inmediato ayudada por Gabriela, mientras Taehyung era ayudado por Jimin- L-lo siento, yo-yo solo... Quiera darte esto- le dijo tendiéndole la nota que se había arrugado tras la caída.
Taehyung le dedicó una mirada molesta mientras se componía la ropa y Jimin riendo le sacudía el polvo. Tae tomo la nota sin querer metiéndola al bolsillo de su pantalón.

Isabella se quería morir las risas no paraban, se abrió paso entre la gente dirigiéndose a toda prisa a su salón de clases tomo su mochila y huyo de allí.

-Le gustas a las pequeñas Taetae- decía Jimin aun riendo por la escena que esa niña lo había hecho pasar.
-¿Quieres morir?- contestó Taehyung mostrándole su puño.
Jimin rió abiertamente.
-Claro que no.

Ambos se dirigieron a la cancha techada de basquetbol en donde Yoongi, novio de Jimin practicaba junto al equipo de la universidad.
Tae se sentó en el graderío para mirar el partido de practica y Jimin se quedó al pie de la cancha para apoyar a su novio.
Aun que a Yoongi no le gustaba mostrar abiertamente su preferencia sexual apreciaba mucho el apoyo que Jimin siempre le ofrecía.

Unos minutos después Jungkook apareció en la cancha y se sentó al lado de Tae que pretendía mirar el partido pero en realidad su mente estaba en otro lado.
-¿Esta todo bien?- preguntó Kook después de un momento.
-¿Que? -respondió distraído regresando a ver a su amigo que era el menor de ellos- en realidad no.
-¿Que sucede?- insistió Jungkook cuando Yoongi encestaba la pelota y Jimin gritaba feliz aplaudiendo.
-Aaah- suspiro Tae -necesito cambiarme de casa.
—¿Por que? ¿Creí que estabas contento con la habitación que tienes?
—Lo estoy, pero me han avisado que me subirán el arrendamiento. Mi padre no puede pagar el aumento e insiste en que regrese a casa.
—Y, no quieres hacerlo.
—No. No quiero seguir viendo como se lamenta y se consume por lo sucedido con mi madre.
—¿Aun no hablas con ella?
—No, aun no— Tae miro hacia otro lado, la situación con sus padres lo incomodaba.
Jungkook entendió el gesto de su amigo.
—Aaaah, una de mis compañeras renta habitaciones en su casa y se ubica muy cerca de aquí.
—¡De verdad! —se entusiasmo.
—Si, ¿Te parece que eche un vistazo?
—Claro— Tae acaricio la rodilla de Kook— gracias amigo.

Isabella llego a su casa topándose con uno de sus inquilinos en la puerta.
—¡Hola bella! —la saludo con su particular alegría.
—Hola— respondió apenas pasando muy rápido y entrando a la casa, dejo caer el bolso en el piso y se dirigió a su habitación echándose boca abajo sobre su cama.
Soy tan estúpida, tan estúpida- se repitió varias veces al recordar las risas de los demás estudiantes, las palabras y la mirada fría de Tae.
"¿Que esperas para quitarte de encima? ¿Que te bese?"
—¡Aaaargh! ¡Taaaan tonta!

Después de clases y luego de comer sus amigos Jungkook le dijo a Tae que buscaría la habitación nueva.
Taehyung se fue solo a casa, llevaba dos años en la universidad había entrado allí siguiendo a sus hyungs mayores, Jin, Nam y Hoseok a quien llamaba Hobi de cariño que era el único que quedaba de ellos, Jin y Nam ahora vivían juntos.
Al menos ellos eran una pareja estable, no como sus padres que después de mas de quince años de matrimonio habían decidió divorciarse, ¿el motivo? La  infidelidad de su madre y no quería seguir viviendo con su padre que se había dejado consumir por la depresión y su estado realmente lo enfermaba, tampoco viviría con su madre, no podía ni si quiera mirarla y tampoco quería escuchar las falsas razones que se había inventado para justificar su infidelidad.
Definitivamente, no valía la pena confiar en ninguna mujer, no se enamoraría de ninguna de ellas, sólo disfrutaría de su compañía y del placer que le proporcionarán pero si querían algo mas entonces las desecharía, él nunca acabaría como su padre ni cometería el error de creer y amar ciegamente a una mujer.

Gabriela llegó a la casa de Isabella entusiasmada y nerviosa.
—¡Isaaaaaa! —gritaba mientras aporreaba la puerta— ¡Isaaaaa!

Salio de la habitación atravesó la sala y abrió la puerta, se quedó petrificada cuando vio al joven que iba con su amiga, alto, bien proporcionado, ojos oscuros y grandes, la cabeza cubierta por una gorra negra con una aro en la visera, vestido de playera blanca y jeans color azul claro rasgados por la rodilla, lo reconoció de inmediato.
Clavo la vista en su amiga que le sonría con nerviosismo.
—Isabella, Jungkook quiere conocer la habitación que tienes en renta.

—Isabella, Jungkook quiere conocer la habitación que tienes en renta

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"Nunca sola" †Terminada†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora