"Nunca sola" †Terminada†

Capítulo 47

Aún que no le gustaba conducir en New York, esta vez era necesario. Mientras lo hacía recordaba la cara de su amigo cuando entro a su habitación sin llamar, tenía los ojos muy abiertos y a la vez con un toque de ¿Felicidad?

–¿Qué? –le dijo algo asustado.
–Es Isabella...
Taehyung se levantó con rapidez.
–Parece que ella no supo como regresar a su casa, quiere que vaya a buscarla y me envió estos datos.– Jimin le dió su móvil, aparte de la ubicación por GPS, también había tomado algunas fotografías, chica lista.
–Creo que puedo encontrarla.– aseguró Taehyung aun sentado en la cama
–Y, ¿Por qué sigues aquí?

Kai en su habitación, está recostado en su cama, con la tableta electrónica encendida, sin poder concentrarse en nada, han pasado dos horas e Isabella no llamaba ni regresaba, pensó en si debía salir a buscarla, tal vez estaba en problemas.
–Aaaish, ¡Maldita la hora en que ese tipo volvió a aparecer!

Al verlo allí, de pie frente a ella con esa ropa, le parecía estar viendo al chico de hace unos años, clavada al piso, no sabía cómo reaccionar.
Se sentia como una niña que había huido de casa y ahora su padre la había encontrado.
–Ka-kai... ¿Como es que tú...? ¿Cómo me encontraste?

–¿Por qué te fuiste así? ¿No sabes lo preocupado que me tenías? –la halo hacia él para abrazarla con ternura –estaba loco pensando en que algo pudiera pasarte.

Ella se mantuvo quieta y en silencio.

No podía entender por qué Isabella había buscado la ayuda de Jimin, tal vez secretamente quería que Taehyung fuera por ella, pero cuando su mensaje llegó, él, ya había salido por ella, no pudo soportar la angustia, activo el aplicación de rastreo de su teléfono y fue por ella.

–Tenemos que hablar Isabella– susurro contra el cabello de su coronilla.

Cuando por fin llegó al lugar, estaciono el auto, estaba apunto de bajar de el cuando los vio salir del establecimiento, Isabella rodeaba la cintura de Kai y él llevaba el brazo sobre sus hombros.
–¡Maldita sea! –dijo y golpeó el tablero del auto. Metió la llave a la ranura haciendola girar puso en marcha el vehículo

Una vez en su piso, isabella se encara a Kai.
–Y bien. ¿Serás sincero conmigo?
Kai se acomodó en el sillón palmeando el lugar libre a su lado.
Isabella movió la cabeza negativamente.
–¿Por dónde debo comenzar? –le dijo mirándola hacia arriba.– ¿Por mis sentimientos hacia ti? No esos ya los conoces– desvió la vista a un lado.
–Quiero saber qué contiene ese vídeo ¿Por qué lo tienes tú? ¿Por qué nunca me lo mostrarte? ¿Tan malo es? ¿Para quien? ¿Para tí o para mí?– Isabella hablaba rápido y en voz alta como siempre que se alteraba y las lágrimas aparecían en sus ojos.

Kai se levantó y fue a abrazarla, ella se apartó.

–Necesito respuestas Kai. No abrazos.

Kai metió las manos a los bolsillos de su pantalón bajando la cabeza. Sabía que eso pasaría tarde o temprano. Saco su móvil y se lo dió.
–Míralo, hasta el final.

Ella lo tomó y activo la reproducción. En las imágenes podía ver a un Taehyung más joven, su rostro delgado igual que complexión, en cierto momento mira directamente a la cámara, parecía ebrio sentado en la cama al lado de Lisa que no dejaba de besarlo y de hacerle preguntas que él respondía. No soportaba escucharlo, aún le dolía, los ojos se le empañaron de nuevo. En el vídeo él dejo de hablar y se acerca mucho a Lisa, ¿Qué caso tenía mirar de nuevo aquello? Estaba apunto de dejarlo cuando, se da cuenta que el vídeo continuaba esa parte no la había visto, Lisa mira a la cámara un tanto asustada, Tae continúa hablando.
–Tú y cualquier otra chica son para mi, todas iguales, solo persiguen un fin. El dinero y en tu caso la popularidad que te daría el estar conmigo, pero ¿sabes que? Isabella, es muy distinta de ti y de cualquier otra chica que yo hubiese conocido antes, es cierto que al principio era juego, pero ahora ya no es así ella está conmigo por qué quiere, por qué me quiere a mi, a mi persona. Ella me ve como un ser humano y cuida de mi, ella se siente como si fuera mi familia, cuando la miró, siento como si tuviera un hogar– Taehyung miró directamente a la cámara que lo grababa– espero que hayas grabado eso también Rose.

Isabella dejo caer el móvil llevándose las manos a la boca sin poder entender que diablos era todo eso, parecía una especie de brujería. Todo ese tiempo la habían engañado. Las lágrimas brotaron de sus ojos. En esos años había tratado de olvidar a Tae, de ser feliz, de seguir viviendo con el corazón dolorido, tratando de recuperar su autoestima, todo ese tiempo había creído que él había jugado con sus sentimientos que solo la había conquistado por sexo pero no era así, él, él realmente se había enamorado de ella.

Se dejó caer en el suelo, derrumbada y apesadumbrada. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Debía ir a buscarlo? Se levantó del piso, su corazón latía muy rápido, tomo su bolso de nuevo,  Kai la detuvo por el brazo.

–¿A dónde vas? ¿Qué harás ahora?– su voz era muy suave.
–¿Hace cuánto tienes ese vídeo?– le pregunto sin alzar la voz.

Kai sabía que la respuesta lo hundiría.   Lleno de aire sus pulmones.
–Te dije que debíamos hablar, tranquilízate.

¿Como podía tranquilizarse?
–¿Como me pides algo así? Acabo de descubrir que fui víctima de un engaño y no precisamente de Taehyung. Dime una cosa ¿Estabas coludido con Lisa?

La pregunta lo dejo perplejo. La soltó.

Conoció a Lisa por medio de Chanyeol, él había pasado algunas noches con ella. Mientras comían juntos, Chanyeol, Lisa y el, la chica le mostró a la joven de gafas gruesas que caminaba de manera apresurada por la calle y comenzó a expresarse mal  de ella.
–Es taaan rara, lleva esas estúpidas gafas de su padre muerto a todos lados y siempre viste como una monja. Vive sola en la casa que le heredaron.
–A mi me parece interesante.– había dicho en ese entonces.
–¡Ja! ¿Qué tienen los hombres en los ojos últimamente? ¿Cataratas?
Kai y Chanyeol comenzaron a reír por el chiste, a ambos la chica les había parecido bastante bonita.– si puedes quitarla de mi camino te lo agradecería muchísimo.

Esa misma tarde se había presentado en la casa de Isabella con el pretexto de alquilar la habitación, pero no por lo que Lisa había dicho sino, por que de verdad quería conocer a la chica que utilizaba las gafas de su padre, debía sentirse muy sola para hacer algo así.

–Isabella... Yo... Conocía a Lisa,– al decir esto ella regreso a mirarlo– pero no estábamos coludidos, yo solo la conocía por un amigo y...
–¿Hace cuánto tienes el vídeo?
–Isabella, yo...
–Por favor contéstame.
Kai cubrió el espacio que había entre ellos y la abrazó aún que ella no le correspondía el abrazo.
–Te amo, te ame desde el primer día que te vi.
–Kai, ¿Desde cuándo tienes ese vídeo?

Kai se apartó de ella y enfrentó su mirada.
–Desde que salimos de Seúl.