Parte 8: ¡Malditas mariposas!

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No había podido dormir y cuando lo hizo ya era muy de madrugada, ahora corría cuesta abajo hacia la universidad con el cabello suelto dejándolo secar al viento.

En toda la noche no hizo mas que pensar en lo que había sucedido esa tarde y como su cuerpo entero se estremecía ante los besos de Tae, tuvo que cambiarse las pantis humedecidas por unas limpias.

Isabella levanto la vista hacia la lampara encendida. Lentamente, regreso a mirar a Tae.
—Debo irme a casa ahora.— susurro mientras se levantaba de encima de él apoyando las manos en el sillón.
Tae estaba decepcionado, carraspeo.
—Quedate un rato más —dijo mirando envolviendo su tobillo con su mano y soltándolo de inmediato.
—Aaah... Y-yo... —mientras decía esto ella caminaba hacia atrás tomando la cesta plástica donde estaba su ropa.
La mirada de Tae, la hacia dudar, quería quedarse... pero...

Al dar vuelta en una de las esquinas de la facultad estuvo a punto de toparse frente a frente con Taehyung quien en ese momento se despedía de Jungkook con un saludo mas que elaborado el cual generaba el asombro de sus compañeros.
Recargo la cabeza en la pared, se moría de vergüenza, de nuevo recordó su beso y un calor en su vientre la hizo detener el pensamiento.
—¿De quien nos escondemos?
Isabella salto llevándose las manos al pecho. Hoseok con su habitual sonrisa la miraba divertido.
—No, de nadie. Tengo que ir a mi clase, nos vemos luego. —se despidió la chica pero de nuevo la voz de Hoseok la hizo detenerse.
—¿Tienes algo que hacer esta noche Isabella?
—¿Que?
—Hoy tendré una pequeña reunión con algunos amigos, ¿te gustaría ir?
—Oh, no lo se— lo mas seguro era que Taehyung también fuera.
—Puedes llevar a tu amiga.
Los ojos grandes y risueños del mayor la conmovieron.

Al llegar a su salón su amiga ya estaba allí y Jungkook.
Sus clases siguieron su curso normal, hasta que su maestro de métodos numéricos avanzado le pidió le ayudara a llevar sus libros a su siguiente clase, la del salón de Taehyung, estuvo a punto de negarse pero no pudo.
—Dejalos sobre el escritorio. Tengo que hablar con el director, informa al presidente de la clase.
—S-si —hizo una inclinación e hizo lo que su maestro le dijo.

No quería ir, llevaba toda la mañana evitándolo, sólo esperaba que no estuviera en su salón y que se hubiese ido a fumar como siempre hacia en el descanso.
Isabella caminaba arrastrando los pies, ingreso al salón de Tae sin atreverse a mirar a ningún lado, dejo las cosas de su maestro en el escritorio como se lo había dicho, se acercó a un chico para preguntarle por el presidente de su clase, este señalo al fondo del salón, allí estaba junto a Tae y Jimin.
Maldijo su suerte. Se acerco a ellos y saludo sin atreverse a ver directamente a Taehyung.

Tae fruncio el entrecejo, ella estaba actuando raro, pensó cuando la vio darse la vuelta sin sostenerle la mirada.
—Vuelvo enseguida— le dijo a Jimin.

La alcanzo en el descanso de la escalera.
—¿Donde están tus gafas? —dijo sorprendiéndola.
—La-las olvidé en casa— se giro muy despacio.
—¿Estas evitandome por alguna razón?— quiso saber.
—¿Yo?— se señaló —No, ¿por que lo haría?
—Eso es lo que quisiera saber.
—No, nada de eso.— ¿que debía hacer? ¿que debía decir? —¿Iras a la fiesta en casa de Hoseok?— no se le ocurrió otra cosa.
—Ah... Probablemente —respondió tocando su barbilla y moviendo los ojos hacia las esquinas.
Isabella sonrió, él era tan adorable cuando quería.
Allí estaba de nuevo esa maldita sonrisa. Pensó.
En lo alto de la escalera Lisa veía todo y se acercó a ellos.
—Taehyung oppa— dijo para llamar su atención.

"Nunca sola" †Terminada†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora