"Nunca sola" †Terminada†

Parte 18: Nadie pidio una enfermera

"Devuelveme mis gafas."

Decía el texto que Isabella le había mandado la noche anterior.
Claro que se las devolvería pero no todavía. Isabella solo se aferraba a esas feas gafas para sentirse segura. Y, lo mas probable era que estuviera sintiéndose mal por lo que él le había dicho.

Ese día Isabella no fue a los juegos, prefirió entrar a las conferencias y a la exposición de robótica que los alumnos de maestría llevaron. El fin, fue no encontrarse con Taehyung.

Al salir de la escuela pasaría al supermercado, se le habían terminado los vegetales y el pollo así que sólo tenía arroz para comer.

El aire acondicionado de la tienda de autoservicio contrastaba con el húmedo calor que se sentía afuera. Fue directamente al pasillo de las carnes frías, Dios, todo es tan caro, no sobreviviré al fin de mes. Se dijo mientras metía en la canasta platica un paquete de pechugas de pollo. Ahora, los vegetales.

Un hombre de mediana edad la observo con detenimiento.
—¡Isabella! —dijo en voz alta provocando que la chica regresara a mirarlo.
—Señor Kim —dijo reconociendo  al padre de Taehyung e inclinándose de inmediato con respeto.
—Vaya, que sorpresa encontrarte aquí.— expreso riendo.
—Si, es-es una sorpresa.— ¿realmente lo era?
—¿Como ha estado Taehyung? ¿ha estado bien? ¿ha comido? Él tiende a saltarse las comidas, ¿podrías hacer que comiera a sus horas?
—Claro padre, tratare.— respondió un poco avergonzada.
—Por cierto, ¿te ha dicho algo de mi propuesta? —comento el hombre con algo de timidez, al ver que ella escogía vegetales del refrigerador.
Isabella no entendía.
—¿propuesta? Creo que no.
—Aaah ese chico —suspiro con tristeza— ¿te gustaría acompañarme a almorzar?

Tae estaba en la casa de ¿... ? No sabia ni de quien era la casa o la fiesta, una vez mas, se había excedido con el alcohol, alguien le pasaba un cigarro de esos que te relajan mucho, dio una bocanada. Era su turno de jugar, la chica a su lado estaba mas que dispuesta a realizar los retos con él, este consistía en que la chica debía pasarle el humo del cigarro a la boca. Taehyung festejo feliz por poder hacerlo.

Isabella estaba sola, miraba por la ventana la lluvia caer, nunca antes se había sentido sola pero ahora... Secretamente esperaba que Taehyung llamara a la puerta. Pero ni siquiera le había respondido el mensaje que le envió, no sabia que era lo que había hecho mal para que él la mirara de ese modo.
Pensó en la propuesta del señor Kim y el por que Tae no le había dicho nada, tal vez Taehyung creía que era un chiste de su padre, tal vez no la consideraba suficiente mente bonita como para que su padre la pintara.
Abrazo sus rodillas y recargo la mejilla sobre ellas, hasta ahora Kim Taehyung nunca le había dicho que le gustara o le había pedido que salieran. No me cree suficientemente buena para él. Pensó y lloro en silencio.

Taehyung estaba harto y cansado, la chica se le insinuó y lo llevo a una de las habitaciones, se acostó en la cama, mas que nada por el mareo y el sopor que le había causado el alcohol y la yerba. Cerro los ojos y lo que sintió después fueron las manos de la joven que acariciaban su miembro con suavidad y luego se lo llevo a los labios, se incorporó un poco para ver a la chica en acción, pero la visión no fue lo que esperaba.
Se le figuró algo dantesco, digno de una mala película pornográfica, la chica intentaba parecer sexy, una experta, nada que ver con la dulce y tímida mirada de Isabella ni con el  inocente rubor que le cubría las mejillas cuando se excitaba por sus besos, se sintió hueco, pero se sentía demasiado adormilado como para oponer resistencia.  Después de tener sexo con la chica de la cual ni siquiera sabia su nombre y tampoco le interesaba, se vistió de inmediato y bajo torpemente las gradas.
—¡Taehyung! ¿estas bien? ¿a donde vas?
Taehyung se despido desde lejos, quería irse casa, afuera llovía copiosamente pero en su estado tampoco le importo.
Tomó el bus, y la gente a su alrededor se hacia aun lado debido lo mojado que estaba, sonrió torpe a una anciana que lo miraba con compasión.
Subió la pendiente a la casa de Isabella.
La chica había dejado la luz del patio encendida. Lo hacia para que Jackson y él no entraran a oscuras aaaah tan dulce y considerada. Apago la luz y subió a su habitación.