Parte 4: ¡Santo Dios!

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¡Santo Dios!

-Voy a matarlos en cuanto salgan- dijo Nam.- era por eso que los perdí de vista.

-¿A quien te refieres?- pregunto Jackson.
-Se supone que lo quieren mantener en secreto pero son tan estúpidos para disimularlo- Jackson hizo ademán de seguir sin entender- Jimin y Yoongi, están de pareja.
-Tu hacías cosas peores con Jin, Nam ¿recuerdas que por tu culpa tuve que cambiarme de casa?-respondió Jackson
-Que fiestas mas locas.
Ambos rieron ante el recuerdo.

Taehyung se llevo a la chica a su habitación, sabia que Nam y Jin tenían reglas, tener sexo en su casa estaba prohibido, mientras iba en el taxi la chica a su lado no dejaba de besarlo y de toquetearlo.
En cuanto llegaron subieron aprisa las escaleras que lo conducían a la habitación que pronto dejaría, esa sería su despedida.
Puso la llave en la cerradura, al abrirse la puerta la mujer lo empujo dentro y comenzó a acariciarlo agresivamente, Tae se deshizo de su boina y de la camisa, para después comenzar a despojar a la chica de sus ropas, en un astuto movimiento lo empujo hacia la cama y con mirada felina se arrodillo ante él que se echo hacia atrás en el colchón desprovisto de sabanas, la chica comenzó a masajear su pene erecto y endurecido palpando su longitud a través de la mezclilla de su pantalón.
-ummmm ¿estará tan grande como se siente o sólo es tu pantalón bebe?- ronroneo la mujer.

Taehyung levantó un poco la cabeza sonriendo complacido.
-Compruebalo tu misma- dijo con autosuficiencia volviendo a echar la cabeza abajo.

La mujer entendió eso como un permiso y se deshizo de los pantalones y la ropa interior de Tae, al comprobar lo que había oculto en ellos sus ojos se agrandaron y ni tarda ni perezosa lo tomo en sus manos acariciándolo con suavidad para después llevárselo a la boca.

Tae exhaló un gemido de placer.
-mmmm... mmm así muñeca lo haces muy bien.
Sin embargo había bebido tanto que se quedo dormido.

Isabella limpio hasta muy tarde, se aseguro de lavar muy bien el ventanal por dentro y por fuera, barrio y trapeo el piso y quito las telarañas, ese cuarto no había sido ocupado desde que su padre murió, su padre lo ocupada como un espacio de lectura siempre iba allí a consultar sus libros de medicina o simplemente a pasar un rato a solas.
Se recostó en el sofá, el sofá en el que muchas veces se había quedado dormida esperando a su padre.

Por la mañana, la chica que Tae había llevado aun seguía allí. Tae abrió los ojos con lentitud, le molestaba la luz que se filtraba.
-¿Sigues aquí? -pregunto al verla tomar un vaso con agua.
-Claro cariño.
-¿Que paso anoche?- se incorporo recargándose en el codo, restregándose los ojos.
-Nada, no paso nada. Me trajiste hasta aquí solo a dormir.

¡Diablos!- lo siento- dijo sincero.
-Suele pasar- la mujer se acercó a la cama tomándolo por la barbilla- solo por que eres increíblemente lindo te perdonó.- Tae sonrió como un niño- ahora me voy.

Tae insistió en pagar el taxi de regreso a su casa. Después de que la chica se fue recibió enseguida una llamada de su padre.
-Hijo, tengo la camioneta lista afuera de tu edificio, es tuya por el fin de semana, se responsable.
-Si papá, gracias.

Después de eso llamo a Kook sin obtener respuesta, marco el numero de Jimin y tampoco respondió.
-¡Vayanse al diablo!- grito al móvil arrojándolo sobre el colchón.
Se levantó y se dio un baño, sentía como si le taladrarán la cabeza.- No debí beber tanto anoche.
Después de beber café negro. Se dispuso a bajar las cajas con sus pertenencias, era jodidamente agotador subir y bajar gradas.
-¿Donde están esos malditos?- murmuró refiriéndose a sus amigos.
Aun le faltaban muchas cosas pero estaba agotado. Regresaría mas tarde por ellas.

"Nunca sola" †Terminada†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora