Capítulo 48

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Jimin miraba la televisión cuando su amigo apareció dando un fuerte portazo.
–¿¡Por qué diablos me hiciste ir allí!? –le dijo y entro a su habitación echando el seguro a la puerta.

Jimin se acercó. Lo escucho gruñir y mascullar. Llamó con suavidad.
–Tae, Taehyung-nie... ¿Qué sucedió?

Taehyung abrió, su cara estaba enrojecida.
–Soy un maldito idiota. Un maldito idiota, no se que esperaba de ella. Ella es feliz, continuó su vida. Y, yo soy tan idiota que esperaba que todo fuera diferente, al principio no lo pensé pero en estos días volví a sentirme vivo solo con mirarla.

La habitación estaba iluminada únicamente por la débil luz que se colaba por las ventanas. Sentía el corazón helado. Se limpio las lágrimas que le escurrían por la cara, no podía mirarlo, no quería hacerlo después de escuchar lo que  dijo. Debía salir de allí, debía buscar a Taehyung, debía hablar con él, no podía esperar hasta mañana y tampoco quería quedarse junto a Kai. Tomó su bolso y se dirigió a la puerta.

–¡Isabella! ¡¡Isabella!!– Kai fue tras ella, pero no se detuvo, siguió andando por el pasillo hasta los elevadores. Kai trato de sujetarla pero ella se soltó de inmediato. –¿A dónde vas? ¿Qué piensas hacer?

Isabella regresó a mirarlo, sus ojos mostraban dolor, decepción y él era el culpable. Se sintió fatal.
–Hablemos, no puedes irte así.
–He vivido todo este tiempo, creyendo que Kim Taehyung era la peor persona del mundo, alguien que se había aprovechado de mi falta de experiencia para seducirme y después burlarse de mi. Nadie, absolutamente nadie me dijo lo contrario. Ni si quiera tú, ¡Tú! Kai –Isabella lo señaló con su delicado dedo índice– yo... Yo creía en ti más que en nadie, ¿Puedes entender cómo me siento?

Isabella rompió a llorar. Kai no se atrevía a consolarla.
–Isabella, yo... Yo temía que hicieras justo lo que estás haciendo ahora.

El ascensor llegó e ingreso en el. Era verdad, si ella hubiese visto ese vídeo antes, hubiera corrido a buscarlo con cada uno de sus amigos. Y eso era lo que pensaba hacer ahora.
Mientras descendía en el aparato pensaba en lo que le diría, se sentía feliz al pensar en ello. Al llegar a la calle pidió en la recepción un auto de alquiler y llamo a Jimin.

Kai esperó el siguiente elevador para ir tras ella. Lo que más le dolía de todo aquello es darse cuenta de que Isabella nunca lo amo.

Jimin dejó a su amigo y fue a la cocina a preparar un poco de té eso le haría mejor que el alcohol.
Estaba concentrado en eso cuando su móvil sonó.

Mientras hablaba con Jimin, Kai apareció en el lobby y la tomó por el brazo para evitar que siguiera hablando.
–Isabella por Dios deja esto por hoy, regresa a la casa.– le decía mientras Jimin y ella hablaban.– Isabella, por favor no estás en tus cinco sentidos.

El portero del edificio se acercó.
–Señorita su auto está aquí.

Kai se sintio desesperado, Isabella no desistía.
–Si, Jimin estaré allí en un segundo no está muy lejos.– decía al teléfono y terminaba la llamada.
–Isabella no lo hagas.– rogó.

Isabella adoraba a Kai, pero en esos momentos estaba tan decepcionada de él.
–Lo siento Kai, esto debí hacerlo antes, no me dejaste decidir en ese momento. Tal vez, hubiese venido contigo a un sabiendo la verdad. Nunca lo sabremos.

Kai la soltó. La verdad me cayó como balde de agua fría.
–Tienes razón– expreso resignado– estas en tu derecho– dejo caer los brazos a los costados. –te esperare aquí.

El auto de alquiler estacionó a su lado, el portero le abrió la puerta solicito.

Por la ventanilla veía a Kai, le dolía dejarlo así.

"Nunca sola" †Terminada†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora