Capítulo 29 Todo fue una explosión

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¿Estaba despierta o aún estaba soñando? Por qué aún se sentía como si flotara, que sensación más extraña.
El pecho cálido de Tae a su espalda parecía muy real, tenía miedo de moverse, despertarlo y darse cuenta de que en realidad nada había sido real, pero una punzada de dolor en la parte baja de su abdomen le hizo recordar lo sucedido la noche anterior, sintió vergüenza de pronto, y se llevó las manos al rostro.

Taehyung, estaba frente a ella, entre sus piernas haciendo un esfuerzo para entrar en su cuerpo sin lastimarla. Algo que era imposible.

Tomo el rostro de Tae entre sus manos hizo que la mirará.
-Estare bien, hazlo...- Tae, empujó con suavidad y ella exhaló un poco de aire.
Taehyung, sufría una deliciosa tortura por qué la suavidad y calidez del cuerpo de Isabella lo estaba enloqueciendo.

Isabella, levantó las caderas para darle un mejor acceso. Tae empujó de nuevo un poco más fuerte, solo atinó a cerrar los ojos con fuerza y dejarse llevar por todas las sensaciones que la inundaban en esos momentos, un ligero dolor que la hizo soltar un quejido, la sensación de sentirse completa, de estar unida a otro ser humano de esa manera tan intima, su cuerpo entero se sensibilizó. haciendose receptivo solo a Taehyung, solo a él.

Taehyung se dejó caer sobre ella, susurrando a su oído.
-Lo siento, lo siento -y su voz sonaba tan dulce y cargada de deseo que el dolor paso pronto, fue amable y cuidadoso, no dejo de besarle el rostro mientras él entraba y salía de su cuerpo de manera rítmica.
Isabella, contenía la respiración cuando él entraba y la soltaba cuando se retiraba.
La abrazó con fuerza cuando el frenesí llegó y sus embestidas fueron más rápidas, más fuertes, más intensas, sin dejar de besar llegó a su cúspide. Cayo sobre su cuerpo agotado, con una finísima capa de sudor que los cubría a ambos. Lejos de molestarle, el peso de su cuerpo se sentía exquisito. Taehyung se giró quedando de espaldas al colchón, cuando el salió de su cuerpo se sintió vacía. Quería decir algo pero no sabía que, su cuerpo punzaba y su respiración se acompasaba, regreso a mirarlo, mantenía los ojos cerrados, acaso ¿Dormía? Él se movió, se puso de costado y colocó el brazo bajo su cabeza, con su otro brazo le rodeó la cintura, pegándose a ella.
Murmuró contra su oído:
-Gracias...-su voz, demasiado baja, ronca casi como el ronroneo de un gato, la hizo estremecer al evocar el sonido de sus gemidos.
Ahora, quería sentirlo de nuevo, quería volver a experimentar el placer de la intimidad, de sus palabras dulces y llenas de miel, su calor, de su contactó, quería más de él.

Pero, Taehyung no dormía, podía escuchar el corazón de Isabella latir rítmica y acompasadamente. En algún momento sintió algo que no había sentido antes, el hecho de que ella se entregará a él de que por fin confiara en él y lo dejara ser el primer hombre de su vida, lo hizo desear ser también el último. ¿Qué diablos estaba pensando?
Sintió ganas de huir, ahora quién quería huir era él.
Se apartó de golpe de la chica, que ante su impetuoso movimiento, trató de cubrir su desnudez con las sábanas. Se levantó y evitó mirarla una vez más. Se puso la ropa interior y los pantalones deportivos.
De reojo vio a Isabella sentarse en la cama. No podía irse, no podía dejarla así, ella no era como las otras chicas con las que había tenido sexo, con las que al terminar el acto tenía que irse, por qué por lo regular siempre sus encuentros eran en fiestas, clubes nocturnos o en la calle. Regreso a mirarla.
Tenía el cabello revuelto y sostenía la sábana a la altura de sus senos, su pequeña boca estaba roja por sus besos y la hacia lucir aún más apetecible.
Bien, no tenía que irse. Se divertiria tanto como durará siempre y cuando ella no se aferrase a él. Se quedaría con Isabella y la haría a su modo, podía moldearla a su gusto. Si, sería divertido.

Isabella hablo.
-¿Te-te vas? -su voz sonó delicada, no fue un reproche, más bien curiosidad.
-Voy al baño para traer algo y limpiarte.
-Li-limpiarme... -hasta ese momento, Isabella fue consiente del pequeño hilillo rojo que manchaba sus muslos. Sintió vergüenza, se levantó de la cama envuelta en la sábana y corrió al baño ganándole el paso a Tae.
Una vez dentro, colocó el seguro en la puerta.
-¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Que es ésto?- se repetía en voz alta, abrió la llave de la regadera, lo mejor sería darse una ducha rápida.
Taehyung golpeó la puerta.
-Isabella, abre la puerta, no te asustes, es normal.- gritaba ante la puerta cerrada.-déjame entrar.— solo podía escuchar los gritos de Isabella.— Cariño déjame entrar—de repente ya no escucho nada. Se alarmó.— ¡ISABELLA!

Taehyung empujó la puerta con fuerza y está cedió se abrió. Entró apresuradamente, Isabella estaba en la regadera, se cubría con los brazos mientras el agua caía sobre su cuerpo.
De pronto se sintió como un estúpido.
—¿Estás bien?— preguntó, caminando hasta ella de manera genial.
—¿Tú, estás bien? —pregunto de regreso Isabella sacando la cabeza por la puerta de la regadera.
—No, creo que también necesito un baño.

Tae, se deshizo de los pantalones y entró al estrecho espacio de la regadera, apenas cabían los dos allí, pero eso no le importó. Tomo en sus manos la barra de jabón con la que se estaba lavando e hizo espuma, se acercó para abrazarla y pasándole las manos por su cuerpo, allí estaba de nuevo esa sensación que le agradaba, esa cercanía, esa intimidad.
Deslizó una de sus manos por su vientre.
—Ves muñeca, te lavare y frotaré muy bien— susurro a su oído y ella no pudo más que asentir.

Los dedos de Tae se deslizaron por esa zona delicada de su cuerpo, sus dedos entraban y salían de su cuerpo haciendola perder la razón, la puso de cara a la pared y colocó su virilidad entre sus piernas, el roce la estaba haciendo perder el control.
Lo necesitaba, ya. Tomo el cuerpo endurecido de Tae con una de sus manos y lo colocó en su cavidad. Lo escucho gemir.
—¡Dios! Isabella... Aaaaah— Tae se hundió en su cuerpo y de nuevo un comulo de sensaciones la invadieron, cerro los ojos con fuerza mientras se dejaba guiar por su instinto, movió las caderas hacia él, Tae se apartó y la hizo voltear hacia él.
El rostro de Isabella estaba encendido por el deseo y se veía realmente sensual. Se apoderó de su boca y sus lenguas se encontraron saboreandose mutuamente.
Le hizo subir uno de sus muslos en su cadera y su erección volvió a entrar en ella, Isabella pego su pelvis a la suya y la escuchó gemir.
—¿Te gusta cariño? Dime...— pero solo obtuvo por respuesta los gemidos que salían de sus labios de manera incontrolable— sí amor, disfrútalo.

Tae la saco del estrecho espacio de la regadera y arrojandola sobre la cama,  él se echó sobre ella, entre sus piernas, volvió a entrar a ese cálido y húmedo espacio que le resultaba delicioso. ¿Como había podido vivir todo ese tiempo sin sentir esto? ¿Pero que era? Solo sabía que el cuerpo cálido y suave de Isabella encendía el suyo tan rápido como la pólvora. No quería apartarse de ella, por qué su cuerpo respondía y se amoldaba al suyo con tanta química que se le hacía increíble.

—¡Aaaaah! ¡Uummm! —salia de su boca y su cuerpo parecía actuar con voluntad propia, estaba apunto de alcanzar el clímax, el temblor en su cuerpo se lo advirtió y de repente sintió una explosión de colores dentro de su cuerpo, en su piel, por sus venas, cerró ojos con fuerza y pudo ver vividos colores en la oscuridad, colores nunca antes vistos. Su columna se arqueo, su cadera subió y bajo, los besos de Tae la arrastraban en ese huracán.
—Abre los ojos, mírame —lo escucho decir y ella obedeció— Así.

Taehyung quería ver su expresión, quería verse en sus ojos cuando ella llegara al orgasmo, que no tardó mucho.
La respiración agitada y el modo en arqueó el cuerpo, la manera en que sus ojos brillaron al alcanzar su clímax,
—¡Ah! ¡Ha!
—Asi nena, así... Grita si quieres, déjalo salir, nadie te escuchara preciosa, solo yo.

Y, sin más su cuerpo perdió peso, se sintió parte de él y también del universo. Podría volverse adicta a Taehyung.

Taehyung, acelero el ritmo, provocando en ella una nueva oleada de placer y en él, el clímax.

Taehyung, acelero el ritmo, provocando en ella una nueva oleada de placer y en él, el clímax

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"Nunca sola" †Terminada†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora