Parte 27: y, todo es color de rosa

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Tae la esperó esa mañana para llegar juntos a la escuela, al verla salir de la casa se acercó a ella para abrazarla, luego tomándola de la mano la hizo emprender el camino. Al terminar sus clases, Isabella se dirigía a la salida junto a Gabriela, cuando vio a Taehyung y Jimin en el arbolado pasillo. Saludo a Gaby con la mano y luego tomo la mano de Isabella. Jimin se despidió de ellos.
—Voy por Yoongi —el chico sonrió al declarar esto.
Gaby no sabia si seguir al lado de Isabella o irse, pero... ¿adonde? En eso pensaba cuando un par de fuertes manos la tomaron por los hombros.
—¡Gaby! ¿me esperaste mucho tiempo? Lo siento— le dijo Jungkook mirándola con los ojos expectantes.
—N-no, yo... Este, solo estaba haciendo tiempo con Isabella.— la chica se obligo a sonreír.
—Pues vámonos— le dijo y sin soltar los hombros de Gaby la empujo hacia delante.

Todo fue tan rápido que Isabella solo atino a decirle "adiós" a su amiga con la mano desde lejos.
—Parece que esos dos se llevan bien.

Isabella estaba tímida con Tae, el hecho de que la tomara de la mano al caminar, ¿que significaba?

—¿Harás algo hoy?— le preguntó sacándola de sus pensamientos.
—Solo iré a casa a estudiar.
—¿en serio? ¿te gustaría dar un paseo por el río?— Tae la miro y luego miro a la calle.
—Claro —contesto sonriendo y sonrojándose. Ir de paseo con él, por el río Hang era algo que solo en sueños había vislumbrado y ahora el mismo se lo proponía.

Lisa no soportaba mirarlos juntos.
—Esa mosca muerta y Tae. Estoy segura que esta tramando algo y yo voy a averiguarlo.

Isabella y Tae fueron a la casa para ponerse ropa mas acorde, Isabella guardo bocadillos en un porta viandas y lo metió en su mochila. Cuando salio, Tae preguntó:
—¿Que llevas allí? —mientras le quitaba el bolso del hombro.
—Algo delicioso que te gustara.

El padre de Tae, el señor Kim le había enviado un regalo por haber sido su modelo, era una canasta con varios dulces típicos y entre estos una caja con pastelitos de arroz de colores hermosos.  Tae volvió a tomar su mano y tomaron camino. Ya en el autobús, Tae conecto los audífonos a su móvil y le dio uno de los auriculares a ella. Dios todo parece un sueño. Pensaba mientras la musica sonaba y Tae dejaba caer la cabeza sobre su hombro.
Isabella concentro la vista en la ventanilla, una melodía alegre de jazz retumbaba en su oído.
Nada podría ser mas bueno que eso, estar así con él, en completa calma disfrutando solo del sonido de la música y del calor de su cuerpo tan cerca del suyo, percibiendo el ir y venir de su respiración.
Tae resbaló la mano por el largo de su brazo hasta su palma abierta, colocó su cálida mano sobre la suya entrelazando sus dedos.
Tae no la miraba, miraba el recorrido que su mano había hecho por su brazo, le levanto la mano que sujetaba y la beso. Regreso a ver su expresión, Isabella le sonrió con dulzura.

Isabella creaba un hechizo en él, a su alrededor. Cada que estaba tan cerca de ella, sentía el irreprimible deseo de besarla, de tocarla, de poseerla, sentía ganas de detener el autobús, llevarla de regreso a la casa encerrarla allí para poseerla hasta que estuviese satisfecho de ella y hasta entonces dejarla ir.

Caminaron por la orilla del río tomados de la mano, el aire movía sus cabellos y la luz del sol se reflejaba en el agua enviando destellos dorados a los ojos de Tae.
Taehyung, le hablaba de todo y de nada en particular. De la música que le gustaba escuchar, de las películas que le gustaría ir a ver al cine, de los países a los que le gustaría viajar... Le encantaba escuchar el tono de su voz, sus gestos, la forma en que sus labios se movía al pronunciar ciertas palabras y como movía las manos para formar alguna figura.

Comieron sentados en el césped, Isabella saco de su mochila una gran pañoleta y la extendió para colocar los bocadillos que había llevado. Taehyung, fue por un par de sodas.
—Mira lo que tengo... —le dijo al sentarse en el césped, Tae le mostró una pistola que disparaba burbujas y al momento comenzó a dispararle.
—¡Woao! ¡Es lindo! —expreso Isabella alegre, levantándose al momento para jugar con las burbujas.
Taehyung también se levanto sin dejar de lanzarle burbujas, estas volaban lejos e Isabella iba por las mas grandes, soplando para que se elevaran mas, algunos niños que estaba en el parque se unieron a ellos, Tae reía feliz mientras corría alrededor de ellos y los niños estallaban las burbujas, saltando y aplaudiendo, un niño hacia lo mismo que Isabella, encontraba una que flotaba bajo y soplaba para hacerla subir.
La diversión termino cuando las burbujas se terminaron.

Isabella estaba que no creía en lo que estaba pasando, hasta hace un par de semanas, se conformaba con ver a Taehyung de lejos, con estar cerca de donde él estaba. Ahora sentados a la orilla del río, él, exhausto por jugar con los niños, había colocado la cabeza sobre sus piernas, con los ojos cerrados y los brazos cruzados sobre el pecho. Isabella repasaba con la yema de los dedos la delicada línea de sus cejas y la comisura de sus labios, por el arco recto de su nariz y su barbilla, le dieron ganas de besarle la frente, se inclino un poco para hacerlo, sin embargo Taehyung abrió los ojos en ese momento y la acercó a él sujetándola por la nuca hizo descender su cabeza hasta sus labios.

El cielo se tiño de rosa y naranja por el atardecer y, el clima había comenzado a cambiar enviándoles en delicioso aire fresco y frío. Allí de pie cerca del barandal, ambos miraban como el sol se ocultaba, Isabella se aferro a la cintura de Tae y deseó que en su vida siempre hubiese momentos así al lado de él.
Taehyung, la abrazo rodeándola por los hombros, aspiró el aroma de su cabello y recargo la mejilla sobre su cabeza. Que bien se está, que bien se siente.

Pero de inmediato desecho ese tipo de pensamientos y los sentimientos que podrían con llevar. Se repitió de nuevo que el único fin de esa relación era tener sexo con ella, simplemente sexo y eso no debía olvidarlo.

Al llegar a la casa, se despido de ella dejándola en la puerta, le dio un beso suave en los labios y se retiro, subiendo la escalera hacia su cuarto.

Al verlo, marchar sin más, Isabella se sintió desilusionada, esperaba que se quedara con ella.

Recostado en su cama, Taehyung decidió enviarle un mensaje de texto a Isabella:

"A penas te he dejado y ya extraño tu calor y tu olor."

Isabella, cepillaba su dentadura cuando el mensaje llego. Al leerlo sonrió complacida y se apresuro a contestar.

"¿Por que no vienes?"

"¿Por que no vienes?"

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"Nunca sola" †Terminada†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora