Gajes del oficio. {Dylan O'Brien}

20. La paranoia.

-¡Dyl! ¡Ty! ¡Ya estoy en casa!
-¡Hola Alba! ¿Qué haces aquí tan pronto? -me pregunta Tyler aún metido en el baño.- creía que te habías ido con las chicas.
-Y así es, he pasado la tarde con ellas, pero estaba muy cansada y me he vuelto antes. ¿Y Dylan?
-Se ha ido a hacer unos recados. -responde nervioso saliendo de la habitación.- Wow! Te has cortado el pelo! Estás preciosa!
-Gracias... me gustaría que lo viera Dylan. ¿A qué hora vuelve?
-Supongo que tarde, tenía muchas cosas que hacer. -dice rascándose la nuca como si estuviera ocultando algo. -¿Vemos una peli?
-Oye Ty, ¿Me estás ocultando algo?
-¿Yo? Qué vaaaa! -dice poniéndose muy nervioso.
-Si tú lo dices...
Alba, no te alteres. Ni que Dylan te estuviera engañando. Vale que últimamente no habéis estado tanto juntos y eso, pero te quiere. No seas paranoica, anda.

-¿Qué vamos a ver?

-Podemos ver una comedia. -propone Tyler.

-Si es comedia obligatoriamente tiene que ser una de Adam Sandler. OBLIGATORIO. -grito. Adam Sandler es uno de mis actores favoritos y si vemos una película de comedia, no puede faltar una película suya.
-¿Juntos y revueltos?
-Siiii!!
Ponemos la película. Son las 23 y Dylan todavía no ha llegado a casa. ¿Qué coño estará haciendo?
No presto atención a la película, estoy demasiado preocupada por mi chico como para ver el filme.

-Cariño... eeeh... despierta bebé. -una voz suave me despierta. 
-Mi amor, te has quedado dormida, vámonos a la cama.
-¿Dylan?
-Ese es mi nombre, sí.
-¿Qué hora es?
-La 1.
-¿Acabas de llegar?
-Sí, tenía mucho trabajo en el set. Pero ahora ya estoy aquí, vamos a dormir.

Al ver que no soy capaz de moverme ya que sigo medio dormida, Dylan me coge cual princesa de cuento y me lleva a nuestra habitación. Allí, me tumba en la cama y me tapa, para después meterse él conmigo, darme un beso de buenas noches y dormirse abrazándome.
Es la persona más dulce y tierna del mundo entero, y no tendría por qué dudar de él.

-Buenos días princesa. -me susurra mi chico al oído.- hoy tengo el día libre, y me gustaría pasarlo con la persona que más quiero en este planeta.
-Buenos días! ¿Qué quieres hacer?
-Pues... podemos ir a comer al parque.
-¡Claro! ¿Pero por la mañana?
-Quiero presentarte a una persona muy especial para mí. -Me dice.- va a venir a desayunar en media hora.
-¡Dylan! ¡No tenemos el desayuno hecho!
-Déjamelo eso a mí. Tú mientras ducháte, quiero que le caigas bien.
-¿Tan mal huelo?
-Digamos que podrías oler mejor.
-Demasiado sincero para mí. -le respondo dándole un corto beso.