22. La venganza se sirve fría.

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Es lunes por la mañana, en concreto son las 6 de la mañana. Estoy ahora corriendo por el parque central de Los Ángeles. Dylan se ha ido a trabajar hace poco y me ha dicho que no volvería hasta tarde en la noche. Así que tengo todo el día libre. Supongo que llamaré a las chicas para quedar o algo.

🎶Look at the stars, look how they shine for you🎶

Estoy escuchando mi canción favorita, Yellow, de mi grupo favorito, Coldplay. Amo ese grupo.

-¡Alba!
Al oír que alguien me llama, me quito los auriculares y giro a ver quién ha sido.
-¡Bu! -me asusta Ryan.- ¿También has venido a correr?
-Sí, Dylan se ha ido temprano y se me ha ocurrido hacer un poco de ejercicio. ¿Y tú?
-Yo es que en casa me aburría solo y aquí he acabado.
-¿Terminamos la carrera juntos?
-¡Claro!
Y así nos pasamos la mañana Ryan y yo, corriendo y tomando café cada 20 minutos.
-Oye Alba, ¿Quieres que nos apuntemos al gimnasio juntos? -me propone Ryan. La verdad es que es una buena idea, no tengo nada que hacer estos días, así que aceptaré.
-Vale! ¿A cuál?
-Hay uno aquí al lado. Creo que vale 20$ al mes.
-De acuerdo. Oye yo me tengo que ir, si nos puedes apuntar tú estaría genial. Obviamente te pagaré mañana.
-Claro Alba. Mañana nos vemos.
-¡Chao!
Y corriendo que vuelvo a casa. He quedado con Crystal y Holland a comer, ya que Holland tiene que terminar el plan diabólico contra Hugo.
Le envio un mensaje a Dylan al cual no contesta, me ducho y me pongo un vestido. Me maquillo un poco y me hago una trenza. Y con mis converse blancas, salgo corriendo de la vacía casa.
-¡Hola chicas! -saludo a Holland, Crystal y Hugo. Espera, ¿He dicho Hugo?- ¡Hola Hugo! ¿Qué haces aquí?
-Holland me ha invitado a comer con vosotras. -responde todo convencido.
Ah, ya entiendo todo. Que empiece la venganza. Bien pensado Holland.
-Y dime Hugo... ¿Qué te gusta hacer? -pregunta la pelirroja.
-Me gusta jugar al fútbol y el rap.
-¿El rap? ¡Me encanta Eminem! -dice Crystal. Con la emoción de decirlo, tira el vaso de agua encima de Hugo.
-¡Lo siento mucho! -grita Crystal.- ¡Camarero! ¡Por favor un trapo!
El camarero trae el trapo, pero lleva un chocolate caliente en la otra mano. Holland le guiña un ojo al camarero y éste le tira todo el chocolate ardiendo en la cara. Estamos montando un espectáculo... Entonces, sale el cocinero con muchos toppings de cupcake y comienza a cubrir a Hugo.
-Primero, -explica el chef ante la atenta mirada de los clientes. Algunos, incluso graban el acontecimiento.- debemos echar el frosting con la manga pastelera.- coge el utensilio y empieza a echar la sustancia rosa.
-Después, no querido no te vayas. -otro camarero sujeta a Hugo al ver que éste intenta huir.- como iba diciendo, después, podemos echar lo que queramos. En este caso voy a hacer fiesta, así que colocaré todo lo que encuentre en cocina. -Luis, que es como se llama el cocinero, me pasa un bol lleno de comida: piruletas pegajosas, galletas, basura...
-Ahora es tu turno linda, que pague por lo que te hizo.
Y dudosa, pero con la ayuda de mis mejores amigas, cojo el bol y le echo todo el contenido encima a Hugo. Y tras hacerlo, el chico sale corriendo del restaurante avergonzado, junto con todos los abucheos de la gente del restaurante.
-¡Nadie se mete con los amigos de mi prima! -grita Luis.- Hola, soy Luis, primo de Holland, encantado.
-Yo soy Alba, gracias por todo de verdad.
-De nada muchacha. Ahora, si me perdonas, debo seguir cocinando.
-Holland, Crystal, millones de gracias chicas, os amo.
-Y nosotras a ti, Alba. Te amamos.

¿Qué he hecho yo para merecer una vida tan perfecta?

Lo que no tenía ni idea, era que esa perfección se acabaría dentro de poco.

Gajes del oficio. {Dylan O'Brien}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora