10. La consulta.

99 14 0
                                    

Los días siguen pasando muy rápido, por lo menos yo pienso eso. Hoy vamos al hospital porque le deben chequear la herida a Mathias, al parecer lo que pasó como que sirvió porque Mathias ya no es tan inquieto. Sigue siendo el mismo de siempre pero ahora menos inquieto. Mamá lo cuida más de lo normal.

Voy a la habitación de Mathias ya que allí está mi madre, le preguntaré a qué hora debemos estar en el hospital, para así saber cuanto tiempo me falta.

—Mami, ¿a qué hora nos vamos al hospital? —Pregunto a mamá que está acomodando la ropa de Mathias.

—Comienza a bañarte y vestirte de una vez Alison, te tardas mucho arreglándote y no quiero esperar.

—Mami pero dime, ¿a qué hora debemos estar allá?

—Alison, ya dije que no te diré. No quiero esperar hoy y tu te tardas más que una Miss para terminar. Sólo, ve a bañarte en este instante y no tardes.

—Está bien mami.

Mamá me conoció las intenciones, si me hubiese dicho la hora quizás y ya estuviese acostada de nuevo. A veces me asombra la pereza que me envuelve.

Voy al baño y me doy una ducha, salgo y me dirijo a mi cuarto para vestirme. Busco mi ropa y decido colocarme un vestido color morado oscuro por encima de las rodillas, unas zapatillas color negras que hacen juego con mis accesorios y también el bolso.

El cabello lo llevo suelto el cual está un poco desarreglado. Nunca me ha gustado peinarme, creo que me peino porque de no ser así mi cabello parecería un nido de chocorocoy (Pájaros). Pero a pesar que está un poco desarreglado me veo presentable, salgo de mi habitación con mi teléfono en la mano, hoy lo llevaré al hospital para pasar el rato. No lo había contado pero no me gustan para nada los hospitales, voy a ellos por la necesidad.

Voy a la habitación de Tyrone, al llegar me detengo en la puerta y la abro con mucho cuidado, lo veo muy concentrado con su teléfono. Está tan sumergido en su mundo que no se da cuenta de mi presencia. Me quito con mucho cuidado las zapatillas, entro a la habitación y camino en dirección a la cama, él está sentado de espaldas a la puerta el cual me facilita mi trabajo. Hoy voy a descubrir cuál es la causa de que esté tan feliz, llego hasta él y en un rápido movimiento agarro su teléfono, se lo quito de las manos y salgo corriendo como si no hubiese un mañana.

—Maldición, Alison devuelve mi teléfono ¡YA!.

Puedo escuchar a Cony gritando pero no me detengo, entro a mi cuarto y le pongo seguro a la puerta. Él llega corriendo y al parecer no le da tiempo de detenerse o no se esperaba que yo cerrara la puerta porque sentí un golpe y un grito..

—PUTA MIERDA. —No puedo evitar contenerme más y suelto una carcajada, cuando me canso de reírme noto que ya Tyrone no me está llamando, ahora es el turno de revisar el teléfono.

Entro a las llamadas y el contacto más reciente con el que habló lo tiene registrado como:

Mi princesa <3.

Que cosa más cursi, un poquito más y vomito.

Me río y entro a WhatsApp, aquí debe tener todo lo que necesito.

Debo apurarme, siento como la serradura de mi cuarto empieza a moverse, el imbécil fue más inteligente y buscó las llaves en la cocina. Casi puedo sentir los latidos de mi corazón en mi boca, esto es una adrenalina a mil, Tyrone me matará.

Busco el contacto del nombre que leí en las llamadas y entro a su foto, ¡Genial! La foto no quiere cargar... Mierda. Cuando por fin se carga siento que de un tirón me halan el teléfono y no puedo reconocer a la chica que está en la foto.

Visiblemente invisible. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora