Visiblemente invisible. [COMPLETA]

19. La conversación.

-06 de junio-.

Esa noche, me despedí de Elena y pasé por la habitación de Laura pero ya estaba dormida. Lyan me dejó en casa no sin antes acariciar por enésima vez mis cachetes, dedicarme una sonrisa y darme un beso de despedida. Dijo que pasaría a buscarme para llevarme a la preparatoria y también que estuviese pendiente del teléfono porque iba a llamarme ya que le dije que me avisara cuando llegara a su casa

Cuando entré a mi casa mamá estaba en la sala de estar viendo los programas de cocina y Tyrone se encontraba comiendo, cosa que no es nada extraño.

—Buenas noches Mami, ¿cómo estás? —Ella me dedica una sonrisa.

—Buenas noches mi niña, bien ¿y tú? ¿cómo está Laura?

—Muy bien mami.

—Me alegro.

—Mami...

—Dime.

—Tengo algo que contarte.

—No me asustes, ¿te sucede algo?

—No, claro que no.

—¿Entonces?

—Le dije a Lyan que aceptaba ser su novia.

—¡¿QUÉ?! ¡YA ERA HORA!

—Mami, siento que estás más feliz que yo.

—En realidad me alegra demasiado saber que dejaste entrar a alguien en tu vida, la felicidad de ustedes es la mía y sé que Lyan es un buen chico. No me equivoco en lo absoluto, confío plenamente en él. Espero que sean muy felices.

—Gracias Mami.

—¿Por qué le agradeces? —Tyrone se hace presente en la sala y yo me tenso.

—Por nada Cony.

—¿Por nada? —Responden mamá y Tyrone al unísono.

—Esta bien... soy novia de Lyan.

—¿Y por qué no lo sabía? —La cara de Tyrone está de fotografía, se ve furioso.

—Apenas hoy le dije que sí Cony.

—Si ese chico te hace daño te juro que le doy una paliza. —Estoy segura que está hablando demasiado en serio, luego de decir eso su cara se vuelve un poco amigable.

—Gracias por preocuparte por mí Cony.

—Ajá, equis con eso. Ya lo sabes. —¿Por qué siempre tenemos que ser así a la hora de mostrar los sentimientos? Es algo que tenemos en común.

—Está bien.

—Mamá, si mal no recuerdo... tenemos una conversación pendiente, —eso me recuerda a papá; cada vez que tenía algo serio que decirnos solía decir esa pequeña frase que hace que tu corazón quiera salirse por las rápidas palpitaciones.

—Sí hijos, ya tomé una decisión.

—¿Qué decidiste?

—Como sé que no aceptarán un «No» como respuesta aunque tampoco importaría porque aquí la madre soy yo y ustedes tienen que hacerme caso, pero sé que no sería justo para ustedes porque deben conocer a su hermano, he decidido...

—Ya puedes decirnos mamá —Tyrone añade.

—He decidido lo siguiente: Me iré con Tyrone y Mathias a Colombia.

—¿QUÉ? —Respondemos al unísono.

—Lo que escucharon, me iré con ellos a Colombia y tú Alison, te quedarás en casa.