Visiblemente invisible. [COMPLETA]

15. Te odio, aunque recuerda que mi odio es sano.

Cantar la música de tu cantante favorito es genial, pero cantarla con la persona que te gusta es otro nivel. Aunque él me dijera que cantaba horrible debo admitir que su voz es totalmente hermosa, podría pasar la noche entera escuchandolo con una sonrisa de estúpida en mi cara. -Sonrió al recordar lo que acabo de pensar-.

—¿Por qué sonríes? ¿En qué estabas pensando? —La voz de Lyan me sorprende y hace que me sobresalte un poco. Lo miro y le dedico una sonrisa genuina.

—Nada, cosas de chicas.

—Dime, ¿me piensas dejar con la curiosidad? —Pone los ojitos del gato con botas y exploto a reír en carcajadas, coloco la palma de mi mano en mi frente simulando que no puedo con él.

—Estaba pensando en que tienes una voz hermosa —Sí, siempre he tenido el don de la sinceridad.

—¿Tengo la voz hermosa?. Tú sinceramente ya perdiste la audición.

—Si eres tonto, sabes que sí ratón de cocina.

—No me gusta ese apodo, sé que puedes encontrar uno mejor y creo que un poco más dulce.

—No lo creo, no soy ese tipo de personas —Se encoje de hombros y sonríe, recuesto mi cabeza al vidrio de la puerta y siento como poco a poco mis palpados bajan. Siento mucho sueño y no quiero quedarme dormida, Lyan podría pensar que es un completo aburrido el cual hizo que me durmiera. Levanto un poco la cabeza y lo miro, está totalmente concentrado en la carretera. En realidad se ve muy lindo. De nuevo siento mis palpados caer por encima de mis ojos y esta vez no puedo evitarlo, recuesto la cabeza de nuevo al vidrio de la puerta y espero que morfeo me lleve en sus brazos. A veces no puedo creer lo dramática que puedo ser.

—Alisón... Alisón... —Escucho mi nombre como si tuviese ecos.

—Querida Alisón —Alguien me llama y y toca mi brazo izquierdo con mucha suavidad. Abro los ojos lentamente y me encuentro a un Lyan totalmente sonrojado y sonriendo. ¿En qué estaría pensando?.

—Llevo como cinco minutos tratando de despertarte, la fea durmiente ahora —¿en serio acabo de escuchar bien eso.

—¿cómo me dijiste?

—De todo lo que te dije ¿sólo escuchaste eso?. También eres peleona.

—Okey, ya te estas pasando mucho ratón estúpido.

—Vamos, no te molestes —Sonríe y se baja de la camineta, por el espejo puedo ver como rodea la misma y cuando llega hasta la puerta del copiloto la abre—. ¿Me permite su mano bella dama? —Habla con ese acento de las películas y me sonrió pero al momento pongo mi cara molesta, es que a pesar de que me despertó también quiere venir a llamarme fea y peleona, sí que se pasó.

—No te permito nada, yo puedo sola —Aquí está esa parte de mi que tanto amo. Aunque sienta cosas lindas por alguien puedo tener un semblante totalmente cortante. Sí que me encanta.

—Ay querida Alisón, eres tan malcriada, —pone su mano derecha en la frente simulando que prácticamente no me soporta o eso quería pensar yo en ese momento ya que estaba enojada.

—No eres nadie para decirme eso Lyan —Okey, esas palabras habían salido de mi boca sin darme si quiera el poder de detenerlas. ¿De dónde estaban saliendo todas esas cosas? De mi boca, claro, pero no sabía la razón.

Lyan sonríe abiertamente pero puedo ver que su cara se torna un poco triste han de haberle dolido mis palabras y lo entiendo, debería disculparme. Aunque pensándolo bien yo tengo toda la razón, él no es nadie, aunque sienta cosas por él no es nada de mi sólo somos simples amigos. -Y es ahí cuando trato de engañarme a mi misma pensando que no quiero que sea más que eso.