Visiblemente invisible. [COMPLETA]

31. Pastelería.

-Capítulo treinta y uno-

-Alison-.

∞∞∞

Y llegó el día que Tyrone y yo estabamos esperando pero mamá no lo estaba haciendo, no estaba muy ansiosa de dejarnos a Mathías y a mí aquí.

Nos encontrabamos en el aeropuerto La Chinita. Sólo faltaban que llamaran al vuelo 170 que era en donde ellos se irían.

Obviamente con nosotros estaba Lyan, Anaid (su barriguita estaba creciendo tan rápido que ya se notaba demasiado), esa niña o niño serían todos unos grandulones. Me alegra y anima tanto que Tyrone vaya a ser padre y obviamente yo tía.
Ser tía(o) es el regalo que te brindan tus hermanos, es la dicha de querer a un niño que no es tuyo pero sientes como si lo fuera. Es lo que yo siento por esa caraotica que ya se está formando, espero que el tiempo pase rápido para poder conocer a mi sobrino(a).

Cuando llamaron al vuelo correspondiente al de ellos nos comenzamos a despedir...
Mamá me abraza tan fuerte que siento que mis huesos pueden romperse, pero le correspondo totalmente el abrazo. Sentir el calor de mamá me encanta, es caluroso, hace sentir bien que a pesar de todo ella siempre estará ahí, siempre podré contar con esa señora que me dio la dicha de vivir, que me cuidó cuando estuve enferma y que fue mi apoyo en los malos momentos.

—Te cuidas hija, no me voy por mucho tiempo pero es difícil separarme de ustedes. —Ella es tan dulce que me empalaga, pero es la mejor mamá del mundo.

—Te quiero mamá, volverás pronto y estaremos aquí esperandote.

—Cuidas a Mathias, lo bañas antes de las seis de la tarde todos los días porque no quiero que agarre un resfriado.

—Tranquila mamá, recuerda que también he cuidado toda la vida de él.

—Eso es cierto...

-Tyrone-.

Despedirme de mis hermanos, de Anaid y de la barriguita... no pensé que fuese a ser tan difícil.

Cuando llaman nuestro vuelo Anaid me mira y yo a ella, se le cristalizan los ojos lo cual hace la despedida más difícil.

Me da un cálido beso, la abrazo, luego me arrodillo y le doy muchos besos a la barriguita de Anaid, mi querido hijo o hija, mi primer fruto, mi primogenito. Recuerdo cuando ella me dijo que estaba embarazada, me sentí tan asustado, tan inseguro, pensé que nadie nos iba a apoyar... pero aquí estamos, juntos, superando todo y felices esperando a nuestro bebé.

—Querido hijo o hija, me voy pero ten presente que prontico voy a volver. Voy en busca de tu tío y sé que lo voy a encontrar... no sé si me escuches o me entiendas pero quiero que sepas que te amo, que te amé desde el primer momento que supe de tu existencia y que te voy amar hasta el día que muera. Eres mi más grande ilusión. —Miro a Anaid la cual tiene lágrimas en sus ojos... no me gusta que ella llore. Me levanto y tomo su cara en entre mis manos.

—No llores princesa, no llores porque pronto voy a estar con ustedes. Te amo, cuidate y cuida mucho a nuestro bebé. Los amo más que a mi existencia. —Limpio sus lágrimas.

—Tyrone, muchas gracias por todo. Por no irte cuando más te necesito, por estar conmigo en las buenas y en las malas y por amar a este niño o niña tanto como yo lo amo. Te amo hermoso.

—Siempre estaré para ustedes y los voy a cuidar por encima de todo.  —Miro a mamá la cual se despide de Mathias casi llorando como si alguien se fuese muerto. Camino hasta donde se encuentra Alison y Lyan que después de todo me la llevo muy bien con él.