Capítulo 8

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En un pestañeo mi mente regresó unos ocho años atrás a la "Bella Italia"...

FLASHBACK

-¿Y mi cama?, ¿puedes compartir conmigo la cama Jongin?-me preguntó Kyungsoo, dejándome completamente anonadado.

-Soo...yo...yo....-intenté responderle pero no encontraba las palabras adecuadas.

-La respuesta es no Jongin...no puedes-me dijo con una enorme tristeza en su mirada, solo comparable con la que seguramente reflejaba la mía-Porque por más que a mi me gustaría tenerte en mi cama...-al darse cuenta de lo que dijo se sonrojó como nunca lo había visto antes...desvió un momento la mirada y suspiró...creo que en un intento de encontrar las palabras...o ver como podía echarse para atrás en lo que había dicho...sin embargo se mantuvo firme sorprendiéndome una vez más.

-Por más que yo quiera tenerte en mi cama, no podemos, porque la tuya le pertenece a alguien más-me dijo señalando la alianza de matrimonio que adornaba mi dedo, al tiempo que contraía su cara en un gesto de dolor...si mientras estábamos en mi auto me arrepentía de mi estupidez...ahora en este momento, mi arrepentimiento era mil veces superior porque le había hecho daño a Kyungsoo y él era un Ángel que ya había sufrido suficiente en la vida.

-¿De verdad eso quieres Soo?-me encontré a mi mismo preguntándole, no pude evitarlo-¿De verdad quieres tenerme en tu cama?.

Por un instante intentó desviar su ojos de los míos, pero tomé su barbilla entre mis dedos, obligándolo a mirarme.

-Quiero...claro que quiero-me respondió en un susurro apenas audible-Hoy me di cuenta de todo lo que quiero de verdad a tu lado...pero también me di cuenta de que lo perdí todo sin nunca haberlo tenido-una lágrima rodó por su mejilla y me apresuré a quitarla con el pulgar de la mano que aún sostenía su quijada.

Me incliné hacia él, necesitaba besarlo, necesitaba darle consuelo, necesitaba demostrarle que también yo lo quería, lo anhelaba y lo necesitaba. Pero justo en ese momento llegó el impertinente del mesero.

-Aquí esta su comida-le dijo al tiempo que le guiñaba el ojo, no pude más que bufar de frustración y apretar mis manos en puños sobre la mesa para no romperle la cara al imbécil. Kyungsoo notó mi estado de animo y colocó sus manos sobre la mía intentando reconfortarme...era absolutamente maravilloso, con toda la tensión del momento, con todo el dolor y la tristeza que había provocado en su vida...él estaba tratando de salvarme de un mal rato, mi corazón se enterneció por completo...Dios que iba a pasar ahora.

-Ya cálmate, no le hagas caso, no me interesa-me dijo para tratar de quitarle hierro al asunto.

-Soo, este meserito de quinta no te interesa...pero va a llegar el momento en el que alguien te interese-mientras hablaba iba disminuyendo cada vez más el tono de mi voz hasta convertirlo en un susurro plagado de dolor, desesperanza e incertidumbre-Y el día que eso pase...-le dije apretando su mano, que aún se encontraba junto a la mía-El día que eso pase voy a morirme de dolor, porque voy a perderte para siempre-le dije con toda la sinceridad que pude, con los ojos anegados de lágrimas.

-Como yo te perdí a ti-me replicó-¿Por qué Jongin?-me dijo mientras las lágrimas escurrían por su rostro, yo sabía a qué se refería-¿Por qué te casaste Jongin?, ¿por qué no me dijiste que ibas hacerlo?...¿por qué te casaste con ella?.

Yo me hacía las mismas preguntas, mientras pasaba mi noche de bodas en la terraza de la Suite Nupcial del Hotel Elysian con una botella medio vacía en la mano; esa noche de bodas que no pude pasarla en la cama con mi esposa, simplemente porque no siento absolutamente nada por ella...aún cuando compartimos la cama todas las malditas noches de los últimos cinco meses, solo hemos tenido sexo en sus días fértiles, esperando a que quedara embarazada, aunque siempre me cuestionaba el porqué pienso en estas cosas, no hay nada de lo que tenga que arrepentirme o nada que haga que esto de verdad importe.

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