Capítulo 38

2.7K 259 36
                                        

-Kyung...Dodo…yo…-me detuve por un momento en un intento desesperado por poner en orden mis ideas, no sabía como, pero tenía que sacar la fuerza y la entereza de cualquier lugar del que pudiera, tenía que poder pedirle a mi cielo todos los perdones necesario, tenía que sacar todo el dolor, todo el sufrimiento y todas las cosas que tenía atrapadas en mi cuerpo-Yo tengo tantas cosas por las que pedir perdón-suspiré, mientras él me miraba atento, sabía que no estaría de acuerdo en muchas cosas, pero agradecería que al menos de momento me dejaba hablar-No puedo decirte que me arrepiento de la relación en la que nos vimos involucrados hace ocho años, porque de no ser por ella me perdería de los mejores momentos de mi existencia, sin ello no tendríamos a nuestros maravillosos pequeños, pero sí me arrepiento de lo imbécil que fui por la manera en la que manejé las cosas-de pronto sentí los dedos de Kyungsoo secándo las lágrimas que escurrían ya por mis mejillas, miré su perfecto rostro de ángel y me di cuenta que también yo tenía que secar las suyas, tenía que secar las lágrimas que provocaba una vez más-Dios cielo…me duele verte así y deja de importarme si sufro si con eso puedo aliviar tu sufrimiento.

-Esto se trata de que ambos podamos dejar de sufrir, recuerda que las veces que hemos intentando sacrificarnos el uno por el otro no han salido bien-me dijo acariciando suavemente mi mejilla.

-Si, pero para poder hacerlo debo pedirte perdón por todas las estupideces que cometí, necesito pedirte perdón por todo lo que te hice sufrir. Tengo pedirte perdón por como jodí todo lo que teníamos-le dije acercándome a él lo más que pude y moría de ganas por hacerlo descansar acurrucándolo en mi pecho, pero en este momento era importante que pudiéramos vernos a los ojos, así que conectándome a su mirada continúe con lo que quería decirle-Cielo necesito que me perdones por no entender desde antes lo mucho que te amaba, que eres mi vida, que eres mi amor y que no podría ser feliz jamás con otra persona que no fueras tú…Te amo y fui demasiado ciego como para verlo antes de que fuera demasiado tarde. Perdóname por permitir que Krystal me convirtiera en un instrumento de su venganza en tu contra, una venganza por algo que no sé y que no entiendo-él hizo un gesto dándome a entender que no iba a decirme la razón por la que se había iniciado la guerra. Ya en ese punto nuestras lágrimas caían sin cesar por nuestro rostro-Tengo que pedirte millones de perdones por permitir que otra se convirtiera en mi esposa, cuando yo sabía que con la única persona que debía y quería casarme era contigo, lo supe desde el mismo momento que nuestros ojos se cruzaron la primera vez que nos vimos en la secundaria cuando llegaste con esos ojitos tristes y acompañado de tus primas-ambos sonreímos ante ese recuerdo, apenas nos presentaron sus primas no pude evitar acercarme a él y cobijarlo en un tierno abrazo y dejando pequeños besitos en su cabello en una forma de alejar el dolor que sentía.

-Nini ya te perdoné por eso, yo permití que Krystal aprovechara nuestros sentimientos para destruirme, yo le di ese poder cuando decidí no contarte lo que pasó entre nosotros, ese poder se lo di yo cuando no entendí el gran rencor que ella me guardaba, cuando no acepté la verdad de sus palabras, cuando me juró que no sería feliz. Ya los reclamos de tu matrimonio tenemos que dejarlos en el pasado…Tampoco yo me di cuenta de la profundidad de mis sentimientos hacia ti hasta que me fundí en tus brazos cuando me buscaste en el aeropuerto a mi regreso de Londres, así que tendría también yo que pedirte perdón por darle ese poder a Krystal sobre nosotros, también tengo que pedirte perdón por no darme cuenta antes de lo mucho que te amo y obligarte a ver tus sentimientos hacia mi-lo callé con un pequeño beso en la frente, me hubiera gustado que fuera en los labios pero sabía que eso sería muy inoportuno de mi parte.

-Cariño tu no tienes que pedir perdón por nada, todas las culpas son mías…solo mías, yo te hice sufrir manteniéndote en las sombras, yo te hice sufrir haciéndote ver como traía a Krystal colgada de mi brazo, yo le permití hacer todas esas demostraciones de cariño en tu delante que solo eran para hacerte sufrir…Yo fui el imbécil que se dejó presionar con la idea de perder a Aleesa, yo fui el idiota que no te dio tu lugar, que no te dio el tiempo que te merecías, que no te respetó. La verdad es que no sé si podrás perdonarme todo lo malditamente imbécil que fui…lo único que sé es que necesito tu perdón, porque sin ti no tengo vida...he tenido cinco años de absoluto sufrimiento, solo cuando recibí tu correo hace veinticinco días volví a respirar, hace veinticinco días que consigo dormir, que consigo descansar, que he tenido algo de paz, porque desde que te perdí, desde que llegué a ese hospital, no solo me llené de dolor, sino que en ese hospital de Londres dejé toda mi paz, dejé una parte de mi alma que no podré recuperar nunca, porque con mis decisiones te dañe, dañe a nuestros hijos…me perdí la oportunidad de tener a Sunjai en mis brazos y perderme en sus ojitos, dejando que me envolviera en su pequeña manita-le dije con el corazón en la mano.

EL OTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora