EL OTRO

Capítulo 42

-Espera cariño...-de pronto un pánico irascible de apoderó de mi pecho, pensé que se había arrepentido, mi mirada se nubló de una profunda tristeza y me perdí de este mundo hundiéndome en un profundo pozo de desesperación, dolor y oscuridad, había estado allí mucho tiempo y no quería regresar-Cielo espera no saques conclusiones apresuradas-me dijo mi ángel trayéndome de vuelta a la realidad y pude fijar mis ojos en él, los suyos me devolvían la mirada con amor y ternura-Te dije que soy tuyo y que quiero que todos lo sepan, ya acepté ser tu esposo, así que no te estoy rechazando-antes de que pudiera continuar, dejé un suave beso en sus labios.

-¿Entonces que sucede amor?-le pregunté sin ocultar mi confusión.

-Cielo, quiero que todos los sepan y por supuesto que quiero llevar tu anillo, he soñado con ello demasiado tiempo...cualquiera que conozca nuestra historia puede pensar que he soñado con eso desde hace ocho años, pero si te soy sincero, muy en el fondo de mi alma y aunque no lo reconocía quería ese anillo desde que tu abuela te lo entregó-y en ese momento me di cuenta, que aunque no lo había comprendido del todo en ese momento, yo también había deseado entregárselo a él desde el mismo momento en el que lo recibí de manos de mi abuela-Lo que quiero decirte amor, es que acepto tu propuesta, quiero ser tu esposo y portaré orgulloso ese anillo, como tu prometido, pero cuando esté en Chicago, aún cuando el anillo estará cerca de mi, no estará en mi dedo hasta que no enfrentemos a tu madre-no entendía el porqué y empecé a desesperarme.

-Amor no podemos permitir que mi madre nos siga robando minutos de felicidad-le dije enfadado.

-Y estoy de acuerdo contigo, pero creo que debemos hablarlo con ella, defender nuestro amor y dejarle en claro que estaremos juntos aunque no le parezca, pero debemos intentar que cuando hablemos con ella no sea en medio de una pelea porque tu mamá se puso histérica por ver el anillo de su suegra en mi dedo-me explicó.

-Eso no es su problema, la abuela me entregó a mí ese anillo, para que yo se lo entregara al amor de mi vida, que eres tú, así que el anillo te pertenece y no quiero discutir contigo por ella-le dije enfadado sentándome en la cama.

-No arruines nuestro momento enfadándote Jongin, mañana regresas a Chicago y luego estaremos separados por unos días, no quiero perder tiempo con tonterías.

-Yo pienso igual, así que no sigas con eso-le repliqué.

-Cielo entiende, ya comprendimos que el odio de tu madre hacia mí y hacia nuestra relación, es por su pasado con Victoria, para ella que tú y yo estemos juntos es como si mi madre hubiese ganado-asentí ante su comentario aunque veía el punto, no entendía que tenía que ver con el anillo-Contéstame algo-hizo una pausa y siguió-¿Tu madre alguna vez usó este anillo?.

-No, ese fue el anillo con el que el abuelo de mi padre le pidió matrimonio a su esposa, cuando mi bisabuela se hizo mayor le entregó el anillo a mi abuelo y él a su vez se lo dio a su prometida y luego esposa, osea mi abuela-en ese momento me quedé mudo con una expresión de horror.

-Y debo suponer entonces que tu abuela se lo entregó a su único hijo-me dijo Soo señalando algo que por supuesto yo sabía-Pero me dijiste que tu madre nunca usó ese anillo-explicó.

-Cuando mi abuela me entregó el anillo me dijo que ese anillo debió ser entregado pero se lo devolvieron, en ese momento yo no le di importancia-le dije-Pero si el anillo estaba destinado a que los hombres de la familia Kim le entregarán ese anillo al amor de su vida, su alma gemela, como era la tradición, entonces ¿por qué mi madre nunca lo usó...?.

-¿Y tu madre conocía la historia familiar del anillo?-me preguntó, yo solo asentí con la cabeza-Seguramente incluso antes de casarse con mi padre-asentí de nuevo recordando las innumeras discusiones que sostuve sobre el anillo con mi madre, estaba seguro por algunos de sus comentarios de que siempre estuvo al tanto de la tradición del anillo Kim, incluso antes de casarse con mi padre-Y tu abuela dijo que le devolvieron el anillo... Podemos suponer entonces que...- lo interrumpí.