Capítulo 21

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Holis, nuevamente iniciamos con un recuerdo🙈, espero disfruten el cap, l@s amooo!😘😍

FLASHBACK:

Apenas llegué al departamento me estacioné en mi lugar y respiré con algo de alivio, el auto de Soo seguía en su puesto, al menos no se había ido...todavía, me cachetee internamente por esa reflexión...él no podía irse...no podía dejarme, eso nos destrozaría a ambos...DIOS...¿cómo pude ser tan imbécil?, corrí hacia el ascensor, y una vez en el piso corrí hasta nuestra puerta.

-Kyungsoo...Cielo-lo llamé al entrar y no encontré respuesta alguna, me di la vuelta emprendiendo camino hacia nuestra habitación, al llegar a la puerta la fui abriendo despacio, sintiendo un escalofrío recorrer mi columna, recordé todos los ruidos que de ella salían la noche anterior...la escena me dejó sin palabras, hundido en un profundo dolor, puesto que ya no era solo mi desesperación por ser lo malditamente imbécil para joder lo mejor que tenía en mi vida, sino porque aquí en medio de este cuarto en el que hemos vivido tantas cosas maravillosas, en medio de cada pedazo de vidrio, en medio de cada portarretrato, cada vaso, cada adorno, cada espejo roto, estaba plagado el intenso dolor de Kyungsoo...caminando me topé con algo a mis pies, al levantarlo me percaté de que se trataba del hermoso traje que había utilizado ayer, los pedazos de tela azul se deslizaban entre mis dedos, estaba completamente hecho pedazos...El baño de nuestra habitación no se encontraba en mejores condiciones, y emprendiendo el camino de regreso, fijé mi vista en algo que arrancó un jadeo y me llenó de preocupación...había sangre...sangre regada por toda la habitación...

Dios...¿dónde estaba Kyungsoo?, ¿qué le había pasado?...empecé a dar vueltas por todo el departamento desesperado, por no saber donde estaba mi Dodo...sin saber si estaba bien, dónde había pasado la noche...DIOS ...¿qué había hecho?, jodí todo...tomé nuevamente el teléfono e intenté llamarlo de nuevo, el resultado fue el mismo de las últimas llamadas, saltó directamente al contestador y ni siquiera pude dejarle un mensaje ya que le había dejado el buzón lleno...de pronto escuché que llegaba el ascensor y voces en el pasillo, Soo llegaba junto con el imbécil de Kyuhyun.

Tras escuchar las llaves en el cerrojo de la puerta, mi ángel entró en el departamento y mi corazón se apretó como nunca, al menos hasta ese día en mi pecho, ante la imagen de dolor y desolación de mi hermoso Kyungie, tenía los ojos hinchados por las lágrimas, con profundas ojeras y con una tristeza infinita opacando sus preciosos ojos.

-Soo...-intenté acercarme, pero no me lo permitió.

-¿Qué haces aquí Jongin?...ayer te pedí que te fueras-una lágrima silenciosa corría por su mejilla, me moría por acercarme a él, intentar borrar su dolor, secar sus lágrimas con mis besos, pedirle perdón, ofrecerle una disculpa...cualquier cosa...pero esta distancia de cinco pasos me estaba matando. Suspiró y siguió hablando todo lo claro que pudo-Y pensé que las 93 llamadas que no te he atendido y los no se cuantos mensajes de texto que no te respondí, te habían dejado claro que no quería hablar contigo...por lo menos no a hora...no todavía-me dijo, intenté acercarme de nuevo.

-Amor por favor...yo sé-se me quedaron trabadas las palabras...sinceramente estaba completamente claro que no tenía perdón ni excusas por lo de ayer.

-No Jongin...no-me dijo-¿Cómo está Aleesa?-me preguntó, mitad preocupación legítima por mi hija, mitad necesidad intensa de desviar momentáneamente el tema.

-No muy bien-admití.

-¿Entonces qué haces aquí?-me preguntó con una dureza y una frialdad que no le había visto nunca.

-Cielo, ¿cómo me preguntas eso?...yo estaba preocupado por ti, yo necesitaba verte, necesito...no necesitamos encontrar la manera de solucionar esto...-le dije intentando poner mi alma en cada palabra-Yo sé que lo jodí, que fui un imbécil, tienes razón no puedo recompensarte lo que pasó anoche...pero...necesitamos...necesito encontrar la manera de que arreglemos esto mi amor...yo no puedo...no puedo estar así contigo, necesito estar cerca de ti-hice una pausa inspirando e intentando acercarme, él colocó sus manos en mi pecho intentando que no me acercará a él, un siseo de dolor hizo que me concentrará en la venda de su mano...-Dios Dodito, ¿qué te pasó?-le dije tomando su mano con cariño. Recordé los vidrios del cuarto y la sangre...y por un momento sentí pánico de que él hubiese atentando...no...no él no pudo...no, me dije, él pareció entender mi expresión y con brusquedad sacó su mano de la mía, aunque obviamente eso le produjo un intenso dolor en la herida...a él...a mi en el alma, no quería que se apartará así de mi.

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