Ese era el primer correo que recibía en cinco años, no podía creerlo, una serie de emociones me embargaba en este momento, desde que regresé de Londres hace cinco años, nada había hecho que mi corazón latiera tan rápido como lo hacía en este momento, tenía que calmarme, tenía 31 años, era sano y hacía ejercicio con regularidad, pero dudo que pudiera resistir un ataque al corazón, así que tenía que intentar normalizar mi presión, no podía permitirme a mi mismo morirme hasta no encontrar el perdón de Kyungsoo y de mis hijos.
Dejé el libro sobre la mesa del café y me levanté del sofá, comencé a dar vueltas por toda la habitación con el celular en una mano y el cigarro apagado en la otra, Dios, estaba tan emocionado, pero también tan asustado de lo que podría encontrar en ese correo que apenas me atrevía a mirar, cada tanto miraba el teléfono para asegurarme de que no era producto de mi imaginación, encendí el cigarro, le iba dando una calada tras otra mientras intentaba tranquilizarme, cuando el cigarro llegaba a su fin, terminé por apagarlo y allí, de pie, cerca de mi piano, que se encontraba en uno de los extremos de la habitación abrí su correo.
"Jongin...
Qué difícil es esto, han pasado muchos años, demasiados desde la última vez que hablamos, pero la verdad es que necesitaba sanar, necesitaba encontrar algo que le diera sentido a mi vida...algo que me permitiera equilibrar la fuerza que perdí cuando los perdí a ti y a nuestra mariposita, para poder seguir adelante y hacerme cargo de nuestros pequeños.
Sé que me has buscado durante este tiempo, sé que es necesario que hablemos, sé que mis hijos te necesitan, sabes siempre les hablo de ti y la verdad es que ellos están ansiosos de conocerte...Dios...pero ha sido tan difícil. Necesitaba encontrar el camino de regreso, necesito dejar atrás todo el dolor, todo el sufrimiento, toda la culpa, para poder volver sobre los pasos andados para poder encontrarme contigo.
La verdad es que aunque cada vez estoy más cerca de encontrar el camino a mi hogar, todavía no estoy listo, pero sé que has sufrido todo este tiempo y me duele que sea así.
Nuestros hijos son hermosos Kai, son inteligentes, despiertos, maravillosos...se parecen tanto a ti...Tae es una copia tuya, en tantos aspectos, físicamente es como tener un constante recordatorio tuyo dando vueltas a mi alrededor, incluso toca el piano, estarías tan orgulloso de él, es increíblemente talentoso. Y Anie es increíblemente hermosa y dulce, tiene una mirada tan linda, tan intensa, una vez que ves sus ojos, con esas pestañas imposiblemente largas, quedas prendado; quien la mira termina por perderse en ellos y queda cautivado para siempre.
Debo confesarte que en estos cinco años he estado muchas veces en Chicago y te pido perdón por no tener el valor de acercarme a ti y hablar las cosas, te pido perdón porque aún no conoces a nuestros hijos.
Si he estado en Chicago es porque varias veces al año voy a visitarla, se supone que éste es uno de los fines de semanas que estoy allí, lamentablemente esta vez no podré hacerlo, la razón sé que te va a asustar un poco, pero te pido que te lo tomes con calma porque ahora todo está bien.
Resulta que el pequeño Tae, es increíblemente travieso e inquieto, y mientras estaba distraído viendo algo que Kalani me mostraba se montó en un árbol y terminó cayendo al suelo, quedando inconsciente por un buen tiempo.
No sabes el susto que me llevé, me tocó llevarlo al hospital, tiene una pierna fracturada y por la contusión tendrá quedarse esta noche en observación y luego tendrá unos días de reposo, por supuesto no pude tomar el vuelo a Chicago y tendré que pasar estos días con él y Kalani.
Si me atrevo a escribirte este correo, a pesar de que no estoy listo aún...es porque se me hace imposible viajar y es sumamente importante que hagas esa visita por mí, ella no puede quedarse sola este fin de semana y de antemano te pido perdón por no habértelo contado antes...créeme que no era ningún tipo de venganza ni nada por el estilo, solo quería que estuviera cerca de ti.
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EL OTRO
FanfictionKim JongIn era un reconocido y brillante arquitecto en la ciudad de Chicago, su mayor felicidad es haber encontrado y conocido al amor de su vida, a su alma gemela, a su otra mitad, a su todo. Uno de sus más grandes logros fué concebir tres maravill...