The Tear In My Heart - |DRARRY|

VI

— ¿Yo enseñarles? — dijo Harry mirando a su amiga.

— ¡Por supuesto! — exclamó Hermione sonriendo.

— No es mala idea. — dijo Ron mirando a su amigo.

— Pero si...— dijo Harry. — Pero si yo no soy profesor. Yo no puedo... Yo no sé...

— Harry, eres el mejor de nuestro curso en Defensa Contra las Artes Oscuras. — le recordó Hermione.

— ¿Yo? — dijo Harry con cierto sarcasmo. — Eso no es verdad, tú me has superado en todos los exámenes que...

— No, Harry. — aseguro Hermione cortante—. No estoy hablando de resultados de exámenes. ¡Piensa en todo lo que has hecho!

— ¿De qué hablas?

—Vamos a ver...— empezó a decir Ron. — En primero salvaste la Piedra filosofal de las manos de Quien-tu-sabe...

—Pero no fue gracias a mi habilidad— explicó Harry—, sino porque tuve suerte.

—En segundo— lo interrumpió Ron— mataste al basilisco y destruiste a Ryddle.

—Sí, pero...

—En tercero— prosiguió Ron, subiendo el tono de su voz — ahuyentaste a más de un centenar de dementores de una sola vez...

—Sabes perfectamente que eso fue mera suerte, sin el gira tiempo no hubiera...

—El año pasado... — continúo Ron ignorando por completo las réplicas de su amigo. —... volviste a vencer a Quien-tu-sabes...

— ¡¿Quieren hacer el favor de escucharme?!— exclamó Harry casi enfadado. —Si salí bien parado de esas situaciones no fue porque supiera mucho de Defensa, sino que acerté por casualidad...

—Pero por lo menos haz tenido la oportunidad de emplear las cosas fuera de la escuela— dijo Hermione. — Si a nosotros nos pasa algo... no tendríamos ni idea de cómo hacerlo, tal vez sepamos la teoría, pero no la práctica... ¿Entiendes?

Harry se quedó pensando un momento, le parecía una idea descabellada, pero a la vez se sentía sorprendido de pensar en todos los hechizos que le habían servido en sus diversos enfrentamientos con mortifagos y criaturas tenebrosas y se sorprendió a un más cuando se le cruzó el pensamiento de cómo sería su primera clase.

—Bueno. — dijo con lentitud después de un tiempo. — Esta bien, pero solo a ti y a Ron, ¿no?

—Veras...— comenzó a decir Hermione con cierto nerviosismo. —No vayas a enfadarte, Harry, por favor..., pero creo que deberías enseñar a todos aquel que quiera aprender. Mira, estamos hablando de defendernos de Vo-Voldemort.

—No... Digas su nombre. — dijo Ron, pero Hermione lo ignoro.

— No sería justo que no ofreciéramos a los demás la posibilidad de aprender.

Harry lo pensó por un momento, y entonces respondió:

—Sí, pero dudo que haya alguien, aparte de ustedes dos, que esté interesado en que le de clase. Recuerda que soy un mentiroso hijo de puta.

— ¡Harry! — exclamó Hermione sorprendida ante el lenguaje de su amigo.

— ¿Qué? — respondió Harry con tono inocente. —Es la verdad. — Ron río.

La semana iba avanzando rápidamente y con ella los rumores de que el "Elegido" iba a dar clases de Defensa contra las Artes Oscuras. Draco se encontraba en el gran comedor, leyendo la sarta de tonterías que el Profeta escribía.