| Prólogo |

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[ Domingo 5 de Junio de 2016 ]

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Domingo 5 de Junio de 2016 ]

­­­­—Vamos Arlet, ¿no quieres dar un paseo por la ciudad? La vista es maravillosa en estos momentos—dijo palmeando el asiento de su Kawasaki¹.

—De querer, cualquiera —le sonreí—. Pero tengo tarea que hacer —respondí lo más seria posible.

—No trates de mostrarme algo que no eres, Arlet. Los dos sabemos perfectamente que, si no fuera por mí, tú no estarías cursando la universidad —escuché una carcajada de parte de él, el casco que traía puesto la distorsionaba, eso cualquiera lo sabía.

—¿Algún día te quitarás el casco? —pregunté curiosa cambiando de tema—. O por lo menos, ¿algún día dejarás que lo más cercanos a ti conozcamos cómo eres?

—Quizá —respondió no muy seguro—. Puede que algún día suceda.

—¿Por qué tanto miedo a quitártelo, Job? —cuestioné y ví como sus músculos se tensaban—. ¿Por qué?

—No es miedo Arlet, es por seguridad y lo sabes muy bien —se dió la vuelta, sabía que trataba de evitar el tema, siempre lo hacía.

—Job, nadie te ha visto sin casco, y a veces nadie puede asegurar que realmente seas tú —comenté y él se giró a verme, pude observar mi propio reflejo en su casco.

Desde que llegué a este clan nunca había visto a Job sin el casco, pero lo reconocíamos por su tatuaje en el brazo izquierdo y solo algunos habíamos visto las cicatrices de su espalda; las cicatrices fueron una especie de ritual por haber creado "Bellator", así se llamaba nuestro clan.

Si vis pacem, para bellum² —mostró su tatuaje al momento de leerlo—. Arlet, tú me conoces, no necesitas verme el rostro, nadie necesita hacerlo y si alguien quisiera suplantarme, es obvio que lo reconocerían, nadie puede igualarme, a nosotros, los guerreros nadie puede igualarnos —tomó mi barbilla, obligándome a verlo, o en sí, a ver su casco, soltó una pequeña risa cuando vió que trataba de buscar más allá de ese cristal polarizado.

—Job, ni siquiera sé... —me interrumpió.

—No necesitas saber nada Arlet, con lo que te he dicho es suficiente; lo único que debes saber es que siempre te cuidaré de una u otra forma, y así lo haré hasta el último día de tu vida —en ese instante me rodeó con sus brazos, sentía como su cuerpo emanaba cierto calor y me consumía en un abrazo lleno de cariño y protección—. Mi pequeña saltamontes, no te dejes vencer, eres fuerte y pase lo que pase, no te rindas, sigue con la frente en alto, recuerda siempre de dónde vienes y demuéstrales a todos quién eres.

Esas palabras se quedaron grabadas en mí, no entendía muy bien a que se refería en ese momento, sin embargo, me abrazó más fuerte por un segundo y después, su agarre disminuía.

Lo siguiente que mis oídos lograron escuchar fueron tres disparos, tres disparos que me cortaron el aliento. Tardé un momento en reaccionar, pero logré salir del trance en el que me encontraba y ante mis ojos, yacía en frente de mí el cuerpo de Job, grité, grité sin pensar.

Acto seguido me acerqué a su cuerpo, e hice lo que todo el clan quería hacer; quitarle el casco, saber quién era realmente Job, pero sobre todo quería ayudarlo, hacer algo por salvarlo, la muerte no podía quitarme de nuevo a la gente que quería, no quería.

Al quitar el casco, se podían observar unos cabellos blanquecinos, unas pestañas largas que rozaban los pómulos de aquel hombre, y unos labios gruesos entre abiertos acompañados de una barba tipo candado.

Aunque no pude ver sus ojos, su rostro se me quedaría grabado para toda la vida, Job, mi protector, aparentaba unos 45 años de edad, él me cuidaba como si fuera su hija y para mí, él era como un padre, y ahora, él había muerto, había muerto en mis brazos y yo no pude hacer nada para evitarlo.

Había perdido la última persona que tenía, que veía como una familia, pero esto no podía quedarse así.

Job murió, sí, pero quien lo mató deberá pagar. Así fuera lo último que hiciera, encontraré al causante de todo esto y vengaré la muerte de Job. Porque quien quiera paz, se tendrá que preparar para la guerra.

 Porque quien quiera paz, se tendrá que preparar para la guerra

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¹ Motocicleta deportiva; Arlet hace referencia en especial a la Kawasaki Ninja H2R, una de las motocicletas más veloces de la línea Kawasaki.

² Palabras del latín que significan Si quieres la paz, prepara la guerra.

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Kawasaki Ninja H2R

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Kawasaki Ninja H2R


Prólogo editado el 03/12/2018

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Prólogo editado el 03/12/2018.

Bellator ( LIBRO I ) [Completa] [Trilogía Blessed]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora