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Tallahassee, Florida

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Tallahassee, Florida. 1 de Octubre de 2009.

Ruth Sara Cleveland Lee.

Este es mi nombre. Repetirlo todos los días, todas las mañanas, se ha vuelto un hábito. Sinceramente lo hago sólo para no olvidarme de que al menos un día llegué a tener una familia, no quiero olvidarme de mi nombre como lo hice con los rostros de mis padres. Desafortunadamente, he llegado a olvidarme por completo de cómo eran ellos. Lo que más me duele es que no tengo ni siquiera alguna fotografía de ellos, como si realmente no hubiera tenido nunca una familia, unos padres. He llegado a creer por algunos momentos que yo realmente nunca tuve una madre, un padre, y eso me duele bastante, crecer en un mundo donde te sientes completamente sola es difícil, porque no solamente lo sientes, si no que realmente lo estás, ¿quién se iba a preocupar de mí? De alguien que lo único que tiene es un nombre.

¿Qué se siente perder a tus padres a los 2 años de edad? Fácil. Sientes como tu pequeño mundo se desmorona, es como si fuera un espectáculo de horror en el cual no puedes hacer nada, sólo eres un simple espectador, solo eso y nada más. Quizá en ese momento no entendía qué significaba aquello, pero algo sí sabía, y era que yo necesitaba a mis padres.

Yo nací aquí, en Tallahassee, Florida. No recuerdo el nombre de mis padres, no recuerdo nada de ellos; lo único que sé es que me abandonaron y después murieron, o bueno, eso fue lo que me dijeron, es lo único que recuerdo. Fui abandonada por mis padres a los 2 años de edad, y de ahí hasta los 4 años viví en las calles hasta que una señora se acercó y me brindó su ayuda. Recuerdo a la perfección su nombre, era Adalia de Glücksmann. Era una señora rubia muy linda, de ojos azules. Su acento era peculiar, así que era lógico que ella no era americana. Ella era alemana. Ella me llevó a su casa, fue ahí cuando conocí a su esposo Dustin Glücksmann, y a sus hijos, Caleb y Elisabeth Glücksmann.

El señor Dustin se veía una persona amable, y no sólo lo aparentaba, si no que también lo era. Él, al contrario de su esposa, poseía un cabello color azabache. Sin embargo, su cabello hacia resaltar el color de sus ojos, que eran azules como los de su esposa. Se veían como un matrimonio realmente feliz. Y fruto de ese matrimonio, nacieron Caleb y Elisabeth. Elisabeth era la mayor con 11 años de edad, con cabello castaño claro y ojos cafés. Y Caleb, con 8 años de edad, cabello castaño y ojos marrones. La verdad me parecía extraño que sus hijos tuvieran ojos cafés cuando sus padres poseían ojos azules. Después me di cuenta que Caleb y Elisabeth heredaron los rasgos de sus abuelos paternos.

Pude haber vivido con ellos toda mi vida, la verdad es que con ellos no me faltaba nada, los señores Glücksmann me veían como una hija más y los menores me veían como su hermana, nunca tuve problema en ello, podía decir que tenía una "familia" nueva, pero por azares del destino no fue posible. A la edad de 7 años tuve que irme de esa casa, las circunstancias habían cambiado por completo. La señora Adalia y Elisabeth salieron de paseo, un paseo del que nunca más regresaron; muchos decían que la señora Adalia tenía problemas con su esposo y lo dejó. Yo no estaba a favor de esa suposición porque no creía que la señora hubiera dejado solo a Caleb. Nunca lo logré entender, pero me daba cuenta de que las cosas habían cambiado, pues la actitud del señor Dustin cambió drásticamente; se volvió tan agresivo que yo no soporté vivir con ellos y fue ahí cuando decidí dejar esa casa, esa familia.

Bellator ( LIBRO I ) [Completa] [Trilogía Blessed]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora