Bellator ( LIBRO I ) [Completa] [Trilogía Blessed]

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[ Sábado 18 de Mayo de 2013 ]

—¿No podrían buscar información de un tío? —pregunté cuando Enós cerró la puerta del despacho de Job mientras yo tomaba asiento.

—¿Tienes un familiar? —preguntó Enós con un atisbo de sorpresa mientras tomaba asiento a un costado mío.

—Sí —miré a Enós asistiendo con el rostro—. Bueno, es lo que mis padres me contaron, tengo un tío, el cual lleva el nombre de Aarón, es el único hermano de mi papá y bueno, es lo único que me queda de mi familia, o eso creo, hace mucho tiempo no tenemos noticias de él, yo nunca lo conocí.

Job parecía tranquilo, o bueno, su cuerpo demostraba eso, todo el tiempo llevaba su casco oscuro impidiendo ver su identidad, era extraño, el no poder ver el rostro de alguien era algo confuso, suponía que con el tiempo me acostumbraría, al final solo llevaba dos días en aquel lugar. Ruth me platicó que no tuviera miedo, que confiara en Job, sin embargo, cuando lo ví, sentía todo lo contrario, tenía curiosidad por saber qué era lo que ocultaba en aquel casco, ¿por qué no podíamos verlo?

—Trataré de buscar información de él —respondió Job cruzándose de brazos mientras se recargaba en su asiento—. ¿Cuál es su nombre?

—Aarón Hilton Lee —respondí segura y con algo de esperanza, ahora al fantasma de mi tío era a lo único que me podía aferrar, era lo único que me quedaba en este mundo.

—Bien, si encuentro información te lo haré saber —Job se levantó de su asiento y se dirigió a Enós, yo solo observaba sus movimientos, era una curiosidad enorme aquel señor que me está brindando protección sin nada a cambio—. Bríndale lo que ella ocupe, hazte cargo de que se sienta cómoda, consíguele lo que necesite para la escuela, el lunes tiene que asistir...

—Yo ya tengo esas cosas —lo interrumpí abruptamente, además era cierto, yo contaba ya con esas cosas, aunque él no lo creyera—, solo necesito ir por ellas a mi casa.

—Esas cosas no te servirán —respondió girando su rostro hacia mí—. Entrarás a una nueva escuela, ya está arreglado. Pasado mañana empiezas.

—¿Qué? —dije incrédula, ¿era en serio lo que acababa de escuchar? ¿Cómo era posible que me inscribiera a una nueva escuela? Sabía que esas cosas eran un gran proceso, nada de lo que me decía aquel hombre tenía sentido, sin embargo, le creí.

—Te lo encargo Enós —respondió girando su rostro hacia el castaño evitando así mi pregunta—. Necesito salir, tengo asuntos que resolver —Job salió de su despacho sin esperar pregunta o exclamación de alguno de nosotros. Enós no esperó más y me incitó a salir también, no proteste ante eso. Estando afuera, él cerró el despacho con llave.

—Será mucho mejor que empieces en otro instituto, créeme, es lo mejor —comentó Enós de la nada, yo solo lo miré en silencio—. Ahora ve a arriba, dile a Ruth que saldremos, necesitamos comprar cosas para ti, Arlet.